Presentamos, en versión de Gustavo Osorio de Ita, tres poemas de Kwame Dawes (Ghana, 1962). Pasó su infancia en Jamaica y actualmente enseña literatura en Estados Unidos. Ha publicado poemarios como Poems From the Swamp Country (2006), Impossible Flying (2006), Back of Mount Peace (2009), Hope’s Hospice (2009), Wheels (2011), and Duppy Conqueror: New and Selected Poems (2013). Es especialista en reggae y escribe también narrativa. Estuvo presente en el Encuentro Internacional de Poesía Ciudad de México.
CÓMO ESCOGER UN ÁRBOL PARA COLGARSE
Pastoral scene of the gallant south,
The bulging eyes and the twisted mouth,
Scent of magnolias, sweet and fresh,
Then the sudden smell of burning flesh.
Lewis Allen
Los árboles jóvenes pueden parecer robustos, pero carecen de memoria,
son verdes y tan cercanos a la superficie que se doblan ante el peso repentino;
y la verdad es que no todos los árboles pueden sostener el peso muerto de un hombre
con suficiente aire entre los pies estirados y la tierra, con suficiente altura
como para que el putrefacto olor pueda ser llevado tan lejos como para ser un [mensaje
para aquellos que olfatean el húmedo aire en busca de noticias.
Viejo como pueda verse, de escarpada corteza, dobladas ramas,
miembros inclinados, viejo como pueda verse ahí sentado junto al borde
del canal, ese roble vivo comprende los simples rituales del colgarse.
Observa, ahí esta la muesca natural donde la cuerda se desliza
y sostiene, y aquí, en este ángulo, el húmedo aire
del río, que lleva el decaimiento por millas y millas.
A veces, un árbol fresco simplemente morirá tras que el orín
de un hombre moribundo se cuele a sus raíces. A veces un árbol
empezará a pudrirse de culpa o algo así como una maldición.
Pero los árboles viejos, temperados por la flama del rayo veraniego,
y endurecidos a los rasgones, sabe que nada es ser un árbol, mudo
y sin corazón, sólo suficientemente fuerte como para cargar a un hombre hasta que se vuelva aire.
HOW TO PICK A HANGING TREE
Pastoral scene of the gallant south,
The bulging eyes and the twisted mouth,
Scent of magnolias, sweet and fresh,
Then the sudden smell of burning flesh.
Lewis Allen
Young trees may look sturdy, but they have no memory,
they are green so near the surface they bend with the sudden weight;
and the truth is that not all trees can carry a man’s dead weight
with enough air between pointed toes and earth, with enough height
so the scent of rotting can carry far enough to be a message
for those who are sniffing the muggy air for news.
Old as it may look, craggy bark, twisted branches,
drooping limbs, old as it may seem sitting there by the edge
of the canal, that live oak understands the simple rituals of hanging.
See, there is the natural notch where the rope will slip
and hold, and here, angled like this, the damp air
off the river, carries the decay for miles and miles.
Sometimes, a fresh tree will simply die after the piss
of a dying man seeps into its roots. Sometimes a tree
will start to rot from guilt or something like a curse.
But the old trees, seasoned by the flame of summer lightning,
and hardened to tears, know it is nothing to be a tree, mute
and heartless, just strong enough to carry a man until he turns to air.
CUERDA
Sostener nuestras vidas juntos en el carro
antes de la lenta marcha después de medianoche
por caminos traseros, manejando ciegos, el aroma
del escape mareándonos, cada
sombra en los campos una amenaza de clases;
usamos cuerda del ancho de dos pulgares lado a lado,
jalando fuerte en el nudo para mantener nuestras
partes de caer en el borde del camino. Nosotros
hemos mantenido esta cuerda flexible con aceite,
uso constante, nunca dejándola estar
quieta suficiente tiempo como para que se pudra. Es duro
mirar al retorcido silencio de nuestra
más fuerte cuerda y no pensar en aquello que
ha sostenido; el pesado gris-verde
estropeado balde golpeando los costados
de piedra de la pared; el agua de encima derramándose
de nuevo hacia abajo, esta apreciable substancia,
llevando nuestras vidas; la yegua, blanca
y gris, andando pesadamente a través del ancho
abierto campo al ocaso, su cabeza pesando
con labor, la cuerda una caricia
contra su cuello, la forma en que ella
gira ante un gentil tirón, nosotros
sostenemos el balance de nuestra necesidad
con delgada cuerda; el peso muerto
de Junebug al amanecer, su piel aún
vaporosa, su hermosa piel negra
atrapando la luz matinal, tierna
entre las hojas, cómo lo encontramos
ahí, su cuello estirado, la envoltura
de varias yardas de tensa cuerda
alrededor de una rama inclinada; dónde
lo encontramos, cómo desamarramos el nudo,
bajamos su cuerpo hacia nuestros
brazos luego lo cargamos como la bandera
de un soldado; llevándolo hacia atrás del carro
temblando junto con su hinchado cuerpo.
Esta ordinaria cuerda, este regalo
que no podemos olvidar, este recuerdo
de aquello que hemos perdido. Algún día,
un alma saldrá de los campos
a reclamarlo, y entonces sabremos.
