Raquel Lanseros traducida al italiano

Presentamos cinco poemas de Raquel Lanseros (Jerez de la Frontera, 1973) traducidos al italiano por Gelsomina Rea (Nápoles, 1990), licenciada en Lenguas Extranjeras por la Universidad de Nápoles L’Orientale y egresada del curso de posgrado en Tradución Literaria impartido por el Instituto Cervantes de Nápoles y la citada universidad. Su formación académica se basa, principalmente, en los estudios de lengua y literatura española y árabe. Tiene un profundo interés por el oficio de la traducción, en particular por los autores españoles de la Posguerra.

 

 

 

HIMNO A LA CLARIDAD

 

A cambio de mi vida nada acepto.

¿Qué se puede ofrecer que valga más

que el calor de la llama, que la espiga

convocada a ser grano, que la noche

que dentro ya contiene el joven día?

 

Escucho mis pisadas sobre el suelo.

A los lejos, alguien también las oye.

Tañido lastimero de campanas

en su oído. Eco de brasas tiernas

en el mío, que todavía es temprano

y el cuerpo palpita el pulso errante.

 

Me pongo por testigo en esta hora,

cuando la lluvia lava más que riega

y los libros liberan más que nutren.

 

¿A qué esperáis? Encended los caminos,

que empapen bien los ojos. Recorredlos

mientras haya una lumbre en los pulmones,

mientras un niño aguarde su ocasión

de convertirse en hombre, mientras verbos

de orígenes distantes desemboquen

en una voz unida, mientras reinen

las noches que nos prenden, abrazad

el destello arcilloso de la tierra

que es nuestro hogar común,

el verdadero.

 

A cambio de mi vida nada acepto,

aunque sepa –y bien que eso me duele–

que no siempre es el justo el encumbrado.

La luz es un oficio fugitivo,

impenitente en su aversión al óxido.

 

Aun así, yo me aferro a esta urdimbre,

a esta pila de huesos que me suman,

a este rayo en proceso, presentido

en su persecución de lo inefable.

La profecía acampa frente al cielo

con los párpados tersos y se afana

en avanzar en base a lo avanzado.

 

Que nada nos detenga. La llamada

del infinito debe obedecerse.

Soberana inquietud que nos animas,

enséñanos a merecer el néctar

de estos días que nos tocan. Muéstranos

un modo de luchar contra el vacío

de este dulce interludio. Que la fe

en la alegría posible no abandone

ni la razón despierta ni el recuerdo.

 

Sé que tengo sentido porque vivo,

y sé que no hay dolor ni menoscabo

que puedan inmolar esta fortuna

de ser en el presente, de existir,

de sentirme el orfebre del instante.

 

Yo soy mi proprio riesgo. Doy por cierta

la sed de infinitud que me espolea.

Ante el placer de respirar me postro.

 

No hay verdad más profunda que la vida.

 

 

 

INNO ALLA CHIAREZZA

 

Non accetto nulla in cambio della mia vita.

Cosa si può offrire che valga di più

del calore della fiamma, della spiga

destinata ad essere grano, della notte

che preannuncia già il giovane giorno?

 

Ascolto i miei passi sul suolo.

Da lontano, qualcun altro li ascolta.

Rintocco triste di campane

al suo ascolto. Eco di braci dolci

al mio ascolto, é ancora troppo presto

nel corpo palpita il battito errante.

 

Fungo da testimone in questo momento,

quando la pioggia non scorre ma lava

e i libri non istruiscono ma liberano.

 

Cosa aspettate? Illuminate le strade,

che riempiano bene gli occhi. Percorretele

finché ci sarà fiato nei polmoni,

finché un bambino aspetti la sua occasione

per diventare uomo, finché  non regni

la notte che ci prende, abbracciate

lo splendore argilloso della terra

che é la nostra dimora comune,

quella reale.

 

Non accetto nulla in cambio della mia vita,

sebbene so –e ció mi rammarica–

che non sempre é giusto l’eletto.

La luce ha un compito fugace,

impenitente nella sua avversione all’ossido.

 

Anche se, io mi aggrappo a questa trama,

a questa pila di ossa che mi compongono,

a questo raggio in azione, percepito

nella sua incombenza dell’ineffabile.

La profezia campeggia dinanzi il cielo

con le palpebre terse e si affanna

ad avanzare in base al trascorso.

 

Che nulla ci trattenga. Alla chiamata

dell’infinito si deve obbedire.

