Sobre pedazos de vidrio de Melinna Guerrero. Texto de Álvaro Solís.

Álvaro Solís Castillo reseña Sobre pedazos de vidrio de la poeta mexicana Melinna Guerrero (Aguascalientes, 1993), recientemente publicado en Círculo de Poesía Ediciones. Es Licenciada en Letras Hispánicas por la UAA. Ha participado en diversas revistas como Sin Embargo, donde ha reseñado libros de arte y literatura, así como Tierra Adentro. Ha trabajado también como jefa de redacción de la editorial Artes de México.

 

 

 

 

 

Sobre pedazos de vidrio de Melinna Guerrero

 

Lo primero que destaca en Sobre pedazos de vidrio (Círculo de poesía, 2022), de Melinna Guerrero (Aguascalientes, 1993), es que logra mostrar y compartir con el lector la angustia de la búsqueda concreta que ocurre y se dilata en el poema. Para la autora, el poema parece contener, sobre todo, vida. El ejercicio de la escritura no es la búsqueda y el hallazgo de artilugios que doten de pulso, melodía o ritmo al poema, sino un reflejo, acaso una especie de traducción, de la vida misma. Para Melinna el poema es ese lugar y ese tiempo en donde, como humanos, observamos nuestras derrotas y nuestros  triunfos o bien, el poema es ese sitio más allá, inalcanzable, desde donde a veces ocurre y germina el consuelo. Pienso en Gaston Bachelard, mientras leo Sobre pedazos de vidrio. Para el filósofo francés la poesía equivale a esa fuerza o instancia restauradora que es el sueño, en relación con la vigilia. El sueño es para el individuo lo que el poema es para la masa. En el poema yace incrustado, inevitablemente, el inconsciente de todos nosotros. El libro de Melinna parece contenernos a todos, todos nuestros susurros silenciosos habitan y nutren las páginas que son en realidad calles, amplias avenidas transitadas por la soledad que encarna en todos los habitantes de esa enorme urbe que es la CDMX.

            En “La forma de un poema”, texto insignia del libro, la instancia enunciativa convierte al lector en una especie de mirada inerte frente a la mesa donde todo ocurre. Las otras miradas observan cómo el poema surge desde muy adentro de una poeta que dice; “Soy aquí”. La voz inquieta y rebelde de este poema se abre paso, entre un ambiente patriarcal y ejerce el derecho de decir y de ser mujer en un mundo que se dibuja desde la mirada de la autora.

            Transcurre el mundo en las páginas del libro: calles, avenidas, taxistas arcaicos, plazas comerciales, universidades, vagones atiborrados de incontables besos, empleados, oficinistas, autobuses, paraderos, ambulantes, desde los zapatos que no calzan a la perfección en nuestros pasos, hasta la inquieta profecía de Brubeck y su Take five que Juan El Bautista (personaje del libro), ese chico de cincuenta años, predijo antes de ser descabezado. La ciudad es el gran escenario de los poemas de Melinna, la gran ciudad donde es posible extraviarse para siempre en una ruta, en una lista de canciones olvidables. Es curioso cómo los poemas dibujan una ciudad no para los ojos habituados a sus calles, sino parece hay una mirada siempre sorprendida ante los elementos más cotidianos.

            En un poemario en donde predomina el ejercicio de la velocidad, de la ciudad humeante y dispersa, un poema como “Confesión” es un oásis. En un tono que recuerda al “Nocturno a mi madre” de Carlos Pellicer o varios poemas juveniles de Abigael Bohórquez, el poema de Melinna parece hablarnos al oído, susurrar los vestigios del encierro y la soledad a la que nos condenan todas las grandes ciudades. En función del libro, el poema es un ejercicio de contención. El tono confesional dota al texto de una intensa belicosidad que anhela las alas de la libertad. Me gusta mucho el poema y celebro su ubicación en el libro porque da al lector justo lo que no espera. B side de lo que hasta ese momento ha nutrido al libro, el poema se detiene en los detalles, la confesión tiene todo el sentido y evoca, sin duda, a ese maravilloso poema titulado “Del oficio de madre”. Posterior al poema deviene de nuevo la velocidad, el ritmo de las imágenes, de la prosa donde el poema asienta bien sus raíces, de esa realidad inmediata que golpea con insistencia al lector, provocándolo, hiriéndolo.

            Este nuevo libro de Melinna Guerrero es una de las novedades editoriales de Círculo de poesía, junto a títulos como Historia del azul, del poeta francés Jean-Michael Maulpoix,  Ararat de Louise Glück o Luciérnagas de Rabindranath Tagore.

           

 

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