Muestra de Poesía Canaria: Séptima parte

Dentro de esta extensa Muestra de Poesía Canaria, en que hemos llegado ya a la séptima entrega, la presencia de casi todos los poetas jóvenes es posible gracias al poeta Miguel Ángel Galindo, que está editando una antología de estos poetas canarios, y al ensayista Javier Izquierdo. Con ella, Mario Domínguez Parra, poeta y traductor español, ha construido una amplia y sustanciosa muestra, posiblemente el mayor mapa de esta tradición en nuestros días. Los poetas que integran esta entrega son: Carlos Javier Morales, Guillermo de Jorge, José María García Linares, Paula fuentes, Xerach Jiménez Queiruga, Iván Méndez González, David Pulido Suárez, Daniel María, Azucena Arteaga, David Martín, Silvia C. Rivero, Andrea Abreu López.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Carlos Javier Morales

(Santa Cruz de Tenerife, 1967)

 

Se dio a conocer con El pan más necesario, que fue Premio de Poesía “Villa de Martorell” en 1994. Desde entonces ha publicado los siguientes poemarios: Madrid como delirio (1996), La cuenta atrás (2000), Años de prórroga (2005), Nueva estación (2007) y Este amor y este fuego (2011). Los tres últimos han aparecido en esta misma colección de Biblioteca Nueva.

También ha desarrollado una amplia labor de investigación y crítica literarias, en la que sobresalen sus libros La poética de José Martí y su contexto (1994), Julián Martel y la novela naturalista argentina (1997), César Vallejo y la poesía posmoderna. Otra idea de la poesía (2013), y, con José Olivio Jiménez, Antonio Machado en la poesía española y La prosa modernista hispanoamericana.

Asimismo, ha publicado la edición de la Poesía completa de José Martí (1995; 2ª ed. revisada, 2013) y de su novela Lucía Jerez; además de la antología poética Música tenaz, del mismo autor, y Rey solitario como la aurora, del también cubano Julián del Casal.

Autor de varios libros didácticos sobre literatura contemporánea, también ha publicado una útil Guía para hablar en público (2001; 2ª ed. revisada, 2007).

Es doctor en Filología Hispánica por la Universidad Complutense de Madrid y profesor de Lengua y Literatura Españolas en el instituto de secundaria “Andrés Bello”, de su ciudad natal.

 

 

 

 

 

Desde mi orilla

 

Vivimos frente a frente.

Tan sólo nos separan las aguas de este río,

que van a dar…  Ya sabes lo que tal vez jamás

quisieras que suceda. Pero aun así te atreves

a venirte a mi orilla muchas tardes,

cuando te queda tiempo después de la faena,

o cuando se lo robas al trabajo

con la conciencia limpia de que venir a verme

es tarea sagrada y muy gustosa. ¡Conoces mi alegría!

 

A mí ya no me importa cruzar a nado el río:

ni el frío del invierno es capaz de apagar mi sed de verte.

¡Cuántas noches

regreso a casa ya de madrugada,

con los pies bien seguros en las rocas

por donde corre el agua con su instinto!

 

Cuando llega el calor, en el verano,

baja el nivel del río. Parece que la vida

transcurre poco a poco, y hasta nos sobra el tiempo

(es un decir: ya sabes que nunca sobra nada).

Me encantan esas tardes en las que no cruzamos a otra orilla,

sino que nos quedamos charlando entre las aguas,

refrescando los cuerpos del fuego del amor

y creyendo que somos más bellos y perfectos

–más duraderos, más invulnerables—

que estas aguas tan tercas en su diario insistir hacia la muerte.

 

Pero aún no sé

si hay alguien escondido ahí, en tu orilla;

alguien que no conozco y que te llama

en el momento más inoportuno. Alguien que yo no oigo

(¿tú qué oyes?)

y que te impide comprender mi historia

y me obliga a contártela de nuevo.

 

(De Este amor y este fuego, 2011)

 

 

 

 

 

 

Llegar

 

Hemos llegado a hoy: ya el mar no es sólo

la porción de este mundo

que habrá de conducirnos a otras tierras.

 

Mira el mar cómo brilla, cómo pide

nuestra mirada entera. Tú no puedes

hacer hoy las maletas de otro viaje.

Tú no puedes pensar qué comeremos

de aquí a un mes, de aquí a un año,

de aquí a siempre.

 

Cuando ya hemos ganado

el pan que nos mantiene, el pan que sabe

a nuestro fuego, a nuestro mantel limpio;

cuando hemos levantado nuestra casa

sobre la roca de un amor tan firme,

cuando ya está caliente nuestro lecho,

¿a qué viene esta prisa por marcharnos?,

¿qué mar hay que surcar, que nuevo día

para no estar jamás en nuestro sitio?

 

Hemos llegado a hoy: el mar ya es sólo

el paisaje total de nuestra vida.

 

Hemos llegado a hoy.

 

Hemos llegado más allá del tiempo.

(De El paisaje total. Madrid, 2006-Tenerife, 2012, 2014)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


Guillermo de Jorge

(Guillermo George Hernández, Santa Cruz de Tenerife, 1976).

