Poetas del sitio de Leningrado: Dmitri Maksimov

El sitio de Leningrado (septiembre de 1941 a enero de 1944) es uno de los eventos más traumáticos en la historia de la humanidad. Lo que aconteció es bien conocido por todos. ¿Qué ocurre con los habitantes de una ciudad sin comunicación ni comida, en completo desamparo y bajo el terror de una guerra? Más allá de una escritura que narra la resistencia estoica, más allá de los poemas que inspiran la supervivencia y la valentía; los poetas que se presentan en la siguiente selección nos hablan de aquella otra historia, en la que resuena con más fuerza el temor y la angustia de saberse bajo el signo de la muerte; voces que hablan del horror sin tregua, sin heroísmo, voces que condenadas al silencio pasaron más de siete décadas en la oscuridad, versos testimonio provenientes de la mente trastornada por los brutales sucesos que se vivían a diario durante el asedio a Leningrado, versos que representan dimensiones individuales ante el desastre, los bombardeos, el hambre y el desamparo frente a un hecho que dejó todo, metafórica y literalmente, fragmentado; versos que nos dejan experimentar más de cerca la condición del blokadnik. La escritura es aquí un modo de registrar el horror, de representar el trauma, de buscarle una salida, como nos dice Polina Barskova: “Cuando la imagen es realmente dolorosa, se convierte en palabra y viceversa: la sustitución retórica trae el alivio necesario al sufrimiento de la historia”.

 

Indira Díaz

 

 

Dmitri Maksimov fue un renombrado filólogo y especialista en poesía rusa de principios del siglo veinte, cercano en su juventud al círculo OBERIU. En 1982 publicó su único libro de poesía en suiza, bajo el seudónimo Ignaty Karamov. Maksimov pasó en Leningrado el primer invierno del Sitio, de 1941 a 1942, posteriormente fue evacuado con la Universidad Estatal de Leningrado y pasó los años restantes de la guerra enseñando en Ivánovo y en Kazán.

 

 

 

                                                                                             

 

Diciembre de 1941. Leningrado

 

Por la noche bajo una chaqueta acolchada

en un hospital de campaña en la isla Vasilievski.

El alma, intenta defenderse,

 fingiendo ser de madera. No hay luz.

 

 

 

1

 

Ella cría arañas.

Le cuelgan sobre la cabeza,

Sus pequeñas cabezas cuelgan sobre el mundo.

Extraño es el contorno del cielo

En las redes de una cabeza arácnida.

 

Ella tiene una mirada insondable

Las casas se oscurecen

Se visten de cruces blancas.

Y desde el campo hacia todos los confines

Se extienden los cuellos de los recién llegados.

 

Ella arrasó con nuestra kasha,

Y dejó vacías nuestras almas,

Mientras nuestras abuelas y nuestras hijas

Se acurrucaban entre costales blancos.

 

Ella vistió un abrigo

Hecho de nosotros. Y de esta nevada carnicería

Volamos como cáscaras por el viento,

Y las adorables jovencitas lloran.

¡Entérate! Ella no desviará el trineo,

Ella aún contará historias.

 

 

 

 

2

 

No hay suficiente kasha,

Y, bajo el abrigo apenas y se respira,

Natasha y yo hemos visto,

Cómo se desgarraba su alma.

Cómo todo se llenaba de ladrones,

Que se sentaban sobre la cama junto a la tía,

Cómo aparecían los verdugos,

Y se llevaban nuestro pan.

            Y así al llamado desde una oscuridad infinita

            Acudió sincero un amigo.

 

Aunque ella no se atrevió a despegar los párpados

fue inútil no mirar,

Como fue llevada hacia la esperanza

Sobre el escudo de un héroe.

No miró, no quiso,

No escuchó a las águilas

Elevar sus elogios

hasta límites ilícitos.

Como los tres hermanos del océano

Derramaron sus lágrimas sobre el diván,

Ahí donde me encuentro ahora

Donde entre tinieblas recuerdo

A mi dulce tía.

                        La calle Kovenskii

                        El departamento, a oscuras.

 

 

 

 

3

 

Están medio abiertos,

He sido lo suficientemente fuerte.

Por las tormentas

He atravesado.

 

Con tales padecimientos,

Con tales perdidas

Aún crees en el corazón de los amigos

Y en el paraíso.

 

Junto a aquellos desvelos

Junto a aquellas ofensas

Se encuentra la resolución

El retumbar del destino.

Y nuestras almas

Junto a tantas privaciones

¿Qué tierras

No han de iluminar?

Te arrastras a casa

Sin preocupaciones

Alargas las piernas

Te has vuelto otro.

                        Una buhardilla. Un sistema de defensa antiaéreo.

 

 

 

 

 

 

ВОЙНА

 

 

Декабрь 1941 г. Ленинград.

Ночью под ватником в стационаре

на Васильевском острове. Душа,

защищаясь, прикидывалась

деревянной. Света не было.

 

 

1

Она разводит паучков.

Они висят над головой,

Головки виснут над землей.

И странен очерк синевы

В сетях паучьей головы.

 

Она бездонные глаза

Моих померкнувших домов

Заткала белыми крестами.

И от полей со всех концов

Тянулись шеи пришлецов.

 

Она пожрала нашу кашу

И опустели души наши.

А наши бабушки и дочки

Свернулись в белые комочки.

 

Она надела полушубки

На нас. И мы от этой снежной рубки

Летим по ветру, как скорлупки.

И плачут девушки-голубки.

Знай! Не свернув себе салазки

Она еще расскажет сказки.

 

2

Не хватило тебе каши,

И под шубой чуть дыша,

Мы увидели с Наташей,

Как рвался ее душа.

Как налезли воры, тати,

Сели к тете на кровати,

Как явились палачи,

Отобрали калачи.

Так на зов из тьмы безмерной

Друг пришел нелицемерный.

 

И она смежила вежды.

Не взглянула тетя зря,

Как несли ее к надежде

На щите богатыря.

Не взглянула, не хотела,

Не слыхала, как орлы

В невозбранные пределы

Разносили ей хвалы.

Как три брата-океана

Лили слезы у дивана,

Там, где я теперь стою,

Где в потемках вспоминаю

Тетю милую мою.

Ковенский пер.

Квартира, темно.

 

3

 Полуоткрыли.

Хватило сил.

За бури были

Перевалил.

 

С таких недугов,

С таких потерь

Ты в сердце друга

И в рай поверь.

С такого бденья,

С таких обид

Уже решенье

Судьбы гремит.

И наши души

С таких утрат

Какие суши Не озарят?

И без тревоги

Бредя домой,

Дотянешь ноги

Уже другой.

Чердак. Противовоздушная оборона.

 

 

 

Primera entrada: Gennady Gor

 

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