Poema para leer un viernes por la tarde: Soy vulgar de Mijail Lamas

En esta nueva entrega de Poema para leer un viernes por la tarde, nuestro editor, el poeta Mario Bojórquez nos acerca a la lectura de Mijail Lamas en su poema “Soy vulgar”, incluido en Cuaderno de Tyler Durden, publicado en Argentina por el Suri porfiado y Círculo de Poesía en 2014.

 

 

 

 

Mijail Lamas es un autor de mi predilección, con él he discutido por muchas horas las posibilidades de conocimiento de la poesía actual del mundo en sus diversos continentes y lenguas, juntos hemos viajado por muchos países compartiendo el interés por conocer lo nuevo de la poesía mundial, hemos organizado festivales y antologías, traducciones y ensayos sobre poéticas, es uno de los talleristas más competentes que conozco en nuestro idioma, es editor de Círculo de Poesía, y claro, es mi amigo muy querido desde hace muchos años. Conocí sus poemas hacia la primera parte de la década del dos mil y rápidamente me atrapó este manifiesto que aparece en Cuaderno de Tyler Durden y que comienza con la declaración “Soy vulgar”. En cada uno de sus libros un lector contemporáneo del español encontrará un tono, un timbre que resonará en el corazón de nuestro tiempo, el libro que más me toca, quizá porque somos paisanos, es Contraverano, pero en Fundación de la casa, Canción del navegante de sí mismo (en el cual habla de Cesário Verde), o El canto y la piedra, vamos a leer una poesía plena de significado y de pasión.

MB

 

 

SOY VULGAR, estoy lleno de sentimientos vulgares, gusto de
    la televisión, el cómic, la pornografía —oh, hermosa
pornografía—,
canciones populares y corridos que se
mezclan en la tornamesa de los complejos habitacionales,

    ahí todos los excesos están saciados.
Lo digo por convicción.
Vivo en una época vulgar, en un tiempo sin brillo, de
expresiones
vulgares.
El arte está en las revistas, en los espectaculares que detienen
el
tráfico, en las envolturas de golosinas y cigarros de
diseños
sorprendentes.
Los diseñadores gráficos son el emblema del artista
moderno.
Cumbre de todas las vanguardias son la forma
más sublime de la
vulgaridad.
Los poetas callan.
Quedan sólo sus repetidos ademanes, sus espontáneos
berridos.
Toda novedad está pasando o queda como la
instantánea del
futuro del que ya sentimos.
Lo nuevo es tan antiguo.
Lo original es sólo una mirada constante al pasado.
Los patrones de elegancia impuestos por la moda y los
medios son
vulgares.
La vulgaridad es una condición perfecta del socialismo; aquí
    todos somos vulgares, sin importar nuestra clase social.
La raza nada tiene que ver con ser vulgar. En esto todas las
razas
se igualan.
Nunca se es lo suficientemente vulgar para ser admirado por
el
vulgo.
Ser absolutamente moderno es ser absolutamente vulgar.
Ser absolutamente moderno es estar pasado de moda.

 

 

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