 

De madre canaria y  padre africano (Sierra Leona), se crió en el seno de una familia humilde en uno de los barrios obreros más significativos de la Isla de Tenerife, en Los Andenes de Taco, donde forjó gran parte de su adolescencia. En 1989 estudió en el Instituto de Bachillerato “Padre Anchieta”, donde desarrolló gran parte de sus inquietudes políticas y morales e impulsando sobre él un gran sentido sobre las reivindicaciones obreras y la lucha de clases.

Cursó sus estudios de Filología Inglesa en la Universidad de La Laguna. Suboficial del Ejército de Tierra del Arma de Infantería, es Diplomado Superior de Montaña por la Escuela Militar de Montaña y Operaciones Especiales del Ejército de Tierra. Ha participado en varias misiones de paz, significando su estancia en Afganistán e Irak.

Ha estado en países como: Marruecos, Portugal, Senegal, Sierra Leona, Kuwait, Francia. Poeta – soldado, armas – letras, en la actualidad ejerce la presidencia de la Asociación Nacional Círculo Artístico Cálamo. Miembro del Centro Andaluz de las Letras, colabora con numerosos medios de comunicación en España e Iberoamérica, destacando sus colaboraciones con el periódico La Voz de Almería y El Mundo. Dirige la Colección Cuadernos Literarios de la Editorial Círculo Artístico Cálamo. En 2008 fue nombrado miembro del Instituto de Estudios Almerienses.

Le ha sido otorgado por la Junta de Andalucía,  Diploma por su contribución y participación en Nueva Literatura Almería y fomento de la Cultura 2004. Finalista del Premio Creación Joven de Poesía de la Universidad de La Laguna 2005 y del Premio Nacional de Poesía Fernando Quiñones, actualmente es columnista del Diario de Almería y de Canal 4 Tenerife.

Ha participado en encuentros literarios de carácter nacional e internacional, destacando su participación  en el Encuentro Nacional de las Letras Islas Canarias, en el Festival Nacional de Poesía Ciudad de La Laguna, Festival de Poesía del Mediterráneo, el Encuentro de Poetas del  World Poetry Movement, estando sus textos reunidos en más de una veintena de antologías colectivas poéticas y narrativas. Ha sido finalista en el Premio Nacional de Microrrelatos de la Ciudad de La Coruña 2013 y del Premio Nacional de Microrrelatos de la Ciudad de Oviedo 2013. Actualmente, coordina la Revista Literaria Völúspa.

 

En poesía ha publicado más de diez poemarios, entre ellos:

 

  • Sueños sobre cisne blanco“, Publicado en 2002. Edición Círculo Artístico Cálamo.
  • El viajero de Aeneas“, Publicado en 2005. Edición Editorial D. Tebeos Colecciones.
  • La última despedida de Adonis“. Edición Círculo Artístico Cálamo, 2005.
  • Armisticio de Alquimia“, Publicado en 2006. Edición Universidad de La Laguna.
  • Bajo los labios de Eurídice“, Publicado en 2006. Edición Círculo Artístico Cálamo.
  • Corporeidad de la Luz“, 2007. Editorial Ediciones Idea.
  • Lágrimas estigias sobre la roca sola“, Edición Círculo Artístico Cálamo, 2008.
  • “HK-G36E, prologado por Rafael Guillén, Instituto de Estudios Almerienses.
  • Custodia Compartida”, Publicado en 2013. Edición Taller del Poeta.
  • En legítima defensa”, Editorial La máquina de escribir”, 2015.
  • “Varied poems” Publicado por el Servicio de Publicaciones de la Universidad de Columbia, Estados Unidos.

 

En narrativa, ha publicado:

 

  • Relatos a Glo“, 2008. Editorial Ediciones Idea.

 

En breve, publicará su cuaderno de combate “Afganistán: Diario de un Soldado”, prologado por Lorenzo Silva.

 

Ha sido traducido al catalán, al francés y al inglés.

 

 

 

 

 

 

 

 

I

 

sabéis:

 

roca soy

 

hundiendo raíces,

mano de la memoria,

 

palpo,

 

retrato de un edificio en llamas.

 

 

tal vez, hoy,

dibuje un suicidio

con un beso

 

y destruir así

antiguos bastiones,

absortos misterios,

 

una infancia jamás vivida;

 

 

 

en tus labios dejo

parte de esa vida:

 

ojos de exilio,

 

un dedo interrogante

sobre la sien de un mendigo.

 

 

 

 

 

 

II

 

con los quebrantados huesos en el paladar,

 

hoy

contesta soledad sobre mi pecho:

 

siempre,

siempre.

 

 

 

ha vuelto para decirme

 

l        a         r        g        a        m        e        n        t        e:

 

AQUÍ-ESTOY-YO

 

como vosotros:

 

como un muro.

 

 

LIBRO DE POEMAS “HK-G36E”. EDITORIAL: INSTITUTO DE ESTUDIOS ALMERIENSES 2009.

