Presentamos una serie de textos del poeta peruano Mario Montalbetti (Lima, 1953). En 1979 fundó junto con Mirko Lauer y Abelardo Oquendo la revista cultural Hueso Húmero. Su primer libro de poemas, Perro Negro. 31 poemas (1978). También ha publicado los poemarios Fin desierto, Llantos Eliseos, Cinco segundos de Horizonte, El lenguaje es un revólver para dos y 8 cuartetas contra el caballo de paso peruano.
LLEVA AL MARRANO MÁS ALLÁ DE LOS CERROS
Lleva al marrano más allá de los cerros
y regresa antes de que comiencen las lluvias.
Cenaremos, me dirás que me amas y encenderás
la última vela que nos queda en el armario
para que pueda leer y tú jugarás con el perro
pastor que mantiene unidas las ovejas del rebaño
y luego
saldremos juntos a contemplar la Luna (Las lluvias
habrán cesado) y entonces me dirás
(Los pinos apenas se mecen con el viento
La cerca de las vacas necesita repararse)
Que mañana partes para las montañas.
Me propondrás dormir
afuera y entonces
entendí que tu serenidad era real y un beso
y cn el arte como solitario desayuno
no tendré noticias tuyas sino hasta después
de un año. El tono de mi vida habrá cambiado.
Perderé la costumbre de leer y pasaré
las noches (los días me serán casi imperceptibles)
tratando de entender las constelaciones.
Miraré Orión y también algún capitán extraviado
en el Indico lo hará y hasta llegaré a ver la
estrella polar desde el hemisferio sur.
Las noticias dirán que lograste llegar
a Europa, que te civilizas,
y que un finlandés próspero maderero
te divierte interminablemente entre los pinos
(sus pinos) marrones. Recordaré entonces
nuestra última noche. Y luego de dos, tres, cinco
hijos y dos cesáreas y el finlandés
en Nápoles y luego en Grecia
y luego en Austria tu salud comenzará con la tos
a derrumbarse pero el finlandés en Dinamarca
y entonces quedará muy poco de ti apenas
un borroso recuerdo mío y una tarde y el
finlandés perdido en el mejor desierto africano y
entonces ya no tendré las redondas constelaciones
encima y todo paraíso estará
irremediablemente perdido.
Vete ahora;
Lleva al marrano más allá de los cerros.
DÓNDE ESTÁ MI MUJER, MI MUJER
Dónde está mi mujer, mi mujer
la mujer que más amé?
En qué distante lugar del mundo?
Sobre qué valles navega ahora
con su temible orgullo?
Con qué hombres se acuesta?
Dónde está mi mujer, mi mujer
la mujer que más amé?
Ella mira las nubes con sus
redondos ojos tristes
ella dice parecen árboles y ella
no sabe nada de árboles.
Dónde está mi mujer, mi mujer
la mujer que más amé?
Dónde está con sus brazos largos
y el jabón blanco que usa?
Ella escucha los los sonidos de las estrellas con sus
redondas orejas tristes
ella dice parecen cerezas y ella
no sabe nada de cerezas.
Dónde está con su memoria fresca?
Dónde está bajo los nogales que no hacen sombra
esparciendo su vientre matinal sobre la hierba?
Dónde está mi mujer, mi mujer
La mujer que más amé?
Ella besa los labios con sus
redondos labios tristes
ella dice parecen paraísos perdidos y ella
tan débil como el sol
no sabe nada de el sol.
Y no sabe nada del mar y ella
no sabe nada del viento.
Ella acaricia los cuerpos con sus
Redondas manos tristes
Ella dice parecen columnas de arena ye ella
Tan tierna como la luna
No sabe nada de la luna.
Dónde está mi mujer, mi mujer
la muher que más amé?
Dónde está la brisa que deshilvana sus pestañas?
Dónde está el patio en el que lava
el pequeño acuario?
Dónde están los coches sin lluvia?
Ella muerde los cuellos con sus
redondos dientes tristes
ella dice parecen huracanes invisibles ye ella
no sabe nada de huracanes
pero ella
puede ir al mercado
Dónde está mi mujer, mi mujer
la mujer que más amé?
Ella pasa por alto los tomates verdes y
las lechugas y entones pienso
que no cenaré una abundante ensalada.
