Vísperas del retorno.
De simples hechos se hizo la vida
Un día alguien dijo que la luz se hiciera
y la noche nació como de casualidad y
por qué perder la vida que no se tiene
porque siendo francos no se entiende nada
La tristeza del retorno huele a invierno
y perplejos nos deja el año que ya es nostalgia
Curioso que el antes y el será sea tan anhelante
y este presente se sienta estúpidamente vació
me alegra saber eso y saber que aún así
una flor nace una nube pasa
una nube agoniza en el crepúsculo de su muerte
y el bucle se repite sempiterno y tácito
pas la vida y la felicidad va siempre por detrás
o por delante o nunca estuvo
pero ahí queda siempre la esperanza
como una rémora que viaja en nuestra memoria
en el porvenir de nuestros pétalos
en la levedad del vuelo de las nubes
en el sol que siempre muere todas las tardes
pasa la vida y no tiene mucha razón ni sentido
¿Y qué?
1 gran charco es esta ciudad.
Pasan las noches de paso por la ciudad
y 1 espeso charco de agua negra salpicada
enrarece el camino bifurcado hacía la madrugada
ese por el que nuestros pasos cubren su marcha
Y los bólidos metálicos acarician las voces
Otros pasos se unen a la noche que pisamos
tropezamos torpes en las banquetas picadas
y seguimos como si nada hubiera pasado
como si nada pasara
Cantos de ambulancias que discuten sobre el eje
1 automovilista ebrio atropella a algún cristiano
dos chacales se agarran a vergazos por la mona
plomean a 1 compa por resistirse a 1 asalto
La condición humana va
Ensalmo para erradicar la cordura o faros de 14 a 27 pesos.
Y vas por ahí
Con tu metafísica de metanfetamina y
esas llagas de mártir
hechas con la navaja de 1 sacapuntas
Con tu locura de homeless de la alameda
tan cansado como Dios o yahvé
o quién sabe quién en el séptimo día de la creación
Con tus terribles ansias de diablo que trae prisa
disque escribiendo ensalmos
no más hechos a la Bartola
Con tus ojos achinados por el porro
y con las lágrimas contenidas
como los pechos de María Magdalena en la crucifixión
Con un puño bien cerrado al ser fusilado
y el cigarrillo en la otra mano
por quién sabe qué pinche razón
Bien perdido en este tiempo de hibridos
abrazas un distante instante
y repites mil veces la misma canción
Hace rato que la cordura no tiene sentido
estamos todos muertos, locos y alienados
Ya hace rato que todos chupamos faro.
José Meza (1998) nacido en Ciudad de México, Estudió un bachillerato musical en la Escuela de Bellas Artes de Toluca (EBAT) y actualmente cursa la licenciatura en creación literaria en la Universidad Autónoma de la Ciudad (UACM). Ha colaborado con distintos medios periodísticos independientes como somoselmedio y el observatorio de memoria y libertad cubriendo sucesos enfocados a la resistencia de los pueblos y la anarquía. Poeta, cuentista y artista gráfico, actualmente trabaja en su primer plaquette titulado “Dos de arena por una de cal y tierra”.