 

 

 

 

 

 

 

 

José María García Linares

(Melilla, 1977)

 

Es licenciado en Filología Hispánica y doctor por la Universidad de Granada. Es miembro del consejo de redacción de la revista Entre Ríos. Actualmente imparte clases en un I.E.S. de Tenerife.

Ha publicado en revistas literarias como Letra Clara, Extramuros, Álabe, Tonos, Elvira, CLIJ y Entre Ríos, y parte de su obra está recogida en la antología de poesía melillense Roquedal Azul (Consejería de Cultura, Melilla, 2011) y en +Poetas +Autores (Kitbook, Barcelona, 2010). Desde 2011 forma parte del grupo poético melillense Etcétera, cuyo primer libro se publicó en 2012 por la editorial GEEPP.

Es autor de los poemarios Oposiciones a desencuentros (Dauro, 2007), Neverland (Zumaya, 2010), Muros (UNED-Ciudad Autónoma de Melilla, 2010), accésit del XXXI

Premio Internacional Ciudad de Melilla y Novela Negra (Devenir, 2013).

Ha coordinado recientemente en Playa de Ákaba El salón Barney, una antología de poetas en red y acaba de publicar en el mismo sello una nueva edición digital ampliada del poemario Muros.

Forma parte de la antología Disidentes. Antología de poetas críticos españoles (1990-2014), preparada por Alberto García-Teresa y publicada por Oveja Roja.

 

 

 

 

 

 

 

 

Código binario

 

 

Bajo todas tus palabras

hay un código secreto.

Cuando escribes, todo el mundo

se reduce a la alternancia

todo/nada, cero/uno.

Cuando dices que me extrañas,

¿suman, restan o dividen

esas letras lo que sientes?

¿Hay espacio para amar

en mitad del algoritmo?

 

 

 

 

 

 

Chabolas

 

La chabola escribe poesías malditas

con la sangre de las ratas del Parnaso.

Grifos deshidratados, las literas

de cartones viscoelásticos, la boca

del gris de la basura cocinada,

componen las estrofas bajo un cielo

de mierda titilante y hojalata.

El poeta, con un brazo y una aguja,

dialoga con la muerte y con la vida,

y acude a esos congresos de olvidados

en busca de dos gramos de canciones.

Sus ojos se convierten en espejos

cruzados por discursos de gobiernos,

de onegés a lo intervida,

promesas de viviendas

con sus tres habitaciones, trabajos para todos,

para todas (que no discriminamos en España),

colegios digitales, tan modernos,

y un parque con columpios para peques.

 

El poeta de la peste y de la chapa

falsifica la alegría de otras lenguas,

adopta las palabras del silencio

y toca con violín el desencanto

en las inaccesibles cimas de desechos.

Sus versos fugitivos de la vida,

del espacio, del tiempo, de la noche,

chirrían en los techos cartón piedra,

en las ventanas de un mañana inexistente

y dejan esa baba en los cristales

de las vergüenzas ajenas, perfumadas,

como marcas hiperbólicas del daño,

del dolor espolvoreado de piojos…

Un niño sucio corre

tras una rata negra,

como un dios tras una ninfa,

pisando agujas y condones…

 

Qué mal queda una metáfora

cuando el hambre aprieta en la garganta.

 

Es el asco, entonces,

el puro extrañamiento.

 

 

 

 

 

 

Paula Fuentes

(Las Palmas de Gran Canaria, 1978)

Como las nuevas generaciones comienza su actividad creativa en el ciberespacio. Abre su blog cariciafugaz.tumblr.com en el año 2012 después de tener muy buena acogida en Twitter, donde en la actualidad cuenta con más de 43.000 seguidores. Se mantenía a la sombra, hasta hoy, con amplia presencia creativa en las redes.

Ahora nos descubre su capacidad creativa y emocional con su ópera prima, Las estaciones del alma, donde nos muestra un mundo interior desbordante, con una riqueza de emociones y sentimientos que  transmite con una maestría extraordinaria que demuestra una gran madurez poética, según apunta el escritor Francisco Basallote, el cual realiza, una reseña acerca de su libro.

http://labibliotecadebashir.blogspot.com.es/2014/09/nueva-poesia-canaria-paula-fuentes-soto.html?m=1

Por otro lado el escritor Enrique Villagrasa escribe una reseña de su libro, para la revista “Qué leer” número 202.

Actualmente, debido a la gran acogida del libro, la autora está a punto de publicar su segunda edición y realiza diversos recitales, mientras prepara su segundo poemario.

 

 

 

De Las estaciones del alma, p. 131.

 

 

Mi sexo es un lugar común, ha sido profanado tantas veces, que ya ha perdido toda su religiosidad.

Mis labios muestran la prisa de un reloj adelantado, ansioso por redimir su culpa en cada embestida del tiempo.

Y cuando las puertas se abren, todas las tonalidades del rosa se hacen primavera.

Y el llanto avergonzado se desespera por liberar todos sus colores en un único gemido, mojándose con el inconformismo de un silencio, que lejos de ser calma, se ahoga con el ruido.

 

 

 

***

 

 

 

Ya casi había olvidado la maravillosa sensación de estar en celo, ese instinto animal que me arrastra a querer lamer una grieta o la prolongación de cualquier sonrisa que me haga mojar.