Ella rodea los altos picos de las botellas
del vino y los blancos armarios refrigerados
que almacenan los hongos y entonces pienso
que no hablaré de duendes
ni de bosques y yo
no sé nada debosques.
Dónde estña con s transparente danza?
Dónde está mi mujer, mi mujer
la mujer que más amé?
Ella esquiva a la señora que vende flores
a la salida del mercado y entonces pienso
que la botánica no es un gran tema y
que tal vez la historia de mi primer viaje en bote
la entusiasme por decimocuarta vez.
Dónde está mi mujer, mi mujer
la mujer que más amé?
ella no enrumba a casa y no podré hablarle
de cómo caminé la tarde bajo el sol y
entonces pienso que ella no regresará
y ya no sé nada de ella. Y entonces
me refugio en ciertas verdades elementales
que repito incesantemente.
La lechuza no es ave guanera la vaca
no es siempre negra hay baca pinta la ardilla
no es sólo ardilla también es trébol.
Dónde está mi mujer, mi mujer
la mujer que más amé?
No recuerdo haber visto su rostro
entre las innumerables sonrisas de la arena.
No recuerdo haber visto sus ojos entre los ojos
desvanecientes de las gaviotasy los he buscado
con el redondo sol encima entre todos los seres
de la tarde y entre los lentos osos de nuestros
inaparentes zoológicos.
Será, me digo, diciembre.
No recuerdo sus manos y su voz la confundo
con las naves melancólicas que cortan el viento
como soplando a la vez todas las notas del rondín.
Dónde está mi mujer, mi mujer
la mujer que más amé?
Ahora solo recuerdo que no habita ningún haiku
que no habita ningún bosque perfecto
que su vientre es oscuro como una piedra
que aborrece el silencioso ascenso de la espuma
del mar de la cerveza de la boca del perro,
sólo recuerdo que afeitarme le cansa radicalmente.
Ahora sólo recuerdo que he perdido la costumbre
de esperarla sobre las bancas verdes del parque
que sus dedos son una gran metáfora de la artritis
ahora sólo recuerdo que cando íbamos a la playa
el mar la violaba con violencia
ahora sólo recuerdo una inmensa infinita ira.
Dónde está mi mujer, mi mujer
la mujer que más amé?
Ella mira escucha besa acaricia el cuerpo
de algún otro ciudadano con sus
redondas entrañas tristes
ela dicen parecen flores del amor y ella
no sabe nada del amor
y entonces pienso que la debilidad
es la raíz de la fuerza y que lo inmóvil
gobierna el movimiento y mis amigos
taoístas creen que estoy en sus filas
y entonces todas las gotas de la lluvia
caen sobre mi cabeza y entonces
pienso que no puedo vivir sin ella y yo
no sé nada de ella.
BASTANTE MENOS QUE UNA IDEA
No creas en la verdad.
No creas en la belleza.
No creas en el amor.
Síentate en el piano
sopla el corno
rasga la cuerda
y quedamos a la par.
No me alcances un bezerol
si me duele la cabeza.
No repitas conmigo
películas que ya viste.
No creas que hay algo
importante en lo que haces.
Ni siquiera una buena acción
es tan buena como ninguna acción
Octava nube o noveno ciclo apartes
algún día el cuerpo será un hecho suficiente.
(De Perro negro)
ocho cuartetas en contra del caballo de paso peruano
[14 versos]
arrojo una palabra la palabra describe una parábola
la palabra describe una parábola arrojo una palabra la palabra
se separa se aleja de mí describe una parábola
la palabra describe una parábola la palabra no describe un objeto
al final de la parábola
al final de una parábola puede haber puede no haber un objeto al
final de la parábola puede no haber nada pero no puede no haber
una parábola
lo único que hay es la parábola que describe la palabra al ser
arrojada fuera de uno
arrojo una palabra la palabra se aleja de mí describe una parábola
arrojo una palabra la palabra se aleja de mí describe una parábola
arrojo una palabra la palabra se aleja de mí describe una parábola
arrojo una palabra la palabra se aleja de mí describe una parábola
La palabra no descrie un objeto que no hay o no hay al final de la
parábola solo describe una parábola.
al final de la parábola hay un caballo
la palabra le cae al caballo lo parte en dos tres el caballo
colapsa se parte en dos en tres lo extermina
puede hacer un caballo puede no haber un caballo al final de la
parábola no hay un caballo
describe una parábola
MOMENTOS ESTELARES DEL ESTADO-NACIÓN PERÚ
[16 versos]
I
¿En qué momento el Perú
es desde este momento
se jodió el Perú
se desde este momento libre
se jodió
el Perú es desde este momento se jodió
por la voluntad general e independiente es libre
ricas montañas?
