Poesía norteamericana: Aimee Nezhukumatathil

Presentamos, en versión de Diana Bustamante, una muestra de la poeta Aimee Nezhukumatathil. Nacida en 1974 en Chicago, Illinois, de origen Filipino e Indio Malayali, es conocida por ser una poeta que une a tres culturas: la Filipina, India y Americana. Recibió su licenciatura en inglés y maestría en poesía en la Universidad Estatal de Ohio. En 2016-17, fue la escritora en residencia John y Renee Grisham en el programa MFA de la Universidad de Mississippi. También ha enseñado en el retiro de Kundiman para escritores de origen asiático. Es profesora de inglés en el programa MFA de la Universidad de Mississippi. Es autora de cuatro colecciones de poesía: Miracle Fruit, ganó el Premio Tupelo Press 2003 y el Premio Literario Filipino Global en Poesía, fue nombrada la Revista del año en Poesía de ForeWord , y fue finalista del Premio Literario Asiático-Americano y del Premio Glasgow.  At the Volcano Drive-In, ganó el Premio Balcones Poetry 2007. Lucky Fish (2011), ganó el gran premio Eric Hoffer Award for Books 2011. Su libro de poesía más reciente, Oceanic, fue publicado en 2018 por Copper Canyon Press .

 

 

 

Carta a la aurora boreal

 

La luz aquí en la tierra nos mantiene muy ocupados: un incendio

en la central de Pensilvania sigue ardiendo resplandeciente desde 1962.

Grupos enteros de pequeños calamares se encienden en la costa de Japón

antes del amanecer. Por supuesto que no apareciste cuando fuimos

a buscarte, pero encontramos otras luces: luciérnaga,

luna de fresa, una pequeña captura de esto en cada diente de otros.

Alguien te vio y dijo que ellos se acostaron

en medio del camino y te llevaron dentro,

y estoy suponiendo que estás acostumbrada a eso—la gente termina

cayendo sobre sí misma para capturar un destello de ti

y tu extraño brillo de menta silenciándose sobre el lago.

Aurora, prefiero quedarme dentro con él—jamás si esto significa

un hotel estropeado y estas tablas de madera, alfombras de golf

en los baños, y unas granuladas barras de jabón. En vez

de esperar sólo hasta la hora correcta de la noche-azul

más corta del año cuando por fin sentiste moverte

lo suficiente para chocar tus partículas de gas con partículas de sol—

prefiero compartir el amanecer con él y una loca llamada

sobre el lago con él, el golpe de la costa atravesada

mediante los gritos de la ventana con él. Mi corazón

golpea en mi pecho, contra mi camisa—es una clase

de fuego que nunca podrás encender por tu cuenta.

 

 

 

Letter to the Northern Lights

 

The light here on earth keeps us plenty busy: a fire

in central Pennsylvania still burns bright since 1962.

Whole squads of tiny squid blaze up the coast of Japan

before sunrise. Of course you didn’t show when we went

searching for you, but we found other lights: firefly,

strawberry moon, a tiny catch of it in each other’s teeth.

Someone who saw you said they laid down

in the middle of the road and took you all in,

and I’m guessing you’re used to that—people falling

over themselves to catch a glimpse of you

and your weird mint-glow shushing itself over the lake.

Aurora, I’d rather stay indoors with him—even if it meant

a rickety hotel and its wood paneling, golf carpeting

in the bathrooms, and grainy soapcakes. Instead

of waiting until just the right hour of the shortest

blue-night of the year when you finally felt moved

enough to collide your gas particles with sun particles—

I’d rather share sunrise with him and loon call

over the lake with him, the slap of shoreline threaded

through screen windows with him. My heart

slams in my chest, against my shirt—it’s a kind

of kindling you’d never be able to light on your own.

 

 

 

Haibun de la Avenida Forsythe

 

Sólo unas pocas personas y tres gatos callejeros recuerdan cuando la casa

era gris, no amarilla. Un par de columpios vacíos en el patio de la escuela

se mecen a sí mismos para dormir una larga siesta por la tarde. Un perro azul solía

trotar encima de pequeños fans del ginkgo[1] amontonados en la vereda como

mostrando que es demasiado tarde para un desfile. Más abajo en la avenida está

una bebé que parece perder su chupón cada día alrededor de las siete

en punto. Los bulbos de Tulipán que una joven una vez plantó y roció con

hojuelas de pimienta han sido todas arañadas por valientes ardillas que

ahora sacuden la calle con diminutas bocas ampolladas. Cuando mastican

el ala del chickadee[2] en sus húmedas, ardientes bocas, los gatos callejeros se convierten

en aliados. Este es su legado. Sus huellas están por todas partes:

 

cada puerta es su

roja boca en llamas—las aves quieren

hablar pero no pueden.