Y entonces repaso nerviosa el paisaje, y me froto inquieta las bragas, hasta que se me hinchan las ganas de mancharme las manos, a falta de una boca donde poder navegar.

Y echo el ancla con cada uno de mis dedos, en busca de un gemido que me obligue a cerrar los ojos y a gritar.

E imagino que entras a la fuerza para hacer callar a todo el ruido que me sobra mientras te pide que le pongas tu nombre a este desahogo y la respiración vuelve a su sitio, dejándose abrazar.

 

 

 

 

 

 

 

 

Me llamo Xerach Jiménez Queiruga. Nací en Las Palmas de Gran Canaria un 3 de junio de 1981. He vivido casi la totalidad de mi vida en esta ciudad y me siento orgullosamente canario, aunque por mi cuerpo corre una mitad de sangre gallega procedente de mi madre, y por la cual me siento estrechamente unido e influenciado por este otro pueblo.

Empecé a escribir poesía muy joven, como casi todo el mundo, pero realmente he encontrado mi voz y mi pasión por el ejercicio poético hace apenas unos tres o cuatro años. Eso sí, la lectura siempre me ha acompañado y formado. Entre mis mentores se encuentran Benedetti, Miguel Hernández, Pedro Salinas, Cernuda, Ángel González, Alejandra Pizarnik o José Ángel Valente.

Soy licenciado en Filología Hispánica por la ULPGC. En este momento me encuentro en el inicio de mi tesis doctoral, dirigida hacia el estudio de la poesía española más reciente –últimos años del siglo XX y el siglo XXI–, enfocada hacia las antologías y a las poetas mujeres, insertándose la línea de investigación en esta nueva sociedad globalizada, neo-liberal, individualista y posmoderna.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Sextina desde las palabras a la vida

 

Qué poderosa es la palabra vida,

que acepta valiente el reto del hombre

bosqueja los mismos caminos, siempre

partiendo de la inexorable nada

allá, desde donde remonta el alma

persuadiendo la vida con palabras.

 

Palabra entre palabras no es palabras,

significante y expresiva la vida

transita, mas ella armoniza el alma

de todos los sentidos que cada hombre,

viviendo, escribe sobre la nada

con palabras, humanamente siempre.

 

Cuán presuntuosa la palabra siempre

omnímoda entre el resto de palabras,

diseminando de tiempo la nada

hasta entonces terca ausencia de vida

y que un día vino a habitar el hombre

en los tiempos en que solo era alma

 

Bajo sospecha arde la palabra alma,

perseverante inmortalidad siempre

es víctima del recelo del hombre

de forma que su susurro en palabras

sibilinamente alentó la vida,

íntimo y oculto anhelo de la nada

 

De todo palabra embrionaria es nada

yerma blancura desde la que el alma

espontánea abarrotó de vida

aquella soledad ya para siempre

condenada a entenderse con palabras

que alumbran el sinsentido del hombre

 

La palabra que respiramos: hombre

prodigioso vástago de la nada,

de existencia alimentas las palabras

que vivas sangran por la boca el alma

elocuente, revelando por siempre

que el hombre es hombre, mas el hombre es vida

 

Solo las palabras preñadas de alma

brindan al hombre sentido de vida

y mudan en siempre la blanca nada.

 

 

 

 

 

 

 

Parte Meteo-Antropológica

 

 

Algunas personas se despiertan soleadas

otras duermen convulsas entre masas de aire

una niña llora gotas de agua

en forma de fuertes rachas de rabia

con riesgo de ciclón sobre sus padres

los borrachos tragan tempestades monzónicas de whisky

y como palmeras

se ven mecidos por vigorosos vientos

que amenazan con tumbarlos

la élite social sigue cagando chuzos de punta

sobre toda la aborrascada gente

que vive a cero metros sobre el nivel del mar

las solteras caminan por las calles

provocando seísmos de escala diez en los jóvenes

maremotos de deleite en los ancianos

e insolaciones de grado uno en sus congéneres casadas,

quienes por cierto,

unas se hielan como regiones polares

por culpa de sus maridos,

otras emergen como islotes deshabitados

a la espera del diluvio pasional,

y unas terceras apenas se aprecian en el mapa

debido a su calidad como emplazamientos inaccesibles

adonde solo los más valientes se atreven a llegar.

Los adolescentes sufren

su quinto verano seguido de sequía profunda

sin visos de que cambie su suerte

hasta que les coma el corazón una tormenta de deseo.

Los chismosos, por su parte,

pasan el día aprovechando

el vendaval que se cierne sobre sus víctimas

para transportar de este a oeste

sus plagas de envidia.

Los estudiantes pernoctarán

bajo el azote de una implacable presión atmosférica

con apariencia de azote laboral

Para la madrugada,

se espera un cien por cien de humedad

que obligue a toda la humanidad

a desnudarse

y a hacer el amor

aún a riesgo de que las precipitaciones (de ellos o de ellas)

inunden las habitaciones y aneguen los portales

y nos conminen

a revolcarnos en los múltiples charcos

de esta nuestra ciudad.

