Poesía mexicana actual: Yosh Dracol

Presentamos una muestra del poeta Yosh Dracol. Quien es originario de Ometepec, Guerrero, México. Estudió la Licenciatura en Historia en la Universidad Autónoma de Guerrero. Es colaborador de la revista virtual “Reflexiones Alternas”.

 

 

 

Ave nocturna

 

Nada tengo bajo este cielo obscuro

Que me reduce a simple carne y blanca mirada

Nada espero de esta tierra que todo me lo ha dado

Comí de la fruta que me ofreció

Bebí del agua que me regaló

Amé a mis hermanos y también los odie

Encontré a mi Eva pero no soy buen Adán

Busqué a Dios y en su lugar hallé el conocimiento

Descubrí un hogar en mi cuerpo

Y desde entonces me muevo de un sitio a otro

Sin estar buscando algo.

Esta es mi vida, este es mi camino

Y mi destino no depende de la suerte

Soy nagual del tecolotillo

Ave nocturna que presagia la muerte.

 

23/07/2014

Carretera Tlapa de Comonfort – San Luis Acatlán.

 

 

 

 

Interrogación

 

Qué es la vida

Sino esto que pasa cuando llueve y me quedo sólo

y me lleno de angustia

y observo la gravedad de las hojas que se desprenden de los arboles

y me parece que no he visto nada más hermoso

que una gota de agua resbalando por una hoja que cae

Qué es la vida

Sino esto que pasa cuando miro al cielo

y me quedo callado

Y me olvido de la gente

Y me pienso desde el Otro

Y entonces un pájaro que atraviesa este cielo

Me parece el ser más perfecto

Qué es la vida

Me pregunto, cuando me detengo a mirar tus ojos

Y luego apartas de mí tu cuerpo

Como si contigo apartaras la vida

Y contigo también se apartara el universo.

 

20/08/2014 Ometepec, Gro.

 

 

 

Mi país

 

Mi país se está vendiendo, compañera

y usted dice que debemos amarnos

Se está muriendo de hambre mi gente

y usted dice que debemos amarnos.

Yo no entiendo cómo se puede amar así

cómo se puede vivir de esta manera

en un país como el nuestro

dónde prefieren ver muertos en las calles

que jóvenes besándose en la acera.

Así de triste es mi país y su gente

y usted dice que debemos amarnos

están vendiendo a mi país

y usted dice que debemos amarnos

amar es luchar sin poseer a nadie

y yo le digo compañera;

que amar no es lo que ahora quiero.

 

 

 

Ritual del nagual

 

Dos velas colocadas sobre un poco de tierra

extraída de una tumba

Cinco velas rodeando las dos primeras

todas juntas hacen una séptima

y elevan su luz al cielo

Siete velas iluminan mi glándula pineal

y cierro los ojos como si fuera a morirme por tres días.

un chamán-brujo lava mi alma

con tragos de aguardiente y flores silvestres

El brujo recita oraciones que no entiendo

oraciones en na savi

Siete aves son nombradas de su boca

y cuatro animales terrestres

todos juntos hacen una onceava

Siete velas iluminando mi cuerpo se elevan al cielo

en mis manos, sostengo un poco de tierra

extraída de la tumba de mi padre

el brujo purifica mi alma que transmuta en otro Ser

y en medio de todo;

YO como un Santo

rodeado de aves y bestias.

 

28/08/2015

Ometepec Gro.

 

 

 

 

Resaca

 

Aun cuando despierto extasiado de tu belleza

Y me refugio en el prisma de tus féminas piernas

Siento una angustia al respirar el aroma a sexo muerto

Llega la resaca del placer furtivo satisfecho

Guardo un silencio inquebrantable al cerrar los párpados

Sobre tu muslo izquierdo descansa el esqueleto de mi último beso

Entonces me dispongo a fumar en tu regazo

Sin disimulo y descarado te beso la frente

Mientras pienso en mi corta vida

¿Hay algo más importante que esto?

Más allá del cristal oscuro de mi ventana

Duermen aves sobre un árbol viejo

Que jamás sabrán de tu existencia

Bajo este cielo blanco de concreto

Que es el cielo de mis amantes

Hay insectos que pelean a muerte

contra la tísica luz de mi lámpara

Suspiro

¡Qué belleza!

No hay nada más efímero que esto

¡El amor y la vida¡

Atravesado por el sexo.

 

 

 

Soliloquio

 

A los estudiantes desaparecidos el 26 de septiembre del 2014

y a todos aquellos que han sido ahorcados por el látigo de la injusticia

y la delincuencia en México.

 

No hago sino pensar –esta noche de perros y gatos– en la angustia que encierra una ausencia. No me interesa saber que las ranas cantan y los sapos brincan, y miles de partículas diminutas de agua resbalan por el techo de mi casa.

Yo fumo y escribo con la camisa puesta y no hay nada extraño en eso.

Recuerdo rostros borrados por el tiempo, rostros como de humo o de ceniza soplados por el viento.

Me entristece saber que no somos capaces de percibir el respiro de un caballo a campo abierto o el aleteo de una mariposa al momento que un pétalo se desprende del útero de su rosa.

Alguien debe estar muriendo en este preciso instante mientras beso el filtro de un cigarro y hago de su cuerpo trocitos de ceniza.  Alguien debe estar naciendo ¿por qué no? De una cosa estoy seguro; no será ni artista ni poeta.

Me desabrocho la camisa y dejo que una ráfaga de aire entre por la ventana y muerda mi cuello, mi boca, mi vientre.

En algún lugar alguien debe estar amando como un suicida –pienso.

Un perro ladra a lo lejos, son dos.

La soledad comienza con el parto de la madre y termina con el tacto de la muerte

¿Y dónde empieza el amor?

Miro el cenicero y pienso en mis cuarenta y tres hermanos ausentes. Yo no sé si estén vivos. No sé si estén despiertos. Aquí la noche es larga y triste y hay insectos golpeando inútilmente una lámpara como si quisieran tragarse la luz o la sombra. Todo lo que quiero es que ellos tengan un lugar en el mundo. Y que nada de esto sea tragado por la boca del silencio.

Nacerán otras voces, es cierto, otros cantos, nuevos rostros pero a mí no me interesan.

Quiero saber dónde se encuentran los tres Luis Ángel, los cuatro Julio, los Cristian y los Jorge ¿y qué hay de los otros nombres? Devuélvanles el cuerpo.

¿Qué es un nombre? una palabra vacía sin la materia andante. No es la roca agradable por su silencio sino por el golpe que le atisba al viento. Así las flores no son nada sin el perfume impregnado en sus pétalos.

Qué somos, sino semilla que brota en cualquier tiempo hasta convertirse en ceniza, y de la ceniza se abonan otras plantas que también crecen. Qué somos, sino esta fuerza que duele y hiere por dentro.

Que alguien me diga algo diferente. Y que nada extraordinario sucede en el mundo sino muertes. Ya nada cala y nada llega a los ojos del oyente.
Todo parece una tragedia escrita por Shakespeare y contada por un imbécil.

05/09/2015
Ometepec, Gro. Mex.

 

 

 

 

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