ROPE
To hold our lives together on the cart
before the slow march after midnight
along back-roads, blind-driving, the scent
of the exhaust making us drowsy, every
shadow in the fields a threat of sorts;
we use rope thick as two thumbs side-by-side,
pulling hard on the knot to keep our
parts from falling by the wayside. We
have kept this rope supple with oil,
constant use, never letting it stay
idle long enough to rot. It is hard
to look at the coiled silence of our
strongest rope and not think of what
it has held; the heavy grey –green
battered bucket knocking the stone
sides of the wall; top water spilling
back down, this cherished substance,
carrying our lives; the mare, white
and grey, plodding across the wide
open field at dusk, her head heavy
with labor, the rope a caress
against her neck, the way she
turns towards a gentle tug, we
hold the balance of our need
in thin rope; the dead weight
of Junebug at dawn, his skin still
steaming, his beautiful black skin
catching the morning light, tender
among the leaves, how we found him
there, his neck stretched, the wrapping
of several yards of taut rope
around the drooping branch; where
we found it, how we undid the knot,
let his body down into our
arms then carried it like a soldier’s
flag; bearing it behind the cart
shaking along with his swollen body.
This ordinary rope, this gift
we cannot forget, this remembrance
of what we have lost. Some day,
a soul will come out of the fields
to claim it, and then we will know.
SI LA CONOCES
Si conoces a tu mujer, conoces sus ritmos,
conoces sus maneras; si le has prestado atención
todos estos años, sabrás
cómo ella va y viene, cómo se desliza
lejos incluso si está parada en
el mismo lugar, sabrás que su
mundo está suavemente derivándose de ti, y que ella
quizás no lo haga intencionadamente, porque lo que pasa
es que está asustada de ser todo, asustada
de encontrarse a ella misma en ti siempre
asustada de que un día se pregunte,
con sus plenos y propios cuarenta años, dónde
ha estado; si conoces a tu mujer,
sabrás que casi siempre ella
volverá, pero algunas veces, cuando
se va así, algo puede hacerla
resbalar; y entonces regresar es difícil.
Si conoces a tu mujer, puedes
saberlo por la forma en que usa tacones,
y no se contonea para ti
porque no lo hace por ti – cómo
se comprará unas botas de cuero
sin decirte una palabra al respecto,
y sólo lo notas cuando camina
en una noche, y ella dice que las tiene
desde siempre, verás la forma
en que pierde peso y pretende
que no es nada, pero cuando ella no te está viendo
mirarla, puedes ver cómo enfrenta al espejo
levanta su busto para señalar un perfil,
y cómo casualmente se mira
el trasero buscando signos vitales. Si conoces
a tu mujer, cuando te hayas ido, ella
encontrará cosas que hacer, como caminar
sola, ir a ver una película, encontrar un parque,
recolectar sus secretos y tu no sabrás,
porque ella está viendo por sí misma.
Y ella no te dirá que quiere
escuchar lo que los hombres paseantes dicen cuando
ella camina cerca de ellos; porque lo que tú dices
no es suficiente. Si conoces a tu
mujer, sabes cuándo se está yendo
lejos y sentirás el amplio
agujero de tu amor, y no puedes
explicar por qué ella escucha y tararea
canciones que no sabías que escuchaba
antes, y ella reirá suavemente
por nada. Si conoces a tu
mujer, verás como ella va
y viene, y todo lo que puedes hacer es esperar
y rezar para que ella vuelva a ti,
porque sabes que tus pecados
son suficiente para que ella te deje y no vuelva.
IF YOU KNOW HER
If you know your woman, know her rhythms,
know her ways; if you paying attention
to her all these years, you will know
how she comes and goes, how she slips
away even though she is standing in
the same place, you will know that her
world is drifting softly from you, and she
may not mean it, because all it is
is she is scared to be everything, scared
to be finding herself in you every time,
scared that one day she will ask herself,
all forty-plenty years of her, where
she’s been; if you know your woman,
you will know that mostly she will
come back, but sometimes, when she
drifts like this, something can make her
slip; and then coming back is hard.
If you know your woman, you can
tell by the way she puts on heels,
and she does not sashay for you
because it is not about you—how
she will buy some leather boots
and not say a word about it,
and you only see it when she walks
in one night, and she says she’s had
them forever; you will see the way
she loses the weight and pretend
its nothing, but when she isn’t seeing you
looking, you can see how she faces the mirror
lifts her chest to catch a profile,
and how she casually looks at her
ass for signs of life. If you know
your woman, when you are gone, she
will find things to do, like walk
alone, go see a movie, find a park,
collect her secrets and you won’t know,
because she is looking for herself.
And she won’t tell you that she wants
to hear what idle men say when she
walks by them; because what you say
is not enough. If you know your
woman, you know when she’s going
away and you will feel the big
hole of your love, and you can’t
tell why she’s listening and humming
to tunes you did not know she heard
before, and she will laugh softly
at nothing at all. If you know your
woman, you will see how she comes
and goes, and all you can do is wait
and pray she will come back to you,
because you know that your sins
are enough for her to leave and not return.