 

 

 

 

 

 

Iván Méndez González

(1981)

Licenciado en Filología Hispánica por la Universidad La Laguna (Islas Canarias, España), con Premio Extraordinario Fin de Carrera. Estancia de Investigación de Postgrado en la Freie Universität de Berlín, bajo la tutoría de Sebastian Neumeister. Realizó el Máster en Literatura Española e Hispanoamericana en la Universidad de Salamanca. Es candidato a Doctor en Letras Modernas por la Universidad Iberoamericana, Ciudad de México, con una tesis sobre la poeta mexicana Coral Bracho.

Ha trabajado en la Academia Canaria de la Lengua, encargado especialmente de la parte técnica de la elaboración del Diccionario Básico de Canarismos; y como técnico de campo en la elaboración del Atlas del Patrimonio Inmaterial de Canarias (APIC). Ha publicado diversos textos en revista especializadas como Ínsula, Revista de Occidente o Anuario del Instituto de Estudios Canarios.

Ha publicado en Revista de Occidente, en la revista Ínsula, así como en Can Mayor. Boletín de la Casa-Museo Gutiérrez Albelo. También traduce del alemán poetas importantes de la tradición en lengua alemana como Friedrich Hölderlin, Georg Trakl y Paul Celan, de quien la revista digital Vallejo & Co publicó una selección del libro Von Schwelle zu Schwelle/De umbral en umbral. Y también traduce nuevas voces de la lírica germánica como la joven poeta Ulrike Almut Sandig, de quien la revista Cuadrivio publicó una selección de su poemario Dickicht/Espesura. Actualmente, es colaborador de la revista Vallejo & Co.

Mantiene un blog, http://delimitedsilence.blogspot.com.es/, en el que publica algunas de sus traducciones.

Estos dos poemas pertenecen al poemario inédito El rumor de tu volumen.

 

 

 

“…unas rayas a través de las cuales poder ver sin ver nada”, Jacques Derrida.

 

 

alguien imaginó los límites

las sombras que perecen allí donde el órgano no llega,

romper las hiladuras del lenguaje:

sus instantes que se repiten

completan la forma del ojo, perfilan la materia.

alguien hace sonar su cuerno en la aurora,

y recuerda que no fuimos creados para comprender,

se escuchan a lo lejos a esas bestias

que no se ocultan en el mito,

se precipitan casi

a un nuevo nacimiento.

todo mirar comienza cuando enmudecen las imágenes,

cada palabra (un borde, un beso, una bestia rota

y enmudecida) anida un gesto, una rama que se parte,

esperan una llama, pequeña como un niño que resiste:

—es instinto animal, la boca entumecida, sólo un ojo en la raya—

puedo ver el rumor de tu volumen.

 

 

 

 

 

 

incrustadas en sus pulmones,

expulsando culpas como humo

como las piernas mugrientas de los niños,

sentados en la fuente solitaria

de los deseos silenciados,

como si contaran desiertos,

o como si esperaran

con lentitud la piel del frío:

las heridas de la transparencia.

 

 

 

 

 

 

David Pulido Suárez

(Las Palmas de Gran Canaria, 1981)

 

Estudió Filología Hispánica en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Ha publicado relato breve y poesía en las revistas Calibán (enero-marzo 2002, nº10), Ínsula Barataria (nº3), Aenigma (publicación colectiva 2002-2003-2004) y La Plazuela de Las Letras (nº2-12). Entre otros, ha recitado en el programa de radio “La voz de los poetas” (2003) y en el “Pan: Primer Encuentro y Festival de Poesía Joven-2003”, celebrado en Salamanca, organizado por su universidad y la Asociación de Jóvenes Hispanistas “Calíope”. En 2011 publicó Dame un nombre (Ediciones Idea), de donde se extraen los textos aquí presentes. Ha ejercido de redactor publicitario y biógrafo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

De nombres constelamos un vacío

que ni siquiera alcanzan nuestros ojos:

se llama estrella aquel lejano brillo

y vida dicen a esta piel que toco.

 

Es un anciano moribundo, olvido;

amor, los labios donde labios pongo;

la mano ciega que me guía, sino,

y muerte lo que bajo un techo alojo.

 

¡Con qué furor las sombras acotamos

y al aire le buscamos la cintura!

El mundo lo sabemos tan inmenso…

 

Se nos olvida que el esfuerzo es vano,

que siempre quedará insaciable duda

del verdadero nombre del misterio…

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Una suma infinita

de personas y sucesos

viven hoy en estos huesos:

en mi sangre se dan cita.

