Poesía Mexicana: Izhar León

Leemos poesía joven de México. Presentamos una selección poética del autor chiapaneco Izhar León.

 

 

 

PARA CANTAR EN UN VIAJE

 

Izhar León

 

 

QUE CONVERSA CON UN POETA JUDÍO EN UN BARCO

 

Creo que hay algo que se olvida en una hoja,

y​​ lo creo como algo que, olvidado,​​ 

noto apenas, y apenas recobrado,​​ 

pierdo al juego aciago que un dado arroja.

 

Viajar: perder alguna cosa. Inmóvil

en mar siempre cambiante, robinsones,

sólo queda estudiar las floraciones.​​ 

Olvidar y florecer: ser un móvil.​​ 

 

Navego. El movimiento que la pluma

traza​​  ​​ ​​ ​​​​ cifra en el aire algo que pasa;

no se toca con los dedos, espuma

 

que fue negra, aura de la tinta rasa.

En la hoja olvido con olvido suma

la vaga y triste forma de una casa.

 

 

 

 

EN LA SENDA ESTÁ PARADO UN HOMBRE DE CHAMARRA AZUL

 

No soporto los días de frío en los que el viento

es un golpe claro en la frente y en las manos.

 

Hace tiempo, de niño, vi en la ventana

de la casa un hombre de tierra oscurecido.

 

Quizá la senda, el camino pedregoso que ascendía al paraíso,

ya no exista. Mis manos de niño

no traspasaban el cristal ni el asombro.

Basta reparar en las cosas con amor para no entenderlas,

para saber que no se las entiende.

 

Ahora soy yo en otra senda, en otro tiempo, casi

otro mundo, oscurecido con la tinta de palabras

y sabiéndome más solo que aquel hombre que llena los espacios

de mi pensamiento.

 

Soy yo en otra senda con la misma chamarra heredada

que lo cubría del frío.

 

No me gusta el invierno, el golpe del viento en la frente,

pero quizás en el camino, a lo lejos, está mi hijo esperando

y resulto tan misterioso para él porque me ama.

 

 

 

PENSADO DURANTE UNA CAMINATA ININTERRUMPIDA A ORILLAS DE UN RÍO QUE NO CONOZCO

 

Cristal de cuarzo luna de agua nombres

para una transparencia que aletea

movimiento que no escapa odisea

oculta insospechada de los hombres

 

como aquel que sentencioso conjura

un viaje paralelo al de mis pasos

que sin moverme en todos los ocasos

desgasta huesos y la roca dura

 

y sólo atisbo entonces ya muy tarde

la sustancia del río caminado

hecho de viento signos algo que arde

 

de los pies hasta el centro por buen grado

preciso de minutos sin alarde

porque la muerte es tiempo conjugado

 

 

 

 

SANGRE MUSICAL

 

Crecen flores

en los túneles secretos de la sangre.

 

Hay cosas que no vemos: lo oculto

es un caballo que danza sobre el fuego, silencioso.

 

Las flores bailan el ritmo

de una música de hondo rompimiento.

 

Una flor o un caballo

son dos nombres de una misma cosa.

 

La música descansa,

como un tesoro, en el silencio del mundo.

 

La hoguera de la sangre

es profunda como el dolor del mundo.

 

Las flores ardientes

se mueven como un corazón agónico.

 

En los túneles secretos

de la sangre el dolor es una rosa afilada.

 

 

 

 

VIAJE LOGRADO A PARTIR DEL SUEÑO

 

Veo columnas jónicas del griego.

Pienso unos versos sobre arquitectura:

«lo fugitivo permanece y dura»,

pero qué de lo extinto por el fuego.

 

Tengo en los ojos ángeles de niebla

y vida y sueño ya son uno. Formas

de otros días: ausencias cuyas normas

imprimen libertad a la tiniebla.

 

Ya no veo las estatuas. Despierto.

Dos flamas, vida y sueño, fuego unido:

efecto de memoria descubierto

 

en la blanda ceniza del olvido.

Llenar los huecos del polvo: concierto

de un viaje por la mente conseguido.

 

 

 

 

Izhar León​​ (Chiapas, 2004).​​ Poeta y estudiante de Lengua y Literatura en la Universidad Autónoma de Chiapas. Textos suyos se encuentran en diversas revistas nacionales. Es integrante del colectivo Carruaje de Pájaros.

 

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