Leemos poesía peruana. Leemos algunos textos de Melissa Olivares (Lima, 1989). Además de poeta es artista y diseñadora. Magister en Estudios literarios y teatrales de la Universidad de Granada. Graduada en Literatura hispanoamericana por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Estudió Arte, Moda y Diseño textil en la Pontificia Universidad Católica del Perú y continúa la misma carrera en la Escuela Superior de Arte y Diseño- Estación Diseño (España). Publicó su primer poemario interartístico La batalla de la vuelta de obligado (Alastor Editores, 2019) y su segundo libro ilustrado Anastasia y la mirada de las 1000 yardas (2022). Como autora ha aparecido en las antologías poéticas Poesía escrita por mujeres (Ínsula Barataria, 2017) y Antología de poesía hispanoamericana. El vuelo más largo (Ángeles del Papel Editores, 2020). Además, ha colaborado en diversas revistas virtuales y físicas de creación y crítica literaria de Latinoamérica y Europa la revista electrónica Círculo de Poesía (México) y la revista Anestesia (México) como la revista literaria Ergo n.º 3 (España). Actualmente dirige el n.º 7 de la revista literaria Ergo (Bilbao), edición especial, cuya temática irá en torno a los estudios y creaciones interartísticos.
Patrón de Vestido doble capa de despedida
Bonus Track de Anastasia y la mirada de las 1000 yardas
Padre, he muerto hoy
Y no sé qué hacer con mi sangre
Los nódulos de mi nariz
Se han desahogado
Padre, nadie lo sabe
Somos tú y yo
desangrándonos
en tu regazo
Tu jean
es un vino tinto
de tierra, de la tierra
Cede la trama
Un indio llora, Padre
Lo escucho
Dile que se calle
Qué calle es esta de la despedida
Te odio, Padre
He cargado y comido tu cuerpo
Soy mala nena
nena mala, malanegra, magianegra
Mala yerba
Una flema con sangre
de la ciudad
Levanta el mentón, Padre
No es esto Maria y Jesús
No burilarán por nosotros
Nuestras ropas están cargadas de lamentos
modernos
Escupe en lo clásico de Europa
Escupe sangre
Sangre de abuelo, de abuela
De niño
de botas
de manos
Y dedos
señalando la caída
Nuestra caída
Papi, soy la arena del desierto
Las lágrimas secas
vueltas tela de ante
Un corazón hueco
de popelín
en verano
Un verano
ajeno
Una mariposa perdida
en una luz de artificio
D’artichaut
Padre, te entierro
Destierro
Desterrada
Enredada
Destripada
Padre, te odio
pesas tanto
tensas tanto
Odio la pesca
del hombre
Y al pescador de hombres
Al cordero
que quitas al padre del mundo
Ten agonía
por nosotros
Púdrete cuervo
Cuerpo
Nariz sangrante
Púdrete hasta ser
un textil Paracas
Lleno de medicina
Y Occidente de occidiana
Padre, trepanaré tu cabeza
Escaparemos a Texas
Voy a ahorcarte
Te ahogaré en el mar
junto con los corales
danzando en este rito injusto
de rojo y blanco
De rojo en blanco
El blanco eres tú, padre
Una bala que disparo
duele, Padre
Rompe
Destruye
Estoy rota y descosida
Desnaturaleza
Destodo destino
La punta de la navaja para tu cuello
¡Padre, perdóname !
Soy el líquen
El hongo anidado en la pata
de un gato
El ovillo
La perra rota
Rata de río
La amazona destilada
Bajo la cara estúpida de un delfín
De un delfín estúpido
Un sinfin sin ti
Debíl, con el tabique débil
para un sol extranjero
La oveja afiebrada
El yeso aguado
que no da forma
ni forma nada
Padre, voy a matarnos
en este asiento de ciudad perdida
en esta raya de la vida
Que no es el descanso de una carretera
sino una ciudad ratera
que me ha dejado sin ti
Extractos de libro ilustrado Anastasia y la mirada de las 1000 yardas
Página 13
El mar es la mentira
que refleja
un fenómeno natural
que se pone careta de rayo
Es tu castigo
que no obstruyen
las nubes
Página 18
Señales lascivas
que sustraen
la cabecera de una cama
en exilio
¡Dame tus pies!
Tengo miedo
hasta de lo que existe
Página 20
Los ojos
son o se han vuelto
francotiradores ascéticos
mucosidad que sabe llorar
Están desnudos con la condena
de expeler puntas de bambú
cuando se mira detrás de la ventana
que el silencio oscurece
las fábulas contra el miedo