Mexico City Poetry Festival: Sarah Holland-Batt

La poeta Sarah Holland-Batt australiana (Southport, Queensland, 1982) estará en el Encuentro Internacional de Poesía Ciudad de México. Coyoacán, capital mundial de la poesía. Publicó el libro Aria en 2008. Obtuvo los premios Judith Wright Prize en 2009, Kenneth Slessor Prize for Poetry en 2008, Dorothy Hewett Fellowship for Poetry en 2007 y Thomas Shapcott Poetry Prize. Es miembro de la facultad de Escritura Creativa en la Queensland University of Technology. 

 

 

 

 

 

 

 

EL DIFUNTO HAMMERSHOI

 

El mundo no entrará, no esta noche.
La puerta está abierta, la ventana cerrada,
las sábanas firmes y blancas como el ala de una lechuza.
Los platos parados como centinelas sobre la mesa.
La mantequilla se ha hecho suave en un plato.
Y lo que la mujer del pelo negro dejó caer sobre
las piezas de piano está escondido para siempre,
sus arpegios pausados y lentos como el sol.
Hammershoi amaba la luz. Luz fluyendo
como el cabello de una mujer a través de la ventana,
luz mojando las bocas de las copas de vino,
luz sesgando sus largas torres en el piso
como los dientes viajeros de un peine.
Las partículas nadado, suspendidas
en la arquería de la luz como en plata sobre gelatina.
A los amigos de Hammershoi les preocupaba
que su obsesión fuera sintomática:
las largas horas de soledad, su aislamiento.
Sobre todo amar a la luz, cuyo hábito principal
es disolver. Los críticos cansados de eso.
Estudio tras estudio de la espalda de Ida,
años gastados en salir o entrar a un cuarto.
La luz es rutina, decían ellos.
Pero ese era su genio: la luz nos sobrevive.
Es su largo deambular, en su paciente
iluminación de pasillos y marcos de puertas,
de calles y callejones en nuestra ausencia.
Y ahora es de tarde. Aguanta la respiración.
La habitación está quieta, la silla vacía,
puertas abiertas en puertas, el piano oscuro resplandece.
El terciopelo sobre los macillos de las teclas.
El mundo no entrará, no esta noche.
Sólo notas en cascada flotan como polvo
en el aire, suaves como ceniza. Mozart, debe ser.

Traducción de Marianna Stephania Hernández Aguilar

 

 

 

 

 

 

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