[momentos estelares del estado.nación Perú]
II
el amor tiene algo de odio de dios
el amor siendo humano tiene algo del odio de dios
el odio de dios no es humano
el amor siendo humano tiene resaca y delito
el amor humano se empoza y se quema en la puerta del horno
como el odio de dios
como el odio ciego de dios
su luces en luces en sol
(De Ocho cuartetas en contra del caballo de paso peruano)
2
Me despido del elefante.
El elefante es la muerte.
La vida es el camino.
que el elefante rrecorre.
14
Lejos de los seres humanos, lejos de las leyes.
Cerca de los bocaditos deliciosos.
La lluvia cae.
El río fluye,
Escenas del camino abandonado.
Apartarse del camino es una escena.
Apartarse del camino es una imagen.
No hay camino desde el que se pueda decir:
No hay camino.
Apartarse del camino es una imagen del camino.
Sólo no hay. Camino.
Me despido de la imagen.
(De Vietnam)
Quásar / El Misterio del Sueño Cóncavo
I join these words for four people,
Some other may overear them,
O world, I am sorry for you,
You do not know these four people.
Ezra Pound
Tu mano de garra pudo acariciarme la frente;
/pero no lo hizo.
Tus tetas de barro pudieron descolgarse sobre mi rostro;
/pero no lo hicieron.
Tu sexo andrógino no se permitió debilidad alguna.
Recorres en silencio el silencio del cuarto
con una cabeza humana entre tus dientes.
¿Dónde está ahora tu cuerpo, pequeño tigre?
Las sábanas de la noche están mojadas de esperma
/de sangre y de sudor.
Mi miedo es mi brújula y mi miedo, pequeño tigre,
es el centro de tus círculos concéntricos.
Abismo es la distancia entre el arco más alejado
/de tu asedio
y el mueble punto sobre el que te ciernes.
Sentado sobre el catre blanco trato de replantear
/el Este.
Tus ojos espejo continuaron la senda helicoidal
Y se bebieron toda la luz;
tu tráquea ha sorbido todos los ruidos.
Tu cola sincéntrica ha enlazado todas las distancias.
Abismo es la distancia que nos encuentra, pequeño tigre.
Busco en mis planos la estructura del asedio;
sólo encuentro a Tokyo en la palma de mi mano.
Abismo es la distancia que nos devuelve, pequeño tigre,
a un orden nuevo.
La palabra “real” tomada en sí misma es difícil
/de comprender.
En viejos ascensores atascados recorrí segmentos
/del asedio
¿persiguiendo? Las huellas invisibles de tu paso.
Nada se ve, nada se escucha, oh imbécil amo del silencio,
en este limbo espeso como la brea: todo se siente.
Yo siento el pesado aliento del viaje de tus pómulos,
/pequeño tigre.
Huyo al baño para tratar de resolver el asedio.
La toalla inmaculada pende de un gancho de aluminio
desplomándose como una catarata detenida.
Me miro en el espejo, hace demasiado calor,
/y me pregunto:
“¿Es esto real?”
Saco mi lengua reseca y mi lengua, pequeño tigre,
lame la pelambre regular de tus lomos;
/sin tocarte.
Eres bajo una forma de ser
que toda mi experiencia anterior me dice que no es.
Eres igual a mí pero vacío.
Y sin embargo eres costumbre cuerda nudo asombro alisio.
si en realidad habitas mi páncreas, mi hígado y mi recto.
De cara al espejo entiendo la geografía de tu asedio,
pequeño tigre, la nomenclatura de tus esferas.
Yo soy la duda y el que duda.
Existe un lenguaje sin género ni número,
sin caso ni tiempo ni modo, sin activa ni pasiva.
El nombre del lenguaje está inscrito en signos binarios,
Con largos fémures bajo la forma de pequeños rabitos.
Ninguna realidad está debajo de ese lenguaje;
sus palabras no mencionan objeto alguno.
