Poesía de Tanzania: Loyce Gayo

Nacida en Tanzania, Loyce Gayo es una prometedora voz del panorama anglófono contemporáneo. Su énfasis emotivo en la diáspora y en el empoderamiento de los marginalizados se hace manifiesto en un discurso plagado de imágenes que recurren a un doloroso pasado que no cesa y a una pugna por transformar el presente. Actualmente reside en Austin, Texas, donde, tanto desde su labor como activista como poeta, intenta, a través de la enseñanza de escritura creativa en diversas instituciones de educación, brindar una nueva perspectiva desde la igualdad. Su trabajo, el cual se vuelca más hacia el performance lírico, ha aparecido en Button Poetry, Write About Now, Badilisha Poetry, y PBS. A continuación el poema titulado “How we forget”, donde existe una interesante referencia a una postal en donde aparecen frutas extrañas y hombres encapuchados; dicha referencia recurre a la brutal imagen de niños negros siendo colgados – cual extrañas frutas – por el Ku Kux Klan. La traducción del poema es de Gustavo Osorio.

 

 

 

 

 

 

CÓMO OLVIDAMOS

 

Olvidamos que estábamos adorando seres

Te olvidamos, Negro Jesús

Olvidamos al rey de reyes

Olvidamos que las coronas hacen nada por los reyes

Salvo poner peso en sus cabezas

Y un blanco en sus espaldas

Olvidamos que ponen precio a nuestras cabezas

Y peso en nuestras espaldas

Olvidamos que Sodoma y Gomorra estaban niveladas

Por el azufre y el juicio divino

Pero el Mississippi todavía está de pie

Olvidamos ciudades ardiendo

Olvidamos que las ciudades aún arden

Olvidamos que los colores son estacionales

Y esta piel se desvanecerá también

Me olvidé de mi piel

O quizás, empezó a valerme un carajo

Olvidamos que las utopías de algunos niños

Son un techo, que no susurra la noche

A los cuerpos dormidos debajo

Olvidamos los cuerpos, duermen debajo

Olvidamos que los cuerpos flotan, que los cuerpos cuelgan

Olvidamos las postales de barbacoa, extrañas frutas y hombres con capucha

Olvidé mi rabia, y el pulso que deprende por debajo de mi lengua

Olvidé mi lengua, y cómo solía caber perfectamente en mi bolso

Junto a mis deberes femeninos

Olvidé mi bolso, y mis zancos del alto tacón

Olvidé que el equilibrio ya no es un acto

Cuando te estás escondiendo detrás del cabello importado, una sonrisa descargada

Y una voz entrenada para saltar a través de aros

Flamas de fuerza ante sus chasquidos y el aplausos

No lo entiendes

Carajo, ya te olvidaste de que despertaste esta mañana

Se te olvidó cerrar el grifo cuando fregabas

Ese bote, ese plato, esa cuchara, o tu nalga izquierda o lo que sea

Pero te acuerdas de cómo va esa canción, ¿verdad?

¿Recuerdas cómo iba?

Recuerdas que querías tu té chai late grande con

Tres cargas, leche descremada, agua ligera, sin espuma y servido a

Cuarenta y ocho grados

¿Recuerdas cuán espiritual fue esa experiencia?

Olvidé por qué escribí esto

Olvidé si es que sólo estaba despotricando

O si  es que me había olvidado de cerrar el grifo cuando estaba fregando

Esa olla, ese plato, esa cuchara, o mi lengua o lo que sea

Pero recuerdo cómo va esto

Recuerdo cuán espiritual es esta experiencia

Olvidé mi corazón, era una ciudad en llamas

Carajo, ya olvidaste que olvidé de mi lengua, ¿recuerdas?

Olvidamos que algunos niños caminan justo al lado de sus utopías cada mañana

Ladrillos suburbanos de pie proclamando aquello que las estadísticas dicen

Nunca van a lograrlo de verdad

Olvidamos que algunos niños intentan fuertemente

Olvidar que el mañana está llegando

Olvidamos que hubieron niños, sonriendo

En las postales de la barbacoa, junto a la fruta extraña y los hombres encapuchados

O tal vez siempre nos importó un carajo, tú sabes

A veces se me olvida lo difícil que es recordar

 

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El poema original en inglés puede consultarse en el siguiente link: https://www.youtube.com/watch?v=GO7VlK7VAgQ

 

 

 

 

 

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