En Poema para leer un viernes por la tarde, nuestro editor, el poeta Mario Bojórquez, nos propone la lectura de Menos tu vientre, de Miguel Hernández, un delicado poema que décadas después fuera popularizado por el cantautor catalán Joan Manuel Serrat. Esta sección es un feliz pretexto para volver a viejos, conocidos poemas, así como para descubrir nuevos autores.
En mi experiencia de tallerista de poesía (el primero que coordiné fue hacia el año 1990, hace casi 30 años, en la Universidad Autónoma de Baja California, pronto volveré a Mexicali para dar otro más) he observado que siempre es posible que el coordinador establezca alguna proposición injusta o descuidada, hoy recuerdo un poema y una tremenda injusticia que cometí en taller. Hablábamos de metros castellanos en la Fundación para las Letras Mexicanas y yo les dije a los alumnos que al descender por los versos más abajo del heptasílabo los que seguían esencialmente eran de apoyo de otros metros, con el hexasílabo, sin embargo, teníamos el Corrido del Caballo Blanco de José Alfredo Jiménez y un poema culto sin título: La Rima LXXIII de Gustavo Adolfo Bécquer y que empieza: Cerraron sus ojos… Decía yo que el hexasílabo era quizá el último verso del español que podría con personalidad propia y sin apoyo de otros metros producir un texto de importancia, recordaba del propio Gustavo Adolfo Bécquer la Rima XI, donde el pentasílabo es hemistiquio de un verso de diez sílabas :
—Yo soy ardiente, (/) yo soy morena,
yo soy el símbolo (/) de la pasión,
de ansia de goces (/) mi alma está llena.
¿A mí me buscas?
—No es a ti, no.
Decía que el pentasílabo ya no es verso es un apoyo versal, necesitas el hemistiquio correspondiente para hacer sentido, no hay unidad semántica y es muy pobre la unidad musical, qué podríamos decir de un tetrasílabo, trisílabo o bisílabo (en español no hay monosílabo), el Sonetillo de Celedonio Junco de la Vega es aún más difícil de encomiar: “Canoro / te alejas / de rejas / de oro” donde toda la estrofa es una sola unidad de pensamiento. En fin, que me había olvidado de ese hermoso poema de Miguel Hernández que aparece en Cancionero y romancero de ausencias, sin título, marcado con el número 49, y que Joan Manuel Serrat lo canta magníficamente. Así es. A la siguiente sesión de taller llevé mis disculpas a los compañeros y les hablé de Miguel Hernández y de lo mucho que me gustaba su poesía.
Mario Bojórquez
49
Menos tu vientre
Menos tu vientre,
todo es confuso.
Menos tu vientre,
todo es futuro
fugaz, pasado
baldío, turbio.
Menos tu vientre,
todo es oculto.
Menos tu vientre,
todo inseguro,
todo postrero,
polvo sin mundo.
Menos tu vientre,
todo es oscuro.
Menos tu vientre
claro y profundo.