Leemos cuatro poemas de una de la novedades editoriales de Círculo de Poesía Ediciones, Un cuchillo entre los dientes de António José Forte, en traducción de Javier Chavelaz Reyes. António José Forte estuvo vinculado al movimiento surrealista de la segunda ola y formó parte del Grupo do café Gelo animado por Mário Cesariny. Este colectivo fue abiertamente contrario al régimen autoritario que gobernó Portugal durante 48 años. Su participación en él lo terminó orillando al exilio en 1966.
POEMA
Son ellos: los amantes en su lecho de muerte llegando a claros infernales, cuarenta noches de insomnio, de fuego, de dientes en una girándula implacable, todos los suicidas y las madres que tuvieron antes, las madres que tuvieron después, aquí y allá, en todas partes, automóviles en llamas, abandonados, animálculos, preguntas, cortesanas, decapitaciones detrás de los carteles, dos muchachos en el muelle mientras la muerte le roba flores a la infancia, en la estación la gran fiesta del poeta que espera el tren hacia una muerte horrible, la trapecista de mis tiempos de ocio medieval y del trapecio de los adolescentes, mi madre de mis noches de niño y hélices lunares cubriendo de cristales y de pavor tus manos, simple rueda de colores y anillo de novia, su fotografía todavía guardada en la misma cartera vieja, rugiendo por la infancia, aún viva por las cosas imperdonables, cercana y feroz como un puñal en la espalda, desde Lisboa, desde una flor en mi boca y una hora junto a ti, vertiginosa y alta desde tus ojos, desde tus hombros veloces en el crepúsculo, desde una salva de plata en la mano izquierda viniendo por la nubes y en la derecha los naufragios del viento, entre perros de latidos luminosos y la muralla china: esta noche en la que la tierra es un punto en Lisboa y no importa que no exista otro lugar para estar muerto, aunque para vivir es muy importante que sea un continente que nos aguarde.
EL BUEN ARTÍFICE
Mientras tanto
diez siglos más tarde en el lugar del drama
el diablo
frente al horno
levanta por momentos sus dulces ojos
hacia cuatro mil cadalsos
Mira
más allá al buen artífice
mostrando
ángeles
o
botes
incluso una canción
si te gustan
las bellas torturas
no escucharás nada
RETRATO DEL ARTISTA EN PERRO JOVEN
Con el hocico entre dos ojos muy grandes
detrás de lágrimas aún más grandes
de todos este es tu mejor retrato
el de perro joven al que sólo le falta hablar
el de perro a través de la ciudad
con un dolor adolescente
de esquina a esquina cada vez mayor
latiendo dulcemente en cada luna
volviendo el hocico en cada esperanza
aún sin dientes para las peores sorpresas
pero avanzando a paso firme
en busca de comida
aquí estás tal cual
eres tú el perro joven que nadie esperaba
el perro de circo para los domingos en familia
el perro callejero de los días de la semana
el perro de siempre
cada vez que hay un perro joven
en este lugar de la tierra
DIENTE POR DIENTE
Antes que nosotros, otros intentaron lo mismo: diente por diente: no, nunca mirar de soslayo y mantener la cabeza escarlata, el vómito en las muñecas por cada noche robada; ni un minuto para la gloria de la piel. Despertar aparte: ojo por ojo: conservar a la familia con respeto, a la esperanza a cierta distancia de todas las hambres, al cuerno de cada día en los intestinos. A los dieciocho años, a los veintiocho, la vida a prueba de rabia y de amor, los ojos a prueba del asco. Entrar de espaldas al festival de las letras, abrirse paso a golpes de hígado para que salga el salivazo. Si no tenemos salud suficiente seamos por lo menos enfermos ejemplares.
Fuera de mi reino toda la pobreza, todo el ascetismo que gañe en los tobillos de los que aprietan los dientes; en mi reino sólo palabras provisorias, odio breve y escarlata. Ni un gesto de paciencia: el sueño a nivel de todos los peligros. En mi reloj son horas de matar, de llamar al amor a la mesa de los sanguinarios.
Diente por diente: la boca en el corazón de la sangre: elegir a tiempo nuestra muerte y amarla.