Presentamos dos textos de Eduardo Langagne (Ciudad de México, 1952). Por su poesía ha recibido distinciones como el Premio Casa de las Américas, el Premio de Poesía Gilberto Owen y Premio de Poesía Aguascalientes. Actualmente es Director de la Fundación para las Letras Mexicanas.
PALABRAS QUE SE DESLIZAN
La palabra serpiente se desliza en mi página.
Es una palabra, no es una serpiente.
Si escribo cobra, sierpe,
una imagen se arrastra hacia el lector,
la sensación se desliza.
Si escribo víbora,
si añado la palabra cascabel,
no es una víbora de cascabel la que se arrastra por la página,
es mi escritura que se desliza entre el silencio.
Ya suena el cascabel;
el peligro se aproxima,
la víbora se acerca:
tengo miedo de que me aplique su ponzoña,
temor a esos colmillos que me impidan respirar.
Si doy vuelta a la página el peligro termina.
OFICIOS
hay un olor que crece
en las manos del hombre que hace el pan
para el vecino
que es carpintero
y ha pegado dos partes de madera
para que el hombre que hace el pan pueda sentarse
a comer de ese pan que el hombre hizo
y lo parte
en dos
para que el alfarero coma
y entonces trae un jarro el alfarero
donde cabe el agua que los hombres beben
donde el poeta bebe y lee sus versos
y hay algunos que escuchan porque saben
que un verso es una piedra
y comen otro pan que el hombre trajo