El poeta chileno Mario Meléndez (Linares, 1971) acaba de publicar su obra poética reunida bajo el título Apuntes para una leyenda (RIL editores 2022). Leemos aquí algunos de textos de su nuevo libro, también publicado por RIL, Réquiem para frutas suicidas. Entre sus libros figuran: Vuelo subterráneo, El circo de papel, La muerte tiene los días contados, Esperando a Perec, Jardín de escombros y El mago de la soledad. Parte de su obra se ha traducido a diversos idiomas. En 2012 fija su residencia en Italia y al año siguiente recibe la medalla del Presidente de la República Italiana, concedida por la Fondazione Internazionale Don Luigi di Liegro. En 2015 es incluido en la antología El canon abierto. Última poesía en español (Madrid: ed. Visor). En 2017 algunos de sus poemas aparecen traducidos al inglés en la mítica revista Poetry Magazine de Chicago. En 2018 regresa a Chile para asumir como editor general de la Fundación Vicente Huidobro.
Réquiem para frutas suicidas
La poesía de Mario Meléndez es una rara flor de exquisito perfume en el bosque insondable de la poesía hispanoamericana actual, sus procedimientos literarios alumbran con originalidad profunda las fulgurantes e inesperadas audacias de estilo que otorgan unidad y pertinencia a su discurso poético. Quien penetre en su universo creativo será imantado por la fuerza de las imágenes plásticas y por la melódica sonoridad de su idioma musical y figurativo. Su escritura es el testimonio de una vida dedicada enteramente a la poesía, el retrato del alma contemporánea en el río de nuestra lengua. Mario Bojórquez.
La poesía de Mario Meléndez constituye una suave garra que atrapa a sus lectores y los impulsa hacia los más recónditos rincones del alma humana, iluminados por sus palabras. A lo largo de veinticinco años de trayectoria, Mario ha ido construyendo un sólido espacio creativo donde se dan cita la desesperación y la ternura, la tradición y el riesgo, el pensamiento y la música. Hondo conocedor de la poesía en español y representante de lujo de los ecos de Huidobro en el presente, la aparición de esta antología que reúne sus cinco poemarios publicados más tres inéditos es una gran noticia para todos aquellos que amamos la palabra, con sus destellos familiares y sus imperiosas indagaciones. Raquel Lanseros
Huyendo del lugar común, de la imagen trillada, en los poemas de Mario Meléndez no falta ni sobra nada. Busca el secreto de las palabras y ese secreto es el que despierta nuestra curiosidad, nuestra emoción, algo oculto que no podríamos descubrir del todo y que tal vez ni él mismo podría descubrírnoslo. Sus poemas suelen tener dos o más lecturas, es decir, algo esencial. El poeta chileno es una presencia de excepción en la actual poesía latinoamericana. Marco Antonio Campos.
Patio 29*
*Lugar del Cementerio General, en Santiago de Chile,
donde se ocultaron los cuerpos e identidades
de ejecutados políticos durante la dictadura militar.
1
Algunos ven al muerto
cuando agoniza
otros cuando se pudre
3
A Lewis Carroll
La muerte es una niña
de cinco años
que se levanta la falda
cuando ve a Dios
4
Al otro lado del espejo
Alicia sólo encontró
una fosa común
Adentro los personajes
de la obra de Carroll
tenían las cuencas vacías
y un tiro en el corazón
También estaba ella
atada de pies y manos
y el propio Lewis Carroll
cubierto de cenizas
Dios no estaba en la fosa
andaba reconociendo
el cadáver de su hijo
5
Mientras torturaban al Lirón
la niña pensó que pronto llegaría su hora
Sintió los gritos del Sombrerero Loco
en la sala contigua
Reconoció el cadáver de La Liebre
apilado sobre otros cuerpos
Oyó a la Reina de Corazones
confesar al oído del verdugo
Y a la madre del Conejo Blanco
repetir algunos nombres extraños
Todo sucedía en cámara lenta
como la noche que Dios falleció
6
El Gigante Egoísta
también fue arrojado
a la fosa común
Bajo su cuerpo
Dios entierra los juguetes
que roba
a los niños muertos
7
Muerte de Caperucita
La torturaron hasta en el más allá
Nunca dijo dónde estaba El Lobo
tampoco La Abuelita
Fue arrojada a la fosa con Pinocho
Alicia, El Gato con Botas
Nadie escribió siquiera un epitafio
Ahora es detenida desaparecida
al igual que Dios
9
La bella durmiente
Despertará si la besa el verdugo
si la besan los torturados
que escriben en los muros
venceremos
Despertará con los ojos llorosos
quejándose del golpe en las costillas
la mandíbula rota
la corona de espinas
O se irá simplemente en el sueño
remando en un mar de desaparecidos
que la llaman desde el fondo
cantando
venceremos
10
Cenicienta 1973
(12 de la noche, Villa Grimaldi)
No sólo perdió el zapato izquierdo
también el ojo derecho
dos dedos
tres dientes
y la oreja de van Gogh
Yo soy tu media naranja
le dijo el verdugo excitado
Bésame ahora
amor mío
con la boca llena de espanto
13
Lo primero llegando al cementerio
fue buscar la tumba de Blancanieves
pero sólo halló una fosa clandestina
donde habían enterrado a los enanos
(Esto escribía la niña en su diario de muerte
cuando le avisaron que sus muñecas
no vendrían a visitarla)