Leemos poesía mexicana. Leemos algunos textos de Nancy García Gallegos (Aguascalientes, 1983) es poeta, crítica de arte y literatura, tallerista, gestora cultural y voice performer. Estudió la Maestría en Literatura Hispanoamericana en la Universidad de Guanajuato y la Universidad de Buenos Aires (UBA). Parte de su obra poética ha sido publicada en las antologías: Voces abiertas (Instituto Cultural de Aguascalientes, 2005), Contorno del fuego (Instituto Cultural de Aguascalientes, 2003) y Las avenidas del cielo (UAA, 2017) y Aguascalientes, una ciudad abierta con vocación de puerto (Instituto Cultural de Aguascalientes, 2021). Actualmente estudia el Doctorado en Literatura hispanoamericana (BUAP) y coordinada talleres enfocados en el desarrollo de procesos creativos para la escritura.
deseo de alas blancas
en habitación de madera y orquídeas:
intento la voz
pero del cuerpo me salen cenizas
y no puedo escribir la palabra barco
para tener la posibilidad de arrojarme desde una de sus orillas
punta lengua rota me voy a quedar
porque el viento
devolvió
ante mis ojos
la botella
llena de tristeza
que arrojé al mar
siempre, antes de escribir, tiemblo
abrazo mi breve música
he de hundirme girando algo
falta el cuerpo extraño
mi boca de flores huye
desnuda entre luz
imposible tocar el vientre de pétalos
en mi cuerpo
la oscura miel
vive
eres
danza de pájaros fugaces
en la imagen insaciable del tiempo
La boca de sed llagada Para LAD
renace sobre el misterio del gesto
nadie me invade
estás cautiva
puedo callarnos esta noche
mirarnos desde lo negro
no sin la música frágil sonando extraño
apenas rabia canto imposible
palabra sombra de frío verano
tu ojos breve herida
mis brazos lágrimas blancas
cuídame del mundo y su roce descarnado
cuídame de la luz y su fenómeno nostálgico
cuídame del aire y sus cavidades futuras
cuídame del agua y su prisión de espejos
cuídame de la tierra y su piel de bestias
cuídame del fuego y su implante de piedra
cuídame del sol y su mortal insistencia
cuídame de la lluvia y su portal de arena
cuídame de las esquinas circulares del universo
cuídame de las entrañas alteradas del musgo
cuídame de mí
de esta carne que me pronuncia lejana
cuídame de mí
del extravío al cielo oscuro de labios sellados como amapolas prematuras
cuídame de mí
de la locura amotinada en el silencio luminoso de la primavera escrita en mi frente
cuídame de mí
cuídame de mí
cuídame de mí