33 + 1 voces de la poesía uruguaya actual: Martín Barea Mattos

“La noche amarilla. 33 + 1 voces de la poesía uruguaya actual” es un dossier que ha preparado Marisa Martínez Pérsico para los lectores de Círculo de Poesía. Su objetivo es visibilizar y difundir un repertorio de voces que se inscriben en distintas tradiciones líricas, es decir, mostrar una parte de lo que acontece en la poesía oriental a partir de cuatro criterios: diversidad discursiva y/o estética, integración equitativa de poetas mujeres y hombres, integración generacional (de por lo menos cuatro promociones etarias) e inclusión de poetas que escriben fuera del país (en Argentina, Brasil, México, España y Suecia). [Lee la introducción a esta muestra aquí] .

Leemos una selección de «Escribió Carlos Baúl en el Cuaderno de quejas del Mc» y otros poemas de Martín Barea Mattos (Montevideo, 1978). Poeta, fundador y coordinador general del Mundial Poético de Montevideo (2013, 2016, 2017, 2018 y 2019). Coordina el ciclo de lecturas, performance y recitales Ronda de poetas desde 2005.Publicó los libros de poemas: RBL (Frac de medusas, Madrid, España, 2018), Never Made in América(Lavender ink, Nueva Orleans, USA, 2017), Made in China (Estuario, 2016), Parking Barea Mattos (Una temporada en Isla negra, Chile, 2013), Conexo (Museo  Nacional de Artes Visuales, 2013), Por hora por día por mes (Estuario, 2008), Los ojos escritos (43 Premio Feria de Libros y Grabados, 2003), Dos mil novecientos noventa y cinco (Artefato, 2002) y Fuga de ida y vuelta (La gotera, 2000). Es autor de Uruguachas, poéticas del Uruguay en 2018 (La coqueta, 20I8), muestra de poesía contemporánea, y, coautor del libro de investigación Poesía e ilustración en la poesía uruguaya 1920- 1940 (Museo Figari- MEC, 2013). Es parte desde 2004 del colectivo .txt. Participó de las antologías: América invertida (USA, 2016), Earth, water and sky (USA, 2015), Austero desorden (Verbum, España, 2011), Cuerpo plural (Editorial Pre-texto s/ Instituto Cervantes, España, 2010), Nueva poesía contemporánea (Milena Caserola, Argentina, 2009), entre otras.Su poesía ha sido publicada en revistas como New American Writing (USA), Voz otra (México), Punto de partida(México), Oculta Lit (España), Plebella (Argentina) y Maldoror (Uruguay), entre otras.www.wix.com/martinbareamattos

 

 

 

ESCRIBIÓ BAÚL DEL AIRE EN LA SALA DE ESPERA DEL LABORATORIO

 

Somos ratones de un laboratorio que ya cerró.

No puedo responder por qué soy un ratón, una piedra, una idea:

el ejercicio de la idea manipulada por guantes de látex,

sopesado en la platina como un diamante en bruto

como una idea sostenida por semanas en la temperatura adecuada,

aislado termómetro en dígitos precisos:

collar indígena expuesto como una idea.

No puedo responder por el jefe de personal,

el presupuesto para la educación o la ciencia.

Sé que vengo de un laboratorio que ya cerró

y soy el mensaje atado a la piedra pidiendo el rescate del mensaje:

soy un ratón, vengo de un laboratorio que ya cerró

soy como el sobreviviente de un avión que cayera en las montañas

pero desde ya advierto

que no tomé alimento del cuerpo de mis compañeros

porque dios no estaba ahí para indicarnos la nutrida antropofagia

y en cambio, andamos como una roca en la avalancha

emitidos como una enfermedad autoinmune y manipulada

porque somos ratones de un laboratorio que ya cerró

y antes de esto nuestra rutina fue inducida

con la alegría de la razón, el bienestar humano:

Y así, una jeringa y una muerte, una luz y dos muertes,

un sonido y otra muerte.

Porque somos ratones de un laboratorio que ya cerró.

Como una piedra suelta en la montaña. 

 

 

 

 

 

 

SUSURRO DE LA PIEL ABISMAL DEL MAR

 

El mar descansaba digiriendo ya su ingesta.

Animal echado

al vaivén del respirar.

Tendido en su pelaje,

flotan enfermos hombres

que han sobrevivido.

Están con piernas desaparecidas en aguas,

aferrados a la trama del hálito:

al susurro de esa piel

abismal de mar:

Aquí no hay roca sino agua.

Agua y nada de agua.

