Este domingo 26 de noviembre en la Feria Internacional de Libro de Guadalajara, el poeta Mario Bojórquez (Los Mochis, 1968) hará una presentación de Memorial de Ayotzinapa, libro publicado por Visor Libros México. La cita es en los stands E14 y E16 de Círculo de Poesía, a las 19:00 horas.
I
—Le dije a mi nahual—
Todas las formas están vacías
apenas un relámpago atraviesa
la piedra de moler
y el río
que corre abajo
hacia la tierra honda
es apenas el murmullo del agua
Todo está vacío
II
Mi nahual respondió—
Todo el tiempo rehuimos
la visión de las cosas vacías
Todo el tiempo creemos
que asimos la realidad
intocada
Ve allá y recoge los huesos preciosos
para que los hombres vivan de nuevo,
la vida está vacía como el pellejo de una fiera
Junta los huesos y en un barreño
muele los huesos
para que los hombres puedan vivir
III
Me dijo mi nahual—
Ahora tendríamos que ir a buscar
los huesos preciosos
Están a flor de tierra
casi insepultos
Basta remover un poco
el polvo
y encontraremos
los huesos calcinados
400 fosas hemos de escarbar
hasta encontrarlos
en Cerro viejo
Con las uñas partiremos la tierra
con las uñas y un poco de saliva
XI
Le dije a mi nahual—
Del color de la sangre
—alterados colmillos—
es la luna
Del color de la sangre
—huesos carcomidos y rabia—
es la luna menguante
Sólo de ese color
—ensangrentada luna—
mengua la luz sobre los cuerpos
mutilados
Del color de la sangre
brilla la luna
XV
Éramos —le dije a mi nahual—
43 los del «río de las calabacitas»
y yo, pero yo no cuento ni tú tampoco
éramos, entonces, 43
los que cruzamos la noche
XXXII
Después
ya no me acuerdo bien
si yo iba en el piso de la camioneta
empapado en mi propio rojo o en el de algún suriano
El que estaba a mi lado
ya no respiraba ni latía
Pensé —es mi nahual—
y sí era pero también era el que me estaba pateando las costillas
lo miré sin ojos
ni cara
Se asustó al verme
Yo también era el desollado
pero me dio más fuerte