Y este cuerpo que hoy habita

este hombre como suyo

es apenas el murmullo

del afluente de otro río

que hoy navego como mío

y mañana será tuyo…

 

 

 

 

 

 

Daniel María

(Agulo, La Gomera, 1985)

 

Es escritor, actor y guionista. Ha trabajado en cortometrajes como Roedores, Cabeza de familia, Las musas reparten alcohol y Coreografía (protagonizado junto a la actriz Emma Cohen), así como en los espectáculos de monólogos MonoloGordo y Endanimoniado (Ganador del Certamen de Monologuistas de La Guancha, Tenerife, 2006). Codirigió la Escuela José Manuel Cervino de Teatro y Cine de Arafo hasta su cierre en 2009 y ha impartido diversos talleres de interpretación y cursos para escritores. Publica artículos sobre literatura y cine en las revistas Travelarte.com, Papirucucus.com, Revistatarantula.com, La Página y el suplemento cultural El Perseguidor. Ha publicado el poemario Hilo de cometa (2009) y el libro de cuentos (De)función cómica (2009). Es responsable de la edición y novelización del guión literario de la película El extraño viaje, de Pedro Beltrán (2011), con prólogo de Luis G. Berlanga, y de la edición de Los casos de Cargel Blaston (2013), a raíz de descubrir la verdadera identidad del autor de novelas policiacas de los años 50. Es autor, asimismo, del estudio crítico El caso de la película imposible: El extraño viaje (2011), que recoge su investigación sobre la película de culto dirigida por Fernando Fernán Gómez. Su primera novela, El hombre que ama a Gene Tierney (2013), obtuvo el Premio de Edición Benito Pérez Armas 2011. Posee también el Premio Internacional Jóvenes de la Macaronesia (2005), el Premio Félix Francisco Casanova de Poesía (2007) y el Premio de Teatro de Autor de la Escuela de Teatro de S/C de La Palma (2009).

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Éramos el frío y tus palabras.

Abrí el libro, acurrucado

en un asiento de la ciudad que no eran tus brazos.

La calle apenas transitada.

Lejano el ruido de los coches.

Me abrigaba el temblor de la chaqueta.

Sin embargo, no acudí al refugio de los bares;

a la mesa también fría.

Rechacé verme rodeado de asientos que no ocuparas.

Quedé allí, en la rubia intemperie.

Abrí el libro, decía,

y ya no tuve memoria de la tarde.

La calle es ahora un campo de maíz.

Las espigas también quieren

entrar en la lluvia

 

 

 

 

A Yoli

 

Me dijiste que, en la espera,

no dejara de conocer otras mujeres,

que les hiciera el amor si así lo deseaba.

Ni la frase ni tú

habéis parado de dolerme.

Llovió.

Ella duerme. No se te parece en nada.


 

 

 

 

 

 

 

 

Azucena Arteaga

(Santa Cruz de Tenerife, 1988)

Licenciada en Historia del Arte por la Universidad de La Laguna.

En 2008 comienza a colaborar en la Sala Conca, la primera galería de arte de Canarias, con 43 años de historia, esta faceta coincide con sus inicios como poeta. Desde 2013 realiza también artículos sobre arte contemporáneo, algunos de ellos han sido publicados en prensa local. Este año recibió una mención por su poemario Midnight Blue, en la 38 edición del premio Félix Francisco Casanova.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Sedienta

 

 

Nací con sed

de voltajes azules

y con una bestia

hija del desliz prematuro,

con un fantasma.

 

Siempre somos dos:

ella, antigua,

muda, invisible,

me grita;

y yo, mortal,

domesticada

y novicia.

 

Me siento sobre la ausencia,

frente al espejo

le leo los labios,

parece que me canta, como Bowie:

“You’ve got your transmission and your live wire”

 

Ella se sienta sobre los siglos y lee mis sombras:

 

quiero ser un pararrayos

de explosiones cósmicas,

de las descargas sigilosas en los ojos de un amante,

de las incendiarias tormentas en la piel,

de la sinfonía eterna de las estrellas,

del girar callado, de esta nave de tierra y agua

que mece espíritus y azares.

 

Las dos lloramos,

por los vacíos y los rotos

que levitan sobre el skyline;

escondemos la cabeza como avestruces marinas,

bebemos el aire lapislázuli, de una tarde de verano.

Se sabe que el agua del mar

es un buen conductor de electricidad,

también los versos

y las miradas que acunan extraños latidos,

que parecen reconocerse

de otras vidas azules

como nuestra sed

de voltajes

azules.

 

 

 

 

 

 

 

 

Todo y nada

 

 

El poema es

un eco,

una huella,

una jaula entreabierta

al vaivén del humo.

 

El latido,

es una frontera,

un semáforo.

 

(Sístole es la caricia de un baobab

diástole, el suspiro de una piedra.)

 

La palabra es una trinchera

de pétalos punzantes.

 

Los párpados cerrados

son las puertas del cielo y del infierno,

y son el camino a mis orillas mecidas.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

I was born in a little place called Adeje. Mi nombre es David Martín (1988, Tauro) y durante los primeros años de mi vida mantuve una relación onanista con cuentos y fábulas. En la adolescencia, podría decir que mejoró, pero mi madre siempre me ha dicho que no hay que contar mentiras. En mi Tenerife natal he encontrado el entorno perfecto para morirme de hastío la mayor parte del tiempo, y gracias a eso y al ansia por cagarme en mi mísera existencia, encontré el escape perfecto en la escritura. Siempre me vi a mí mismo como una suerte de Chuck Palahniuk a lo cañí, pero me flaquea la voluntad para poder lanzar adelante mi primera novela. Estamos trabajando en ello. ¡Y ahora resulta que me han dicho que soy poeta! Pues vale. Si estás leyendo esto desde el futuro, en el siglo XXVII, te pido perdón desde ya. No pretendía haceros esto.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Manifiesto

 

 

Escucha, imbécil.

