En ocasión del dossier Donde están ellas, presentamos a Sandrah Mendoza (1994). Psicóloga egresada de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala. Es escritora, activista y gestora cultural. Participante activa en la escena del Poetry Slam desde 2012. Fundadora y directora de Libertad en Voz Alta, proyecto con el que fomenta la lectura y la escritura en Centros de Reinserción social femeniles y varoniles de la CDMX. Es subdirectora del Colectivo POM desde 2013. Su obra literaria ha sido publicada en revistas, periódicos, plaquettes, fanzines y en más de 10 antologías por medios impresos y digitales, en diversos países. Está próxima a publicar su primer libro de poesía.
Espuma como enjuague
en memoria de Vale de Nezahualcoyotl
no saber cómo es el mar me causaba ansiedad hasta que lo conocí
me dio más ansiedad conocer el mar y no verlo 1 vez al año
de menos.
se llama Paula
se llama, en presente,
era mi vecina, era, en pasado
pero se volvió mi amiga unos meses después de que aquí se instalara
su familia.
la familia de Paula era pequeña
la familia de Paula nunca había ido al mar
yo pensaba cómo alguien no puede ansiar esa sensación de la arena
y el crujir suave de los pies
al caminar sobre la gránula.
éramos de primaria
éramos en pasado porque ahora egresé de la universidad
y ella no regresó un día que salió con el uniforme
llovía
llovía como llovió esta tarde
el papá de Paula la llevaba en bici a la escuela pero
llovía
llovía como llovió estos meses sin ella.
conocí el mar cuando supe que podía seguir estudiando
cuando me supe parte de una sociedad de rocíos / lumbre
basureros y fosas clandestinas
también en ese entonces pude unir con agujas e hilo
los tendones de mis muñecas
a las venas de mis amigas.
el chofer-taladro
le dijo “muñeca”
le perforó los sueños aunque tuviera 11 años
entonces ella no pudo escuchar las caracolas
porque le mataron todo sentido
después de que otras sales malditas
le cubrieran el cuerpo.
su papá la dejó en el transporte
él no quería que se mojara con la lluvia
llovía
llovía como llovió esta tarde
mientras estaba yo
parada frente al mar
enjuagándome los dolores de ser
una niñita que llora
por una niñita que se fue.
Aaaaaaaaah
A
grande
abre la boca
como si bostezaras
a esta boa le voy a sacar el cuerpo
de las 7 824 mujeres que no regresaron
del trabajo guardería escuela viaje fiesta
A
grande
abre la boca
como si tuvieras sueño(s)
a esta boa le voy a sacar el alma
de las 7 824 mujeres que nos rondan pidiendo
justicia memoria seguridad nombrarlas volver vivir
A
grande
abre la boca
como si nuestros gritos
te estuvieran reventando la piel y te doliera
porque la rabia
nos enseñó a romper la mordaza
y a morder con furia
después de tanta ausencia.
Limón
a María Luisa e Italy Desiree
Mamá dijo que la abuela era la responsable de que yo usara la tinta como aretes y de que el ponche de frutas quedara bien sin sal. Abuela me dijo que no debía cumplir los caprichos de los hombres / que no debía cortar su barba / podar sus pies / ni acuchillar mis sueños por los suyos.
Dijo que ellos no podían acuchillar mis sueños, ni mis cejas, ni nada de mí. Mamá responsabiliza a abuela por la falta de energía y mis ganas de cerveza. Sé que mi sazón es de lirios y líquido de mis lagrimales, sé demasiado, me digo, -no sabes algo- dice el abuelo en mi cabeza / mi papá lo repite y mi hermano, lo cuestiona.
Sabes todo, le digo a mi almohada en voz baja para que sea ruido que rebote a mis lóbulos y se quede guardado en el hipotálamo que crece cuando no debiera crecer según la doctora que me hizo las plaquetas. Abuela dice que las hierbas van a sanarme, que tenga calma, que acomode mi cabeza sobre sus piernas y descanse. Me caí, abuela, me caí. Mis rodillas están sangrando.
Ella toma un limón y lo exprime entre la herida: duele, abuela / sé fuerte, sanará / soy fuerte, abuela. / Estás sanando / me dice. Abrázame. Dile a mamá que ella puede sanar también. Dile que abra los ojos. Rociémosle limón, papá no va a enterarse. Dile, abuela. Que no lo olvide. Que nadie va a obligarnos al silencio ni a la sopa de hachas tampoco a la piel agrietada. Abuela dice que si vuelvo a resbalar voy a encontrar un secreto y que si no está ahí voy a encontrarlo entre el musgo, que abuelo intentará esconderlo pero que yo lo encontraré.
Mamá ya no habla, tampoco mueve los dedos, mamá está siendo estatua. Dice que la puerta la golpea, igual que la esquina de los muebles; sus piernas tiemblan en color morado. Mami, ¿estás bien? / Sí, mi amor, sólo me duele el estómago / sólo me quebraron las costillas / sólo trae pegamento y no le digas a la abuela o va a dolerme más / .
¿Mami…? Abuela dice que si te callas (shhh) ya no habrá mariposas que si (shhh) te callas, nadie te lleva guantes para luchar. Que si te callas (shhh) que si te callas (shhh), te mueres.
Abuela dijo que no la olvidara.