Sovrana inquietudine che ci anima,

insegnaci a meritare il nettare

di questi giorni che ci spettano. Mostraci

un modo per lottare contro il vuoto

di questo dolce interludio. Che la fede

nella possibile allegria non abbandoni

né la ragione né il ricordo.

 

Sento di avere senso perché vivo

e so che non c’é dolore né mancanza

che possano sacrificare questa fortuna

di essere nel presente, di esistere,

di sentirmi l’orafo del momento.

 

Io sono il mio stesso rischio. Do per certa

la brama d’infinito che mi sprona.

Di fronte al piacere di respirare mi prostro.

 

Non c’é verità più profonda della vita.

 

 

 

A LAS ÓRDENES DEL VIENTO

 

Me habría gustado ser discípula de Icaro.

 

Hubiera sido hermoso festejar

las bodas de Calixto y Melibea.

 

Me habría gustado ser

un hitita ante la reina Nefertari

el joven Werther en Río de Janeiro

la deslumbrante dama sevillana

por la que Don José rechazó a Carmen.

 

Yo quisiera haber sido el huerto del poeta

con su verde árbol y su pozo blanco

el inspector fiscal

con el que conversara Maiakovski.

 

Me habría gustado amarte. Te lo juro.

Sólo que muchas veces la voluntad no basta.

 

 

 

AGLI ORDINI DEL VENTO

 

Mi sarebbe piaciuto essere discepola di Icaro.

 

Sarebbe stato bello festeggiare

le nozze di Callisto e Melibea.

 

Mi sarebbe piaciuto essere

un’ ittita presso la regina Nefertari

il giovane Werther a Rio de Janeiro

la sfavillante dama sivigliana

per la quale Don  José respinse Carmen.

 

Io avrei voluto essere l’orto del poeta

con il suo verde albero e il suo pozzo bianco

l’ispettore fiscale

con il quale converserebbe Maiakovski.

 

Mi sarebbe piaciuto amarti. Te lo giuro.

 

Solo che molte volte la volontà non basta.

 

 

 

AL CALOR DE UN ÁNGEL

 

Tengo los mismos años que vivió García Lorca

dos más que Maiakovski

cuatro encima de Bécquer

trece menos que Rilke.

Un año más que Whitman cantándose a sí mismo.

 

Sigo aquí. Mi papel

de testigo me sigue complaciendo.

 

Podría entonar antífonas solemnes.

Decir: cosecha,

sangre,

fuerza,

cosmos,

patria.

 

Me habían dicho que un día sería grande.

Pero de estas cenizas nadie me había hablado.

No morir. ¿Cómo se hace?

¿Con honra? ¿Con ejemplo?

¿Con la imaginación?

¿Con la memoria?

Quiero estar a tu lado entre los cisnes.

Nunca cerrar los ojos. Recordarte.

Que me abrace tu nombre.

 

Que tu sal en mi pecho

no haya cárcel ni enfermedad ni reyes

capaces de robármela.

 

 

 

AL CALORE DI UN ANGELO

 

Ho gli stessi anni che visse García Lorca

due in più di Maiakovski

quattro in più di Bécquer

tredici in meno di Rilke.

Un anno in più che Whitman decantasse se stesso.

 

Sono qui. Il mio ruolo

di testimone continua a gratificarmi.

 

Potrei intonare antifoni solenni.

Dire: raccolta,

sangue,

forza,

cosmo,

patria.

 

Mi dicevano che un giorno sarei cresciuta.

Ma di queste ceneri nessuno mi aveva parlato.

Non morire. Come si fa?

Con l’onore? Con l’esempio?

Con l’immaginazione?

Con la memoria?

 

Voglio stare al tuo fianco tra i cigni.

Mai chiudere gli occhi. Ricordarti.

Che il tuo nome mi abbracci.

 

Che tu esca dal mio petto

non ci sono prigioni né malattie né re

capaci di rubarmela.

 

 

 

2059

 

He imaginado siempre el día de mi muerte

incluso en la niñez, cuando no existe.

 

Soñaba un fin heroico de planetas en línea.

Cambiar por Rick mi puesto, quedarme en Casablanca

Sumergirme en un lago junto a mi amante enfermo

caer como miliciana en un guerra

cuyo idioma no hablo.

Siempre quise una muerte a la altura de la vida.

 

Dos mil cincuenta y nueve.