 

 

 

Forsythe Avenue Haibun

 

Only a few people and three alley cats remember when the house

was gray, not yellow. A pair of empty swing sets at the schoolyard

rock themselves to sleep for a late-afternoon nap. A blue dog used

to trot on top of little ginkgo fans confettied on the sidewalk like

he showed up too late to a parade. Farther down the avenue is

a baby who seems to lose her pacifier each day around seven

o’clock. Tulip bulbs that a girl once planted and sprinkled with

pepper flakes have all been scratched up by brave squirrels who

now strut the street with tiny blistered mouths. When they chew

chickadee wing in their wet, hot mouths, the alley cats become

accomplices. This is her legacy. Her footprints are everywhere:

 

every gate is her

red mouth on fire—birds want

to speak but cannot

 

 

 

Podría ser un tiburón ballena

 

Bolinao, Filipinas

 

Me preocupan los tentáculos.

Cómo pueden seguir atacando

aún si el brazo gelatinoso se separa

de la campana. Mi esposo

nada sin mí— más lejos

del mar de lo que me gustaría,

alentado por la sal y la piel del alga marina.

Me preocupa ir demasiado lejos

dentro del mar de China, mi bebé

detendrá sus hermosas patadas,

acaba de comenzar desde que aterrizamos.

El desenfreno, le llaman,

pero todo lo que soy es lento, una luna gelatinosa

flotando como un bolso en el mar.

O un tiburón ballena. Sí—  yo podría ser

un tiburón ballena, recién descubierto

con lunares de embarazo—

mi amplia boca siempre abierta

para comer y comer con una mirada que dice

¡Sorpresa! ¿Comí tanto?

Cuando duermo, soy un pez flauta,

acostado ahí, balanceándose hacia atrás

y adelante entre las desastrosas hojas

marinas. Puedes ver la humedad

de mi ojo sombrío despierto, despierto.

Mi esposo es una pálida niebla

cerca del horizonte, lleno de adobo

sin esperar treinta minutos

antes de nadar. Así es como se prepara

para la paternidad. Tal ternura

permanece en el aire. El poeta romano

Virgilio entregó su mosca, su mascota,

al funeral más prestigioso, terminando

con un festín de carne y barriles

de vino de roble. No podrás saber

dónde o por qué la escuchas

zumbar en esta suave tierra.

 

 

 

I Could Be a Whale Shark

 

Bolinao, Philippines

 

I am worried about tentacles.

How you can still get stung

even if the jelly arm disconnects

from the bell. My husband

swims without me—farther

out to sea than I would like,

buoyed by salt and rind of kelp.

I am worried if I step too far

into the China Sea, my baby

will slow the beautiful kicks

he has just begun since we landed.

The quickening, they call it,

but all I am is slow, a moon jelly

floating like a bag in the sea.

Or a whale shark. Yes—I could be

a whale shark, newly spotted

with moles from the pregnancy—

my wide mouth always open

to eat and eat with a look that says

Surprise! Did I eat that much?

When I sleep, I am a flutefish,

just lying there, swaying back

and forth among the kelpy mess

of sheets. You can see the wet

of my dark eye awake, awake.

My husband is a pale blur

near the horizon, full of adobo

and not waiting thirty minutes

before swimming. He is free

and waves at me as he backstrokes

past. This is how he prepares

for fatherhood. Such tenderness

still lingers in the air: the Roman

poet Virgil gave his pet fly

the most lavish funeral, complete

with meat feast and barrels

of oaky wine. You can never know

where or why you hear

a humming on this soft earth.

 

 

 

Iglesia marina

 

Dame una iglesia

hecha enteramente de sal.

Deja silbar a las paredes

y fumar cuando

regrese a la orilla.

 

Pregunto por la gracia

de una nueva peca

en mi mejilla, lo alto-

del azul y la piel espumosa

de mi madre me saludan.

 

Escóndeme en una habitación

sin ventanas.

Nunca me dejes ver

a los delfines saltando

dentro de las comas

 

por esta oración de agua

creciendo como una multitud

de linternas en el cielo

en la colorida tarde.

Déjalos colgarse

 

del cielo hasta que

desvanezcan en el borde

de las constelaciones —

los héroes y animales

estarán muy ocupados y radiantes para enterarse.

 

 

 

Sea Church

 

Give me a church

made entirely of salt.

Let the walls hiss

and smoke when

I return to shore.

 

I ask for the grace

of a new freckle

on my cheek, the lift

of blue and my mother’s

soapy skin to greet me.

 

Hide me in a room

with no windows.

Never let me see

the dolphins leaping

into commas

 

for this water-prayer

rising like a host

of sky lanterns into

the inky evening.

Let them hang

 

in the sky until

they vanish at the edge

of the constellations —

the heroes and animals

too busy and bright to notice.

 

 

 

 

[1] Árbol de origen Chino cuyas hojas se utilizan desde antaño para fines ornamentales y medicinales.

[2] Grupo de aves de origen Norteamericano.

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