Presentamos dos poemas de Noor Hindi. Poeta, ensayista y periodista norteamericana de origen palestino. Tanto sus poemas como sus ensayos han sido publicado en diversos medios entre los que destacan Poetry Magazine, entre otras. Las traducciones son de Adalberto García López.
A LA MIERDA TU SERMÓN SOBRE EL ARTE, MI GENTE ESTÁ MURIENDO
Los colonizadores escriben sobre las flores.
Te hablo de los niños que tiran piedras a los tanques israelíes
Segundos antes de convertirse en margaritas.
Quiero ser como esos poetas que se preocupan por la luna.
Los palestinos no ven la luna desde las celdas y las prisiones.
Qué hermosa la luna.
Qué hermosas las flores.
Recojo flores para mi padre muerto cuando estoy triste.
Él mira Al Jazeera todo el día.
Ojalá Jessica dejara de enviarme mensajes de ¡Feliz Ramadán!
Sé que soy norteamericana porque cuando atravieso un cuarto algo muere.
Las metáforas sobre la muerte son para los poetas que piensan que a los fantasmas les interesa el sonido.
Cuando muera, prometo seguirte por siempre.
Algún día escribiré sobre las flores como si me pertenecieran.
QUERIDO SANTA,
No me arrepiento de decirle a todos que no eras real
en el jardín de niños después de que no me llevaras
ningún regalo. Sí, todo el salón lloró. Sí, a menudo soy rencorosa
pero mis padres me enseñaron a no creer
tus mentiras. Querido Santa, tenía seis años y estaba confundida.
¿Por qué no podíamos celebrar Aíd al-Fitr en la escuela
pública? Quería creer en ti pero nunca te vi
descender de nuestra chimenea y era escéptica
de tu amor por los musulmanes —del amor de este país
por los musulmanes. ¿Y qué me dices del sonido
de la voz de mi abuela cantando Allahu Akbar
previo a ponerse de rodillas sobre la alfombra de oración,
o el sonido de esos hombres gritando Allahu Akbar
minutos antes de que esos aviones
se estrellaran con las Torres Gemelas con tanta furia? Recuerda el arma
que mi tío puso en la mano de mi padre meses después
para protegerse, su dedo índice apretando
el gatillo porque ellos no nos quieren aquí.
Querido Santa, ¿quiénes son ellos?
Pasados los años, durante el Ramadán, mis padres me enviaron
a la escuela sin desayunar, el hambre estaba
en mi estómago —sólo que nunca ayuné, la única musulmana
en la escuela, ¿cómo iba explicarles a mis maestros
y compañeros cuando la vergüenza me siguió hasta la hora del almuerzo
como un cachorro hambriento que quiere ser alimentado?
Querido Santa, era excepcionalmente buena en mentir
así que comí la pizza cuadrada y lamí el chocomilk
de mis labios antes de llegar a mi casa. Querido Santa,
¿por qué este país no ama la manera en que mi madre envuelve
su pañuelo favorito alrededor de su cuello antes de las reuniones
escolares o la manera incorrecta en que mi padre pronuncia las letras
p y b? Mis hermanos aprendiendo inglés
viendo Full House, mis hermanos varones diciendo
no te americanices tanto, mi abuela memorizando
las 100 preguntas completas de su examen de civismo, convirtiéndose en norteamericana.
Santa, ¿qué significa ser norteamericana? Que te guste
el ponche, poner un árbol de navidad, luces de colores
alrededor de mi cuerpo y bailar un himno nacional
donde nunca me he visto.