Poesía polaca: Krzysztof Katkowski

Leemos nueva poesía polaca. Leemos algunos textos del poeta y traductor Krzysztof Katkowski. Dirige la serie de poesía polaca en Círculo de Poesía. Estos poemas fueron escritos directamente en español.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Cena fuera de la ciudad

 

Cena fuera de la ciudad,​​ 

a la que ya no puedo ir.​​ 

 

El canal se detiene. No me he movido​​ 

de acá desde ayer.​​ 

 

La paloma parisina está más limpia​​ 

que la barcelonesa. Ya no huele​​ a

orina.​​ 

 

La barcaza que navega lleva​​ 

detrás una antorcha.​​ 

 

Sólo trozos de pan, esparcidos​​ 

en la superficie del agua atraen a las palomas,​​ 

 

mientras comes tofu, en una cena

bajo la ciudad. Caminas hacia el metro​​ 

a lo largo de los coloridos paraguas.

Los paraguas van más allá de lo significativo.​​ 

 

Se puede hacer un poema con estos, incluso un libro,​​ 

pero no un hombre que permanece despierto por la noche y​​ 

mirando por la ventana.​​ 

 

Se puede dormir por la noche, pero no

después de cenar, en una​​ 

cama acolchada.

 

 

 

 

 

 

 

Al balcon

(o un poema de amor en tiempos de calentamiento global)

 

desnudo, bueno, casi, porque en ropa interior​​ 

comprada en el Mercat Sant Antoni

cantando para sí mismo canciones de

C. Tangana, Rosalía y Melendi.​​ 

 

soñando​​ con​​ un soneto, y jugando​​ 

además con mi lengua en tu clítoris.​​ 

tengo un esperma inconfundible

derramado sobre ti y sobre mí, que​​ 

 

lamemos juntos. en este patio

todos me han visto desnudo antes​​ 

todos te han oído cantar,​​ 

porque cantas mejor cuando​​ 

 

no recuerdas tu escuela de música.​​ 

es​​ lo​​ banal que oigo cuando otra vez​​ 

mastico una brizna de hierba que

se ha secado. lo único que está mojado

 

somos tú y yo, en tiempos de sequía, altas​​ 

temperaturas y la presidencia​​ 

de socialdemócratas, que volverán a​​ 

pactar con las grandes empresas.​​ 

 

un crucero llegará a la ciudad,​​ 

al igual que estás fluyendo en mí, y​​ 

la botella de agua se agota poco a poco.​​ 

no sé qué siglo será, puede ser el ​​ 

 

último, pero ahora tenemos 23 años y se acaba​​ 

el tiempo, tienes que ir a casa de tus padres,​​ 

que te​​ están esperando, luego vamos a trabajar,​​ 

y la feina no nos dará de comer, después de lo cual​​ 

 

estarás solo, en tu cama, tal vez

en el sofá plegable. y cuando otras

hermanas una vez se matan porque

no podían pagar la subida del alquiler,

 

y cuando el próximo nómada digital se mude

a tu​​ edificio, quizá pienses en mí.​​ 

porque no me olvidaré de ti, y de este balcón

no me olvidaré, cuando el mundo se acaba, porque quizás​​ 

 

se acabará pronto, aunque su final​​ 

no puede ser​​ imaginado todavía. el mundo​​ 

se acabará en un momento, el momento

cuando uno de nosotros levante la voz. el mundo nunca

termina sin razón.

 

 

 

 

 

 

 

El polaco leyendo autores de Chile

 

para Bruno Montané Krebs, con amistad​​ 

 

1.

supongo q’eso

tiene​​ bastante sentido.​​ 

 

estamos sentados en la terraza. es

mi última noche en esta ciudad.

 

estuve​​ enamorado aquí​​ 

varias veces. cada vez

te lo dije, o

lo viste.​​ 

 

es porque tienes una terraza muy grande​​ 

y la misericordia baila en la copa del árbol.​​ 

 

 

 

 

 

 

 

 

2.

 

pasamos, paso a paso, por el antiguo

piso de Roberto en la calle Tallers.

 

"en otra parte

vive su hermana, pero

no la conocerás, aunque​​ 

todos te gustarían​​ 

caleta".​​ 

 

un montón de páginas garabateadas, todas​​ 

cuentan la misma historia, porque tú también

huiste de una dictadura, igual que

mi abuelo huyó de las masacres en el este,​​ 

durante una guerra que no os afectó.​​ 

 

él era como yo,​​ weón, y no entendía nada de eso.​​ 

 

sumando nuestros años, los dos somos

casi cien años y probablemente​​ 

entiendas más que yo. lo q sé hacer es

traducir poemas del español

​​ al castellano. la lengua del rey de Aragón​​ 

se mezcla con lo que dicen los viejos amigos

de mi patio antiguo, en carrer d’en Grassot 44.​​ 

 

 

 

 

 

 

 

 

3.

nunca he estado en Santiago, maldita sea,

estoy a punto de hacerlo, tal vez me guste también,

​​ tal vez​​ 

 

eso también tendrá algún sentido.​​ 

 

Raval/Gràcia, 30.07.2024

 

 

 

 

 

 

 

 

***

 

el ataúd, el atún.​​ 

es lo mismo.​​ 

 

como no hablo castellano​​ 

en ningún modo,​​ 

 

a veces me doy​​ cuenta​​ de​​ que​​ 

olvido alguna distinción​​ 

entre los dos palabras.​​ 

 

un atún no​​ reconozco​​ el​​ 

sabor del atún.​​ 

 

 

Librería

También puedes leer