Y la marea es el camino. La marea como una mancha desde allá arriba,

desde satélites.

Que serán chatarra, marea y nada de agua.

Si hubiera agua en el agua no moriríamos de sed.

Y sin embargo

moriremos de nada de agua en el agua.

Porque no hay vaso ni grifo en la marea.

Y no me puedo poner de pie,

a pensar por qué flotamos en la maraña.

Somos pesca plástica en vísceras de gaviota:

gaviota parca, gaviota calavera, gaviota muerta de hambre.

Nosotros,

fabricantes de alimento.

Veo los ojos del pingüino que arde como una madera negra

mientras salta torpe como un mensaje que nunca llega:

veo los ojos del pingüino rodeados por el fuego

que salta sobre la madera para rodear al vidrio del mensaje que nunca llegará.

La marea arrastra el teclado muerto en falanges de textos amputados.

Porque aquí no se puede estar ni sentado ni parado:

siquiera hay silencio en la marea.

Sino una hamaca insolada, ultravioleta y cándida como la esperanza.

Todos pelean por gritar tierra a la vista.

Pelean, y algunos sobresalen entre perros y ratas.

Y se abrazan a un huevo.

 

 

 

 

 

 

ESCRIBIÓ CARLOS BAÚL EN EL CUADERNO DE QUEJAS DEL MC

 

El amor es arte de altanería,

no bajen el pico.

Recomiendo dejar a los niños con las cigüeñas

para que lleguen a mejor vientre.

¡Allá vuelven las naves migratorias

pariendo fuselajes en las armas del árbol que ha encargado

dios y hamburguesas!

Y así, sangrando sobre el pan con sésamo

se escurren en un taper de piedra

y chillan recién nacidos como una grosería.

Carne sobre carne sobre carne,

encías de la carne.

 

Provocan timbres equivocados

como un recién nacido cae equivocado

como una bocina de hamburguesa en el tránsito.

 

Como cuando dicen, Señor

y la puta bomba de tu hamburguesa amputa

al niño Jesús en el tránsito.

 

 

 

 

 

 

ENTONCES LEYÓ BAÚL DEL AIRE EN EL PROSPECTO DE LA VIDA QUE SU NATURALEZA ERA LA MUERTE

  

La NATURALEZA con mayúsculas es la muerte:

los árboles son formas de la muerte,

las montañas, las mareas y las rocas,

el fuego incluido.

Se dio cuenta que nunca había visto morir a nadie.

Pensó en ese preciso momento donde alguien moría y miró a su alrededor:

todos los objetos y colores, rimaron a muerte.

Porque así se arrastra cuando se muere lo que se vio de la vida.

 

Bajo los cimientos de MADE IN CHINA se muere la historia de la muerte:

las edades, las pieles de la estrella

y luego de un tal dios y su rebaño de polvo: 

las bestias y los mares hasta nuestros días de mascota,

de nosotros y nuestras horas de límites sin límite

para morir.

 

Baúl cerró la tapa. Bebió y se hundió en el aire.

La brisa de la vigilia lo demoró como aroma pulmonar por la ventana,

como ladrón despierto.

 

Vergüenza no es robar. Vergüenza es robar y que te vean. 

 

 

 

 

 

 

NO RECUERDO NI CÓMO NI CUANDO NI DÓNDE ASESINÉ A MIS PADRES

 

para ser linyera cualquier día del niño del sol en el mundo solo:

como el futuro en el pasado, posado.

Como rayos sonriendo en la copa de cualquier árbol.

También estoy en el abismo del animal plateado:

el paso del futuro matando tiempo a cada instante.

Como un soplo de viento entre piedras levando el hedor de cangrejos

y en la melodía del río crepita presente el fuego.

Sonrío en las noches que arden las naves de un mal negocio

naufragado por mí y otros delincuentes huérfanos.

Porque no hay tripulación sin esclavos y reos en la factoría.

Soy el cadáver de una familia que naufraga se levanta y camina

como un tesoro sin fortuna hundido en las fosas nasales del mundo:

pesebre apostado en el resumidero de redes residuales de adultos de mierda

que abonan el futuro pensando con ductos.

Hiedo y retro sigo riendo de la plata en el río:

y hago buches de agua de riachuelo

y gárgaras de espuma de champán

que vuelco por la nariz del Amazonas,

cuando acelera Ayrton Sena en el Sena.

Soy el nenúfar del siglo veintiuno,

planta recicladora de basura lanzada al caudal del fabricante:

soy hermoso porque no me ven, si ya no me pueden vender.

Y ahí vengo.

 

 

 

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