Con ese lenguaje construyo el abismo que nos encuentra,
/pequeño tigre.
Mis sonidos se sustentan en el error,
tus movimientos circulares son la naturaleza del cortejo.
Sigues siendo, pequeño tigre, sigues rodando.
Sigues burlándote de mi grosera semiología, sigues girando.
Mi cuerpo volvió a sentir la torpe necesidad de la colcha.
Dejé el baño; cerré la puerta; regresé al catre (blanco).
Un lago obscuro se eleva sobre sí mismo
levantándose en espiral desde el centro de un ruido.
Capas sucesivas y tibias comenzaron a desprenderse
/de las superficies del lago
desplazando el oxígeno, invadiendo cada zona del cuarto.
Un violento olor me sumergió adentro
por los canales discontinuos de la metástasis. . .
. . .
Has meado, pequeño tigre:
¿es ésta la señal de tu permanencia?
Tendido de cara al techo imagino la curvatura
/del asedio.
Intento reconstruir la historia con un juego de espejos
colocados en un solo tiempo.
Un sueño es un acto de inteligencia.
Vagas y obscuras formas comienzan a delinearse
con la misma irregularidad limítrofe que la de la costa
/y el mar.
Ya no me muevo;
el cansancio y el sudor han tomado por asalto mi cuerpo.
El abismo se colma; los espejos ya no refractan;
ubres umbilicales interpretan las geometrías.
Mi tacto y mi olfato fundarán el universo.
Tu cuerpo, pequeño tigre, se tiende sobre el catre
/junto a mi cuerpo.
Mis uñas raspan desde el temor los cursos laterales
/de tus lomos;
viejas cicatrices se abren paso entre mis dedos
dejando una estela segura.
Zonas gélidas, zonas tórridas, se suceden en transición.
Ya no hay delante, debajo, encima ni detrás;
sólo permanece el entre, llenándose y vaciándose,
siguiendo el ritmo de las branquias de la noche.
La esperma, la sangre y el sudor suplantan al catre.
Aparecen los falos.
Monte sobre trueno; viento sobre viento; trueno sobre
/fuego.
Yo siento tu falo, pequeño tigre, horadando mis cavidades;
/devastando.
Continuando un movimiento natural que nos contrae
adentro, adentro, hasta las arcaicas simas.
Mi temor encuentra un nuevo espacio:
temo que mi falo te aniquile, pequeño tigre.
Ese nuevo espacio es falso; no hay espacio.
No tengo aire; tu aliento lo trasforma todo en azogue;
/no tengo aire.
Mi falo se eleva sobre sí mismo
iniciando un viaje esférico que lo resume todo
(el espejo, el abismo, el lenguaje, el baño)
en un solo movimiento.
Y al final de su recorrido la redonda morada apareció
/en su exacta ubicación:
mi falo perforó hasta tu último quark.
Todos los sentidos convergieron; todos los movimientos.
Un viento huracanado revolvió el cuarto
girando en torno al eje de la doble cópula.
Por primera vez te veo, pequeño tigre;
tendido, extenuado, hermoso y limpio.
La noche comienza a perder densidad.
Tu cuerpo comienza a perder consistencia.
Un irreparable orden ha quedado suspendido en la
/trastienda.
Hemos engendrado, pequeño tigre, la miseria de una
/metáfora útil.
(publicado por primera vez en la revista Hueso Húmero)
Datos vitales
Mario Montalbetti (Lima, 1953) hizo estudios de literatura y lingüística en la Pontificia Universidad Católica del Perú. Mientras era estudiante en la PUCP editó su primer libro de poemas, Perro Negro. 31 poemas en 1978. Posteriormente, viajó a los Estados Unidos donde obtuvo el PHD en Lingüística por el Instituto Tecnológico de Massachusetts. En 1979 fundó junto con Mirko Lauer y Abelardo Oquendo la revista cultural Hueso Húmero. En el primer número de esta revista publicó uno de sus más importantes poemas, Quasar. En 1995 editó su segundo libro, sumamente experimental, titulado Fin desierto. En la década siguiente publicó Llantos Eliseos y el excelente e intimista Cinco segundos de Horizonte a los que seguirían El lenguaje es un revólver para dos y 8 cuartetas contra el caballo de paso peruano.