Poesía norteamericana: Tom Sleigh

El poeta Arturo Desimone construye una serie de poesía norteamericana actual. Nos acerca a la poesía de Tom Sleigh (1953). Es autor de once libros de poesía, incluido Army Cats (Gatos Milicos), inspirado por sus viajes al Líbano y Siria en 2007, poco después de la guerra israelí-libanesa. Ganó el premio John Updike de la Academia Estadounidense de Artes y Letras. Su libro Space Walk (Caminata Sideral ) ganó el premio Kingsley Tufts. Además, Far Side of the Earth (Costado Lejano de la Tierra) ganó un Premio de la Academia Estadounidense de Artes y Letras. Ha recibido el Premio Shelley de la Poetry Society of America, una beca de la Academia Estadounidense de Berlín, una beca de la Fundación Civitella Ranieri, un premio de escritor individual de Lila Wallace / Reader’s Digest Fund, una beca Guggenheim y dos premios nacionales. Becas de la Fundación para las Artes, entre otros. Es un profesor distinguido en el programa MFA en Hunter College y vive en Brooklyn. Durante la última década, ha trabajado como periodista en Siria, Líbano, Somalia, Kenia, Irak y Libia. La traducción fue realizada originalmente en el contexto de la columna radial “La Maja Desnuda”, programa de Nidia Hernández.

 

 

 

 

El bloque y la bolsa

 
Persecución, demora, ansiosos momentos de vacilación
seguidos por saltos, pasos agigantados, volteretas hilarantes giran,
maniáticas, rabiosas, miedosas, recitadas en un atrio

 
de concreto, desnudo salvo las ventanas del hotel
que reflejen por doquier tantas descabelladas,
insensatas y azarosas persecuciones:
como un ladrillo de espuma de poliestireno,
pequeño pero tan encendido cómo Aquiles

 
corre detrás de una bolsa de plástico
que se va convirtiendo en barrilete, en una ola
alrededor y alrededor de este anfiteatro, este mundo ángulo/plano
triturado hasta los extremos del sol, raspando cemento desnudo,

 
dejando la oscuridad explotada, aniquilada por las nubes,
la luz castrada según los grises más insípidos mientras que Bloque
y Bolsa ahora se asemejan a cazador/botín, cliente/puta,

 
entonces, sin razonamiento se empalman y se detienen ceñidos en su aleteo,
fatigados ambos, las esquinas del Bloque sembradas, afiladas
por huecos y laceraciones de tanto patinaje y hacer volteretas,

 
La Bolsa gastada y soplada, arrugada por toda esta pasión inesperada,
esta inspiración del aliento que se va acrecentando
hasta rellenarle y ahí le chupa hasta colapsar, dejándole en ruinas,

 
descarada, rogando, a manera histérica tal vez, sabiendo más
que pretende saber, solo haciéndose la muerta para titilar a Bloque,
“Usted lo logró, usted me conquistó, soy nada, nada.…”

 
hasta que les golpea el torbellino que les empuja a continuar
obsesivos y sin propósito en su abandono
que podría ser la alegría, el terror, el erizamiento amoroso, la desesperación

 
la deflación, el deseo con sus movimientos como ejércitos
maniobrando por tierra de nadie, el espíritu
vacilando tras lo inalcanzable

 
mientras que Bloque ahora se rebota, acercándole
hasta quedarse flotando a menos de una pulgada de Bolsa,
aleteando su escape por un ángulo excéntrico,
la luz parpadeando como un ojo parpadea
tú sabes que yo sé que tú sabes que alguien nos vigila–
ahora Bolsa se afloja en un rincón, en aparente desmayo,
Bloque cercena, de a muy cerquita como si vacilara antes del atentado,
para demoler a Bolsa, poner fin a éste desempeño–
ningún ángulo para acercamiento, no habrá terreno neutro,
ningún término de secuestro, no habrá tregua–

 
solo éste cuadrado de concreto con cara de Bloque
entre incontables desplazamientos que ondulan hacia afuera
por este patio de tierra de nadie, donde Bloque y Bolsa

 
están en la travesura de siempre, desbocadamente regateando
por todos lados, no dando trueque ni deseando ninguno
como los héroes de antaño se permitían entre sí

 
vigilancias feroces que ningún amante podría igualar
O, más valorado y más fiel entre todos los combatientes
Bloque el vesánico; y Bolsa, estratega astuta.

 

 

 

 

 

BLOCK AND BAG

 

Pursuit, delay, anxious moments of dallying,
then leaps, bounds, hilarious cartwheels turning
manic with rage or fear performed in a concrete

courtyard bare but for hotel windows replicating
everywhere these mad, senseless, random chases,
a little styrofoam block fiery as Achilles

racing after a plastic bag kiting and billowing
round and round this blah arena, this angle/plane world
stripped to extremes of sun scraping concrete

bare, or blasted dark, obliviated by clouds,
the light neutered to the spirit’s dullest grays while Block
and Bag now seem hunter/prey, john/whore,

then inexplicably bound and flutter to a halt,
exhausted, Block’s corners pitted, rounded
by bumps and skids and somersaults,

Bag blowzy and worn, bedraggled by all this
unexpected passion, this afflatus of breath swelling
it full then sucked out so it collapses in ruin,

abject, pleading, overdoing it maybe, knowing more
than it lets on, only playing dead for Block’s titillation,
You did it, you conquered, I’m nothing, nothing …

until the whirlwind hits and drives them on
obsessed without purpose in their abandon
that could be joy, terror, elation of love, despair’s

deflation, desire’s movements like armies
maneuvering across no man’s land, the spirit
coquetting after the unreachable

as Block now bounds to within an inch of Bag
fluttering off at an eccentric angle,
the light winking off it like an eye winking,

you know I know you know someone’s watching—
now Bag crumples in a corner, seemingly blacked out,
Block hovering near as if debating to strike

and demolish Bag, put an end to this pursuit—
no angle of approach, no middle ground,
no terms of ransom, no truce—

just this squarish, brick-faced concrete
among endless displacements rippling out
across this nowhere courtyard where Block and Bag

are at it again, running amok, racing round and round,
giving no quarter and desiring none
the way heroes of old lavish on each other

ferocious attentions no lover can rival,
oh most worthy and wedded of combatants:
berserk Block; shrewd tactician Bag.

 

 

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