 

Somos los hijos de la ONU

Paridos por una puta tardía de La Movida

Por nuestras venas corre cerveza

Y nuestro cerebro es ceniza de tabaco

 

Nos criamos viendo tetas en la tele

Luego eso dejó de estar bien

Crecimos entre la plaza e Internet

Descubrimos el porno a 56K

 

Los dibujos animados eran obscenos

A nadie le preocupaba

Negros llenos de moscas a la hora de comer

Y después, la sabiduría de Ana Rosa

 

Criábamos mascotas digitales

Las ahogábamos en mierda y las dejábamos morir

Y luego revivían pulsando el botoncito de atrás

La soberbia de un dios sobre los píxeles

 

Nos dieron videojuegos de tiros, de coches de carreras

Nos enseñaron que la princesa debía ser rescatada

Nos dejaron pensar que la mujer era un florero

Que todos los maricones eran como Boris

 

El valor de la dignidad humana

Carmen de Mairena, Tamara, Paco Porras

El valor de la privacidad

Las revistas del corazón, Gran Hermano y Belén Esteban

 

Nos bebemos la felicidad a chupitos de vodka

Nos elevamos a los cielos de la ketamina

Follamos con desconocidos, no intimamos con la familia

La temeridad por himno y el desamor por bandera

 

Somos la generación del gin tonic

Modelos de Instagram, filósofos de Twitter

Novelistas de Facebook, amantes de Badoo

Moradores de Foursquare, yonquis de Tumblr

 

Engreídos, brillantes, guapos

Estúpidos, malcriados, burlones

Vivimos rápido, morimos más rápido aún

Apurando los días como la pava de un porro

 

¿Y aún te sorprende que seamos unos putos minusválidos emocionales?

Gilipollas

 

 

 

 

 

 

Gomorra 2K15

 

El pasillo torcido entre la negrura

El suelo pegajoso besa mis suelas

El humo se eleva al techo, goteando sexo

Docenas de ojos me exploran, me inundan

Unos dedos firmes acarician mi espalda

Mi moral me abandona, Eros proclama

Un desconocido me ofrece sus labios

 

Muerdo la manzana

 

Dos manos aprietan mi torso

Una lengua fugada juguetea con mi pezón

Arqueo el cuello y sonrío complaciente

Pagaré el precio de la decencia

 

A new challenger appears

 

Otro aliento con sabor a vodka

Exhala en mi oreja la ambrosía divina

Empujo hacia abajo, me ofrezco

Comienza la lucha

 

Compartir es vivir

 

Dos lenguas, cuatro manos

Dos hombres y su presa

A mi alrededor aullidos, gemidos

La batalla es más intensa que nunca

 

Tres nunca es multitud

 

Oteo con mis manos en la oscuridad

Me agarro a un cetro palpitante

Un suspiro me devuelve la respuesta

El sudor es petróleo altamente inflamable

 

Su orgasmo, gracias

 

Mi semilla riega caras, brazos

Mis gritos cruzan Gomorra

Recupero la dignidad rota

El pasillo torcido de los vencidos

 

A mi espalda, estatuas de sal.

 

 

 

 

 

 

Silvia C. Rivero

(Tenerife, 1988)

 

Nacida en tierra de volcanes, la lava que lleva dentro se ha ido transformando en palabras. Ya desde muy temprano tuvo muy clara su inclinación por el mundo de las letras, cambiando tardes de juego por lecturas interminables de las que nunca se aburría.

Saltando de trabajo en trabajo y a pesar de no haber finalizado sus estudios (enfocados siempre a la rama lingüística), nada le ha impedido estar siempre ligada a las letras.
Inicia su período de mayor actividad en este campo hace algo menos de un año, cuando tras abrir al público su blog “Traslapiel” (www.traslapiel.WordPress.com); comienza también a organizar recitales poéticos en la isla de Tenerife (la mayoría de ellos en la ciudad universitaria de La Laguna) y surge como consecuencia el grupo poético “El Club de los Putos Poetas”, con el que inicia una actividad frenética en muy pocos meses. Habitual de los espacios de expresión poética laguneros, intenta por todos los medios despertar la poesía en su ciudad de origen y compagina cada acto con la actividad ininterrumpida de su blog y la creación de material para un futuro poemario.
Su sueño: malvivir de las letras el resto de su vida, pues no concibe otra forma de vivir que a través de las palabras.

 

 

 

 

 

 

 

 

Otro contrato basura,
el eco del despertador
que anuncia el paseíllo hasta la cámara de gas.
La muerte anunciada de otro sueño
detrás de una caja donde te tratan como basura,
donde pasas por el lector
los códigos de almas sin dueño
que compran la vida enlatada,
que miden el tiempo en envases,
la felicidad personificada
en la última cajera que les sonrió.

