Nueva poesía colombiana: Hannah Escobar

Presentamos, en el marco de la serie Nueva poesía colombiana, preparada por Federico Díaz Granados, algunos textos de Hannah Escobar (Titiribí Antioquia, 1985). Es Química farmacéutica y obtuvo recientemente el Segundo Lugar en el V Premio Nacional de Poesía Obra inédita organizado por la Tertulia Literaria de Gloria Luz Gutiérrez.

 

 

 

 

ANGUSTIA

(Del latín angustĭa, angostura, dificultad.)

7.f.p.us. Estrechez del lugar o del tiempo.

 

Cuando le pregunté al cerezo si el otoño iba a alcanzarme

Se sacudió un poco y dejó caer sobre mí algunas de sus flores.

No es asunto del cerezo,

Mía es la culpa cuando sólo quiero ver primavera.

 

 

 

 

 

 

ESTIRPE VETUSTA

 

Esta ceguera terrible que me consume

Me estoy muriendo de ensueños que no podré recordar

Me sujeta el grillete del destino.

 

Yo solía tener un par de alas

Fueron gloriosas en sus días

Ahora me muero de pensamientos

El alma que se nutre de mi sombra

Cayó en un sopor que no es preciso nombrar.

 

 

 

 

 

FINGIMIENTO

 

Con las palabras de otras como si fueran propias

-No sé nada-

Con el sentir de otras como si fuera propio

-No siento nada-

Sin ojos

Sin labios

Sin manos

En la cueva del destino

Lloraba

Como un pobre animal lastimado.

 

 

 

 

 

 

DE LA METAMORFOSIS DE LAS PLANTAS Y EL INEVITABLE CICLO DEL

RETORNO

 

Regular, irregular, accidental

El modo triple de la metamorfosis

El triángulo, la estupidez de la trinidad

Una excrecencia monstruosa decía Goethe,

La literatura de las flores es una ciencia,

Una ciencia perfecta.

Estuve pensando entonces en la espiral infinita,

En el ciclo del retorno,

Del retorno a mí,

Del retorno al útero,

Al fuego,

A la tierra,

A la química porosa que todo lo descompone

Con sus oxidaciones y reducciones,

La ictericia, el agujero negro y el origen,

La madriguera de conejo y el nacimiento.

 

Allá al fondo el sol

Allá arriba el sol

Todo es sol.

 

 

 

 

 

CANCIÓN DE PRIMAVERA

 

A Verónica Forrest-Thomson

 

Pan, carne, las margaritas de cartón florecerán siempre.

Hundo el pie en el sepulcro que fuera santiguado

Por un pájaro negro

Por la revelación de la sombra

Por el eco de mis visiones

Me siento en absoluto silencio

Clavo mi hambre en el crujir de la noche para ver morir la luz en cada esquina

En cada redondel parentético que fuera una garganta

Una garganta repleta de miedo y de nombres

De sangre y bilis y veneno

Las llamo a todas, las invoco

Vienen como sacerdotisas dispuestas

Con aullidos, con furia, con muerte

Salen del lago, traen sortilegios.

Toda la paz del mundo en el dolor de una sola flor,

En primavera.

Mis margaritas de cartón han florecido de nuevo.

 

 

 

 

 

 

ELEGÍA FUNERAL A UNA JOVEN DORMIDA

 

Rilke ha muerto

Orfeo ha abierto los ojos y tiene sed

El cuerpo de una joven blanca reposa sobre mi cama

Rodeada de flores, parece el otoño.

Le he preguntado a mi madre si habrá de quedarse mucho

A dormir,

Mi madre ha dicho que debemos preparar la mortaja.

He entrado a hurtadillas a mirarla

A hurtadillas como un ángel pequeño

Con el ardor de la infancia en el corazón

Con el brillo de la infancia en los ojos

Con la impaciencia de la infancia en las manos.

Le he preguntado a mi padre si la conoce

Su nombre, un nombre,

Mi padre ha guardado silencio.

