Laura Morgenthaler García (Santa Cruz de Tenerife) es Profesora Titular de la Cátedra de lingüística hispánica en la Universidad de Bochum, en Alemania. Licenciada en filología hispánica por la Universidad de La Laguna y doctora en lingüística por Universidad de Bremen, ha publicado más de una decena de libros y un gran número de artículos científicos en el ámbito de la sociolingüística. Es codirectora de la Revista de Estudios de Lingüística del Español, así como miembro del comité científico y editorial de diversas revistas del área. En 2022 publica el poemario La esfera intacta (Ediciones Carena); en septiembre de 2023 publica su segundo poemario Argentías (Valparaíso Ediciones). Además, ha publicado poemas en revistas literarias en Alemania, España, México, Ecuador, Perú; algunos de sus poemas han sido traducidos al alemán y al portugués. Forma parte del comité editorial de la Revista Trasdemar de Literaturas Insulares. A continuación, leemos cuatro poemas del poemario Argentías. La argentía refiere en Canarias a un brillo, una reverberación fosfórica y plateada que se observa en la superficie del mar en días de mucha luminosidad y calor.
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El último poema que te escriba
El último poema que te escriba
estará hecho del silencio con alas
que aprendí contigo.
Será breve y abierto
como un ventanal con incrustaciones de malaquita
y vistas a los pájaros migratorios.
Qué llenos los días
Qué llenos han sido los días
cantándose las bocas al ritmo de tus ojos mirándome
qué llenos los tímpanos medios,
hechos al son de tu pentagrama
los lugares en los que no cunde la herida
y el mundo era un sol amplificado
entre mi coraje y tu ilusión
una respiración de tan calma, tan abierta.
Qué llenos han sido los días
cantándose las bocas al ritmo de tus ojos mirándome
la casa que con el alma blanca de mis huesos blancos
construí tras la puerta del paraíso para ti
y en su patio éramos un baile alargado de verano
y yo, yo todos esos cuartos por los que paseaban tus pies
las esquinas en las que de mí era a ti,
a ti, con quien soñaba para verte
incluso en las noches en que apretabas mi cintura
a la pelosidad esponjosa tu ser.
Qué llenos han sido los días
cantándose las bocas al ritmo de tus ojos mirándome
qué altas las horas de la esperanza
el sabor del aire pegajoso y termal
cuando se derrama tu piel en mi garganta
y el mundo es una no existencia de los relojes
una voluntad de ser
para cavarte sonrisas en la tierra
y te nazcan los árboles de fruta
que querías aguar para que yo los creciera.
Qué llenos han sido los días
cantándose las bocas al ritmo de tus ojos mirándome
qué altos los brazos abriéndose al cielo
los bordes de tu cabeza tumbada en mí
qué alta esa hora de la entrega
donde tú yo éramos y aún somos.
Qué llenos serán los días en los que, al fin, ay amor,
seamos una continuación infinita y sin pausa.
Abisma lo hondo
Por el barranco que abisma lo hondo
haciendo señales de luz al aire
¿y si caigo?
y ellas responden
¿y si volamos ay, amiga,
y si volamos con alas grandes,
plumas de espuma y viento
a ese cielo azul-azul
azul-azul?
Seré argentía, seré
Seré viento,
tierra,
mar,
arenas.
Seré luz,
ámbar,
sol,
madrugada
destreza.
Seré luna,
espacio,
acción,
copa,
ancho cielo.
Seré músculo,
planeta,
beso,
ciprés,
fuente corredera.
S e r é a r g e n t í a. S e r é.
Seré río
fuego
elemento
sueño,
fruta,
estampa dérmica.
Seré cuerpo entre sus brazos
extensión de su dedo
amor palpitado
caricia sin fin
sombrasol de árbol
núcleo impecable.
Seré fulgurándome la vida.
S e r é a r g e n t í a. S e r é.
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