Las flores nacen con la mitad de pétalos.

Ejércitos de zombis ocupan las aceras.

Los viejos somos muchos

somos tantos

que nuestro peso arquea la palabra futuro.

Cuentan que olemos mal, que somos egoístas

que abrazamos

con la presión exacta de un grillete.

 

Estoy sola en el cuarto.

Tengo ojos sepultados y movimientos lentos

como una tarde fría de domingo.

Dientes muy blancos adornan a estos hombres.

No sonríen ni amenazan: son estatuas.

Aprisionan mis húmeros quebradizos de anciana.

No va a doler, tranquila.

Igual que un animal acorralado

muerdo el aire, me opongo, forcejeo.

Grito mil veces el nombre de mi madre.

Mi resistencia choca contra un silencio higiénico.

Hay excesiva luz y una jeringa llena.

 

Tenéis suerte –mi extenuación aúlla–,

si estuviera mi madre

jamás permitiría que me hiciérais esto.

 

 

 

2059

 

Ho immaginato sempre il giorno della mia morte

anche nell’infanzia, quando é impensabile.

 

Sognavo un finale eroico con i pianeti allineati.

Spostarmi per Rick, restare a Casablanca

Immergermi in un lago insieme al mio amato ammalato

cadere come una miliziana in una guerra

la cui lingua ignoro.

Ho desiderato sempre una morte all’altezza della vita.

 

Duemilacinquantanove.

I fiori nascono con la metà dei petali.

Eserciti di zombie affollano le strade.

Noi vecchi siamo molti

così tanti

che il nostro peso grava sulla parola futuro.

Dicono che non profumiamo, che siamo egoisti

che abbracciamo

con la stessa pressione di un grilletto.

 

Sono sola nella stanza.

Ho occhi pesanti e movimenti lenti

come una fredda domenica sera.

Denti candidi adornano questi uomini.

Non sorridono né minacciano: sono statue.

Immobilizzano le mie braccia malandate di anziana.

Non fará male, tranquilla.

Come un animale in gabbia

mordo l’aria, mi oppongo, resisto.

Grido mille volte il nome di mia madre.

La mia resistenza s’imbatte contro un silenzio asettico.

C’é troppa luce e una siringa piena.

 

Siete fortunati –la mia estenuazione urla–,

se ci fosse stata mia madre

mai avrebbe permesso che mi faceste questo.

 

 

 

BENDITA ALEGRÍA

 

Te confunden con otras, alegría:

ingenuidad, simpleza,

candidez,

inocencia.

Te subestiman con diminutivos

sucedáneo de la felicidad

eterna hermana pobre de la euforia.

 

Parecen no acordarse de la helada rutina,

cuando las insistencias se vacían de sangre

y el espanto aprisiona como un despeñadero.

 

No recojas el guante, te lo ruego,

olvida el desafío que lanza la ignorancia.

No nos dejes perdidos en medio de qué oceano,

sin tu luz, alegría,

la de las manos anchas

la que convierte el alma en lugar habitable.

 

Desatiende el rumor de las trincheras,

la rétorica vana de los oportunistas.

Tú eres el destilado de libertad más único,

el orgasmo espontáneo del espíritu.

Bienhallada alegría

la pura de sabor

la complaciente

tú que vives y reinas en el tuétano limpio

ahora y en el albor de toda hora

quédate con nosotros.

 

 

 

BENEDETTA ALLEGRIA

 

Ti confondono con altro, allegria:

ingenuità, semplicità,

trasparenza,

innocenza.

Ti svalutano con diminutivi,

surrogato della felicità,

eterna povera sorella dell’euforia.

 

Sembrano non rendersi conto della fredda routine,

quando le azioni si svuotano di impulsi

e la paura immobilizza come sull’orlo di un dirupo.

 

Non raccogliere il guanto, ti prego,

dimentica la sfida che lancia l’ignoranza.

Non lasciarci persi nel mezzo di quell’oceano,

senza la tua luce, allegria,

tu dalle mani ampie

tu che trasformi l’anima in un posto abitabile.

 

Ignora il boato delle trincee,

la vana retorica degli opportunisti.

Tu sei l’essenza della libertà più pura,

l’orgasmo naturale dello spirito.

 

Bentrovata allegria

tu dal sapore puro

tu la compiacente

tu che vivi e regni nella pura essenza

ora e all’alba di tutte le ore

rimani qui con noi.

 

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