Poesía, fama y poder: Barack Obama

Presentamos en Círculo de Poesía dos poemas de Barack Obama que fueron publicados en el número Spring de 1981 de la revista Feast, una revista literaria de 51 páginas que se describía a sí misma como “una revista semestral de poesía y ficciones cortas de la comunidad del Occidental College.” La revista ya no se publica de acuerdo a un comunicado escolar. El crítico Harold Bloom ha escrito sobre el poema Pop: “no está mal, es un buen poema popular, con algo de pathos, humor y emoción. No es del todo distinto del Langston Hughes que imitaba a Carl Sandburg.” Mientras que de Subterráneo ha dicho lo siguiente: “Me dio la extraña sensación de que él estuviera leyendo los poemas de D. H. Lawrence; me recordó el poema Snake.” Las versiones al español son de Adalberto García López.

 

 

 

Pop

 

Sentado en su asiento, un asiento amplio y roto

Adentro, salpicado en cenizas,

Pop cambia de canal, toma otro

Trago de Seagrams, delicadamente, y se pregunta

Qué hacer conmigo, un joven hombre verde

Que no considera

La estafa del mundo, porque

Las cosas han sido sencillas para mí;

Miro fijamente su rostro, una mirada

Que se desvía de su frente;

Estoy seguro que no es consciente de sus

Oscuros ojos llorosos, perdiéndose

En diversas direcciones,

Ni sus lentos y no deseados tics,

Negados.

Escucho, cabeceo,

Escucho, abro, hasta que me sujeto de su descolorida

Playera gris, gritando,

Gritando en sus oídos en los que cuelgan

Pesados lóbulos, pero él sigue contando

Su chiste, entonces le pregunto porqué

Es tan infeliz, a lo que me respondió…

Pero ya no me importa, porque

Él tomo demasiado maldito tiempo y, desde

Debajo de mi asiento, saco el

Espejo que he estado guardando; estoy riéndome

A carcajadas, la sangre que va de su rostro

Al mío, mientras crece pequeña

Una mancha en mi cerebro, algo

Que pudo escurrirse, como una

Semilla de sandía entre

Dos dedos.

Pop toma otro trago, delicadamente,

Señala la misma mancha

Ambarina en sus pantalones que traigo puestos y

Me hace oler su olor, proveniente

De mí, cambia de canal, recita un viejo poema

Que escribió antes de que su madre muriera,

Se levanta, grita y me pide

Un abrazo mientras me encojo, mis

Brazos apenas rodean

Su grueso y aceitoso cuello, su ancha espalda; porque

Veo mi rostro reflejado

En los lentes oscuros de Pop

Y sé que también se está riendo.

 

 

 

Subterráneo

 

Bajo grutas de agua, cavernas

Llenas de simios

Que comen higos.

Estoy pisando los higos

Que los simios

Comen, crujen.

Los simios aúllan, descubren

Sus colmillos, bailan,

Caen en las

Aguas corredizas,

Mohosas, húmedas pieles

Que brillan en lo azul.

 

 

 

Pop

 

Sitting in his seat, a seat broad and broken
In, sprinkled with ashes,
Pop switches channels, takes another
Shot of Seagrams, neat, and asks
What to do with me, a green young man
Who fails to consider the
Flim and flam of the world, since
Things have been easy for me;
I stare hard at his face, a stare
That deflects off his brow;
I’m sure he’s unaware of his
Dark, watery eyes, that
Glance in different directions,
And his slow, unwelcome twitches,
Fail to pass.
I listen, nod,
Listen, open, till I cling to his pale,
Beige T-shirt, yelling,
Yelling in his ears, that hang
With heavy lobes, but he’s still telling
His joke, so I ask why
He’s so unhappy, to which he replies . . .
But I don’t care anymore, cause
He took too damn long, and from
Under my seat, I pull out the
Mirror I’ve been saving; I’m laughing,
Laughing loud, the blood rushing from his face
To mine, as he grows small,
A spot in my brain, something
That may be squeezed out, like a
Watermelon seed between
Two fingers.
Pop takes another shot, neat,
Points out the same amber
Stain on his shorts that I’ve got on mine and
Makes me smell his smell, coming
From me; he switches channels, recites an old poem
He wrote before his mother died,
Stands, shouts, and asks
For a hug, as I shink, my
Arms barely reaching around
His thick, oily neck, and his broad back; ’cause
I see my face, framed within
Pop’s black-framed glasses
And know he’s laughing too.

 

 

 

Underground

 

Under water grottos, caverns
Filled with apes
That eat figs.
Stepping on the figs
That the apes
Eat, they crunch.
The apes howl, bare
Their fangs, dance,
Tumble in the
Rushing water,
Musty, wet pelts
Glistening in the blue.

 

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