Poesía mexicana joven: Natalia Gómez

Presentamos una muestra de Natalia Gómez (San Francisco de Campeche, Campeche). Es Licenciada en Ciencias de la Comunicación, profesora en los niveles de secundaria y bachillerato. Miembro del Escecam (Proyecto de Escuela de Escritores Campechanos). Becaria del programa “Los signos en rotación” del Festival Interfaz ISSSTE en Mérida, Yucatán en junio de 2017.

 

 

 

 

1

 

A las dos de la mañana

un hombre de 45 años

espera el semáforo ceda para cruzar.

 

Al extremo,

una mujer busca llegar

a un porvenir estable

acomodándose

en una pared descascarada.

 

El semáforo está en rojo

 

Un coche se acerca.

Cuatro chicos con manos de plomo

toman el futuro de la bella dama

y lo avientan sobre sillones de piel.

 

El semáforo sigue en rojo.

 

El hombre que espera

La mira ir,

No sabe

que ella desconoce

que su porvenir

será arrojado,

en cachitos,

y en una bolsa negra,

rumbo a otra ciudad.

 

La luz ya es verde.

 

 

 

 

3

 

La poesía es una escalerita que baja,

Por un camino de nubes,

A una ventanita con vista al infierno

Corazones cuelgan de los árboles

Y los leones se cortan las uñas.

Un poema es una tortuga con patas de gacela

Corre a través de un arcoíris

Y llega a ojos de cualquier cazador.

Es una avenida rota

Con flores que emergen de las grietas.

Es una ciudad

Iluminada por luciérnagas

Le cantan al silencio.

El poeta,

Es aquí,

Un cuerpo vivo

Entre el escombro.

 

 

 

 

12

 

El poeta que es poeta

no siempre tiene el poema en la boca,

mucho menos

a la hora de comer

o de dormir.

El poeta que es poeta

no tiene un par de noches por ojos

o miel por lengua,

no necesita crear versos

para desatar furias,

es ya una cólera.

Ah, pero en cambio

el poeta que no es poeta

presume tener la poesía en el aparato digestivo,

que las cosas se vuelven flores con sólo hablar de ellas

y el cerebro prodigio que envuelve su ser

se eleva con la magia que produce

una linda tarde de primavera.

¡Oh, queridos poetas que no son poetas,

convertid vuestra gracia en ausencia

y embutidlo en su trasero!

 

 

 

 

16

 

Escribir es la única manera de respirar,

el único tiempo

en que uno puede ser

Dios e infierno,

la única manera de no morir

en el mismo intento de muerte,

es el único modo de dormir

Y despertar

en esta vida exhausta de vacíos.

 

A esta única hora

un ser lejano al arte

se pudre en la superficie

de su misma humanidad

mientras escribe.

 

 

 

 

25

 

Los ansiosos vivimos más que cualquier hombre

Y cuando hacemos

-lo que sea-

Será por ayer

Hoy

Mañana

Y por evitar sufrir en 40 años

Aunque no se pueda

-y lo sepamos-.

Vivimos más

Porque el ritmo cardíaco es al triple

Y los latidos

Y la respiración

Y este escalofrío

evolucionan al tiempo de nuestras excesivas preocupaciones.

El mecanismo de defensa de nosotros los ansiosos

Es el doble menos el doble más el doble que esto

Para terminar siempre en el mismo sitio

-Teniendo miedo a todo-.

La adrenalina que se libera en un ataque de pánico

Nos hace huir a un rincón

Y oprime los oídos sin una fuerza real

Y llorar, gritar, autoabrazarnos

Porque vamos a morir

Porque en cualquier momento

Alguien entrará por nosotros a matarnos

-O caerá el edificio en que estamos

O nos dará un infarto

O podrá ser el fin del mundo

O no poder con el futuro

O atragantarnos

O quemarnos con algún cerillo

O tropezarnos

O perder a alguien

O no lograr algo

O lograrlo todo-.

En realidad

No hay peligro

Más que el cerebro del ansioso

Que nos hace repetir movimientos

De tres en tres y es poco

Porque jamás es suficiente

Para evitar el peligro

De vivir más que cualquier hombre.

 

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