La desidia
instalada en el calendario,
la esperanza muerta bajando por el desagüe,
humo de tabaco y mis manos de ceniza,
este aire vacío de ilusiones que ya no hincha mi pecho,
que ya no trae consigo bocanadas de libertad
porque vivo en una jaula llamada rutina,
porque ya no encuentro la combinación correcta
para acertar en la quiniela de los días sin nombre.

Otro contrato basura,
con-tratos basura hacia mi persona,
pasando mis sueños por el lector,
ahogando la esperanza.

 

 

 

 

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Hay hombres-ceniza,
que se van con el viento
sin hacer ruido
después de quemarte
y quemarse contigo.
Hay hombres-barro,
que se dejan moldear,
que encajan en tus manos,
pero dejan manchas,
dejan siempre su rastro.
Hay hombres-cometa,
que llenan de color las tardes de verano,
que planean sobre tu cabeza
mientras se alejan
y es cuestión de dejar escapar un hilo para perderlos.
Hay hombres-tormenta,
son los que arrasan con todo a su paso,
los que te sacuden los huesos
y te obligan a hacer inventario de daños tras su marcha.
Hay hombres-casa,
hogar,
refugio,
son aquellos que abren los brazos
y protegen a la niña asustada
que duerme en mi cama.
Hay hombres-navaja,
que dejan cicatrices en la espalda,
que pinchan costillas
con el filo de su ausencia
y nada corta más
que uno de sus besos de despedida.
Y todos tienen en común,
que fui una mujer distinta
después de pasar por sus brazos.

 

 

 

 

 

 

Andrea Abreu López

(Tenerife, 1995)

 

Estudia Periodismo en la Universidad de La Laguna. Nació en Icod de los Vinos, la tierra de Emeterio Gutiérrez Albelo. Cuando tenía solo 10 años ganó el premio escolar de poesía Emeterio Gutiérrez Albelo. El realismo mágico y el surrealismo han sido sus vías para conocer y celebrar la realidad que no está, un mundo que vive bajo la corteza de los ojos. Julio Cortázar ha sido la curva del puente. Estudió un curso de poesía con Coriolano González Montáñez, quien deslizó en ella el amor por la poesía de mujeres como Sharon Olds, Wislawa Szymborska y Diane Di Prima. Busca en la poesía un escape de lo cotidiano, de lo sistemático, de las normas que el sistema impone para descodificar la realidad. Busca la sencillez de un gato, que escapa de la construcción humana, o la metafísica de un árbol. Algo que está más allá de las cosas que vemos y tocamos. Esta búsqueda la ha llevado a profundizar en el activismo ecologista y feminista. La poesía es una forma de observar el mundo, de entender la realidad, y nos abre a cambiarla y a construir. Es creadora y parte del equipo del blog literario Proyecto Garabatos (www.proyectogarabatos.wordpress.com), y en los blogs El bicho negro (www.elbichocarretero.blogspot.com) y Cielo raso (www.elcieloraso.blogspot.com).

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Llueve en la calle herradores

 

Llueve en la calle herradores
dos niños
que juegan a morirse
pam              pam
un golpe certero en el pecho
tres monjas negras
que salen de un portal

oscurece en la calle herradores
no hay hojas
no importa
en el cielo
el aire
también balancea la calle
las luces más tenues
no hay flores

no tengo paraguas
solo una antena parabólica
un pequeño recuerdo de vida
dos niños
que juegan a morirse
pam              pam
un golpe certero en el pecho
tres monjas negras
que salen de un portal
el cielo sin hojas
el aire que porta la calle
las luces más tenues
la ausencia de flores
una palabra muy larga
la noche

la certeza

nosotros también moriremos

pam              pam.

 

 

 

 

 

Utilidad de mi casa

 

Para Aida González Rossi,

por aquello de los edificios interiores.

 

 

He hecho unas galletas de canela

están en la mesa de la cocina

 

no me mires así

gato

 

no ves que no tengo ojos

sino dos bloques

cemento

yo también quiero saber qué ocurre

nepal

hay gente que vive en mi ropa sucia

en las bragas que asoman de la gaveta

 

gato

te puedes quedar este domicilio

yo ya no lo quiero

sabes lo que hay en Gokayama

tejados como naipes en actitud de reyerta

sabes lo que hay allí

la nieve

 

me preocupo por ti

gato

 

gato barroquismo

no ves que no queda comida en lata

pack ahorro gourmet gold mousse

surtido catessy bocaditos

 

nada

NADA

 

no quedan sino edificios aquí

y yo ya no soy de carne

gato

nagual

quién sabe si tú no eres yo

o si yo soy tu comida en lata

 

 

sweetness sweetness i was only joking

when I said I’d like to

smash every tooth in your head

gato

 

apaga la maldita radio de una vez

no ves que no soporto más la

casa distopía

que me duele el cuerpo de la fm

 

gato

escúchame

no ves que

yo soy presa por partida doble

cárcel de esta casa                                                                  cárcel de mí

 

de la lombriz verde que se posa

en mis esquinas.

 

 

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