Afuera las flores,

El olor a jazmín era insoportable.

 

 

 

VISIÓN

 

Salvarse de uno mismo,

Pobre esperanza dormida como un pájaro de luz

Sé que estás muerta,

Como una flor vertical te alzas al alba.

 

 

 

 

 

DE LOS MONÓLOGOS O AFORISMOS

 

1.

Hoy no hay sol, las flores sin sol estamos perdidas.

2.

No tengo voz porque no entiendo. Me hago afuera y me veo a mí moviendo la boca sin

Sentido y no hay sonido, pienso en el péndulo en su afán de péndulo, de movimiento, como si fueran las fuerzas de la física las que lo hacen todo y hacen que todo se ejecute.

3.

Cuando únicamente se imagina entonces la imaginación no es el absurdo sino el único

Absurdo posible. Ontología. El destino: la máquina de imaginar.

4.

Querido Dr. Faustroll a la espiral infinita llegamos hace años, por llegamos me refiero a mí, nada tuvo sentido pero fue el sentido de todo: el absoluto. La espiral, queridísimo señor, no viene siendo más que el punto que deja con desparpajo un lápiz.

5.

Si tuviese yo una nariz como esta y unos ojos como aquellos otros y no tuviese la lengua que tengo o manos, no tendría entonces manera alguna de reprochar, pero no debería poder cul-pár-se-me-me-e-me-eme-heme, heme aquí.

6.

Lichtenberg no es nadie y usted y yo no existimos más allá del pobre reflejo de una sombra en la pared: sombra de una sombra y mucho menos que eso.

7.

Me deliro, me desplumo. ¿Qué diría el mundo si dios lo hubiera abandonado así? Pero el mundo nunca dirá nada y dios lo ha abandonado hace mucho. Ya no hay redención, pero ya ninguno la necesita.

8.

Allí no hay nadie, me lo repito hasta el cansancio y no importa porque no importo.

9.

Mi ventana es un cuadro gris y yo asisto a desasistirme. Me voy a arrancar los ojos y los voy a poner en tus manos para ver cómo es que me miras desde ese lado. No, te voy a arrancar los ojos y me los voy a comer para ver cómo es que puedes verme.

10.

La mostaza es un pájaro, ya lo ha dicho la duquesa.

 

 

 

 

 

SOLEDAD

 

He llamado a la puerta

A alguna puerta

A todas las puertas

Luego del primer suicidio

Nadie queda realmente vivo.

 

La fiebre, Ofelia.

El cuerpo de Ofelia era más blanco que los otros cuerpos

Y más inerme.

 

He llamado a la puerta

A alguna puerta

A todas las puertas

He llamado hasta que se me cayeron las uñas

Incluso he llamado con los dientes.

 

Nadie respondió nada

Ahora adentro es igual que afuera

 

 

 

 

 

A VIRGINIA

La canción del agua es una cosa eterna. García Lorca.

 

Guarda tu luz para los días venideros

Guarda tu esencia para lo que te espera

Déjate caer en los brazos del desconocido

Entrégale tu alma y tu porvenir

 

Deja que te devoren las bestias

Acomódate con calma en la profundidad de sus fauces

Piérdete pequeña autómata muda

Entrégate al silencio de los nombres desconocidos

De la hora siniestra

 

Abandónate en el vacío de la palabra que jamás podrá ser pronunciada

Ahógate hasta morir en la angustia de tus horas pasadas

Guarda tu luz para los días que nunca vendrán.

 

 

 

Datos vitales

Hanna Escobar Correa (Titiribí Antioquia, 1985) es Química Farmacéutica de la Universidad de Antioquia, actualmente consultora del Banco Interamericano de Desarrollo para la Dirección Técnica de Medicamentos del Ministerio de Salud de Colombia. Ganadora del Segundo Lugar en el V Premio Nacional de Poesía Obra inédita organizado por la Tertulia Literaria de Gloria Luz Gutiérrez.

 

 

 

 

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