Leemos con profunda pena el fallecimiento de la poeta Louise Glück (1943-2023), Premio Nobel de Literatura 2020, y autora de nuestro sello Visor Libros México. Louise Glück fue una de las poetas más importantes de su generación, con una obra íntima pero dialógica, conversacional, con atmósferas oníricas que, al mismo tiempo, descubren retazos de luz en sus hallazgos. Mereció además del Premio Nobel de Literatura en 2020, el Premio Pulitzer en 1993, el Premio Wallace Stevens en 2008, entre otros galardones. Visor Libros México publicó Noche fiel y virtuosa, Ararat y Recetas invernales de la comunidad.
Compartimos una breve muestra de los tres libros que hemos editado de su obra, con las versiones de Andrés Catalán.
EL PASADO
Surge en el cielo una luz tenue
de repente entre
dos ramas de pino, las finas agujas
grabadas ahora en la radiante superficie,
y sobre este
cielo alto, ligero como una pluma…
Huele el aire. Es el olor del pino blanco,
más intenso cuando lo roza el viento
y el sonido que produce igualmente extraño,
como el sonido del viento en una película…
Sombras en movimiento. Las cuerdas
suenan como suena una cuerda. Lo que oyes ahora
será el sonido del ruiseñor, chordata,
el macho que corteja a la hembra…
Las cuerdas ceden. La hamaca
se balancea en el viento, atada
firmemente entre dos pinos.
Huele el aire. Es el olor del pino blanco.
Es la voz de mi madre lo que escuchas
o se trata tan solo del ruido de los árboles
cuando los roza el aire
porque ¿qué sonido haría
si rozara la nada?
PÁRODOS
Hace mucho tiempo estaba herida.
Aprendí
a existir, como reacción,
desconectada
del mundo: te diré
lo que quería ser:
un mecanismo que escuchara.
No algo inerte sino inmóvil.
Un trozo de madera. Una piedra.
¿Por qué debería agotarme en debates, en disputas?
Quienes respiraban en el resto de camas
apenas podían entenderme, siendo
como era, incontrolable,
igual que cualquier sueño…
A través de las persianas, observaba
cómo menguaba y crecía la luna en el cielo nocturno…
Estaba destinada a una vocación:
dar testimonio
de los grandes misterios.
Ahora que he presenciado
el nacimiento y la muerte, sé
que de la oscura naturaleza estas
son pruebas, no
misterios…
De Ararat
POEMA
Día y noche llegan
de la mano como un niño y una niña
que se detienen solo para comer moras de un plato
decorado con dibujos de aves.
Suben la alta montaña cubierta de hielo,
luego salen volando. Pero tú y yo
no hacemos esas cosas…
Subimos la misma montaña;
entono una oración para que el viento nos eleve
pero no sirve de nada;
tú escondes la cabeza para no
ver el final…
Hacia abajo, hacia abajo, hacia abajo, hacia abajo
es donde nos lleva el viento;
trato de consolarte
pero las palabras no son la solución;
te canto una canción como las que me cantaba mi madre…
Tienes los ojos cerrados. Adelantamos
al niño y a la niña que vimos al principio;
ahora están parados en un puente de madera;
a su espalda alcanzo a ver su casa:
qué rápido vais, nos gritan,
pero no, es el viento en los oídos
lo que escuchamos…
Y luego simplemente caemos…
Y el mundo pasa de largo,
todos los mundos, cada cual más hermoso;
te acaricio la mejilla para protegerte…
De Recetas invernales de la comunidad