Poema para leer un viernes por la tarde: Gacela del amor desesperado de Federico García Lorca

El poeta Mario Bojórquez, en la serie Poema para leer un viernes por la tarde, nos recomienda la Gacela III Del amor desesperado de Federico García Lorca en su 122 aniversario de nacimiento. El Diván del Tamarit es el libro que Federico preparaba para su publicación cuando fue arrestado y ejecutado por las falanges del dictador Francisco Franco.

 

 

 

 

Diván del Tamarit de Federico García Lorca, escrito entre 1931 y 1934, es la reunión de poemas que después de su asesinato han quedado inéditos pero que ya se encontraban en proceso de publicación por la Universidad de Granada con una introducción de Emilio García Gómez.

Finalmente aparecen en el número 3/4 (julio-octubre de 1940) en la Revista Hispánica Moderna de la Universidad de Filadelfia, con una nota que quizá ha redactado su hermano Francisco García Lorca:

 

FEDERICO GARCÍA LORCA: OBRAS INÉDITAS

Publicamos a continuación algunas obras inéditas de Federico García Lorca. Después de su muerte se han hecho muchos esfuerzos para recoger y publicar su obra inédita. Los más importantes han sido la edición de sus Obras Completas publicada por la casa Losada, de Buenos Aires, bajo la dirección de Guillermo de Torre, y el volúmen Poeta en Nueva York, publicado por la casa Séneca, de México. Muchas revistas, que se indican en la bibliografía, han publicado poesías, conferencias, cartas y otros originales inéditos. La obra más importante aún inédita, pero que se publicará pronto en volumen aparte, es el drama La casa de Bernarda Alba. La obra Diván del Tamarit, que publicamos a continuación íntegra, quedó terminada y en parte impresa a la muerte del poeta. Algunos de sus poemas han sido publicados como poesías póstumas en las Obras Completas. Publicamos también cuatro poesias sueltas que no han sido incluidas en ninguna colección, un ensayo dramático juvenil y una carta.

 

Mario Bojórquez

 

 

 


Gacela del amor desesperado

 

La noche no quiere venir
para que tú no vengas,
ni yo pueda ir.

Pero yo iré,
aunque un sol de alacranes me coma la sien.

Pero tú vendrás
con la lengua quemada por la lluvia de sal.

El día no quiere venir
para que tú no vengas,
ni yo pueda ir.

Pero yo iré,
entregando a los sapos mi mordido clavel.

Pero tú vendrás
por las turbias cloacas de la oscuridad.

Ni la noche ni el día quieren venir
para que por ti muera
y tú mueras por mí.

 

Diván del Tamarit, 1940.

 

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