Si el río abriese los ojos: Antología de la continuidad. Hamid El Sayegh (Venezuela)

Juan Lebrun, Bolivar Pérez y Zorian Ramírez construyen un dossier de nueva poesía venezolana, Si el río abriese los ojos: Antología de la continuidad, título en homenaje a César Panza y Caneo Arguinzones. Leemos aquí a Hamid El Sayegh (1998). Fue finalista del VIII y del IX Concurso Nacional de Poesía Joven Rafael Cadenas (2023 y 2024).

 

 

Si el río abriese los ojos: Antología de la continuidad.​​ Es una selección que reúne voces de poetas venezolanos nacidos a partir de 1990. La muestra nos invita a reflexionar acerca de​​ las diversas identidades que se presentan en la poesía​​ actual venezolana. La escogencia del título rinde homenaje a dos voces que dejaron una huella fundamental en el panorama más reciente de la vida literaria del país: César Panza, con su verso​​ Si el río abriese los ojos qué viera, y Caneo Arguinzones cuando dice que​​ Haber retrocedido al abismo ha convertido la continuidad / en una festiva alabanza. César nos devuelve la pregunta de la identidad sin pretender abrirnos los ojos, sino buscando que habitemos con él la pregunta; defiende lo auténtico mientras nos habla de la impermanencia.​​ Caneo plantea una​​ vivencia corporal que enfrenta a la muerte, pero que, en un detenerse, busca la continuidad de la vida como una “festiva alabanza”. Estos autores y referentes, por siempre jóvenes, son voces desenfadadas, discontinuas, navegantes de lo incierto en el río identitario, vitales, como las que presentamos a continuación.

 

 

 

 

 

***

 

 

 

Hamid El Sayegh (Caracas, 1998) ha participado en talleres literarios, entre ellos con Víctor Alarcón, ​​ Pamela Rahn y Zorian Ramírez. Finalista del VIII y del IX Concurso Nacional de Poesía Joven Rafael Cadenas (2023 y 2024), y mención especial en el 2º Concurso de Poesía Diversa. Publicado en el fanzine​​ Hágase el poema​​ (2024) y en los portales web Vomité un conejito y Digo.Palabra.TXT

Todos los collages que siguen a los poemas son de Circeenluna.

 

 

 

 

 

 

 

 

Sobre los huesos de los muertos​​ (écfrasis)

 

Una mujer y la infancia,

encima un hombre muerto,

 

¿o acaso sueña​​ 

en la infinitud?

 

En un borde, un ciprés

inmóvil

que exhibe sus ramos

fúnebres

 

En el otro, un árbol de asperezas

que prolonga

sus hojas incisivas

hasta la punta de sus dedos.

 

La tierra orbita al sol.

En segundo plano,​​ 

continúa su ciclo​​ 

indiferente.

 

Una mariposa me recuerda

el punto concreto

del eje cronológico

y la dimensión de mi estatura,

 

en el trayecto de la vida

hecho de carne y fugacidad.

 

Así elucubro

cuando en el día cenizo

noto el rigor de las edificaciones

tras el árbol deshojado de invierno.

 

 

[collage 1]

 

 

 

 

 

 

Carmen goliardo V

 

¡Que vivan los juegos de Nintendo!

¡Que vivan!

¡Que vivan los tobos de cerveza a 10 dólares!

¡Que vivan!

¡Y los cigarros baraticos!

¡Que vivan!

¡Los que enciendo con mi​​ clipper​​ de Van Gogh!

¡Que viva!

¡Y el arroz blanco con huevo!

¡Y los macarrones con queso rallado y mantequilla!

​​ 

¡Y andar por la vida sin trabajo

ocupando el piso de mis padres!

¡Que viva!

¡Fluyendo con las corrientes del céfiro

por la natura como un​​ bohémian!

¡Que viva!

¡Acompañado por un chicho1

y los martes de descuento en KFC!

¡QUEEEE VIVAAAAA!

 

Hold on, hold on, fuck that.

Fuck that shit.

 

¿Cómo que mi mejor amiga se casa?

¿Y qué son estas cinco canas en mi pelo?

 

 

 

 

 

 

 

Carmen goliardo VIII

 

Si crees que volveré por ti, Estela,

navegando por tu río de pirañas

a través de tu apatía sideral.

​​ 

Luego de admitirme que estabas​​ 

enamorada de otro

cuando retornaste,

 

después de yo tenderme

en un lecho foráneo

y regresar.

​​ 

Tú que todos mis vicios los conoces bien,

 ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​​​  mis locuras

 ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​​​ ya no tanto,

aúllo con frenesí en el plenilunio,

a veces,

mastico yeguas.

 

Y sabemos que el corazón tuyo palpita;

el mío, desangrado, no deja de latir.

​​ 

Aún conservas tu semblante de cariátide.

A fin de cuentas, ¿qué me importa

tu enorme talla de brasier?

​​ 

Ni el orgullo ni el honor,

o que escribas versos mejores que los míos

como para revivir la muerte a ti debida.

​​ 

Si crees que volveré por ti, Estela,

a besar tu diente chueco,

con tu aliento de llama

y tu cabello enredado y sucio al amanecer.

​​ 

Puede que sí,

puede que aciertes,

quizá

 

 ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​​​ estás totalmente en lo correcto.

 

 

 

 

 

 

 

Oda a un corazón triste​​ 

(Finalista en la novena edición del Concurso Nacional de poesía joven Rafael Cadenas)

 

 

 ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​​​ ​​ mi olfato busca afanoso el olor de la alegría

 ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​​​ y mi piel se agranda cuando digo amor.

 ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​​​ Susana Thénon

 

Día 1

Quiero creer que hoy llegamos

a la última estación de tu tristeza

​​ 

el vapor y la humedad

te dejaron extenuado oh corazón

 

Yo te saludo desde el aislamiento de las ruinas

en la capital de mis despojos

que añoran los pasados verdores

 

Yo te saludo

más acá de lo que omite

la semblanza

más allá de lo que evoca

 

Noche 7

Cuando ocupaste tus labios de dolor

y exclamabas tu balbuceo confuso

 

mientras otros veían las frutas pudriéndose en el tiempo

y relataban las hazañas

de los incontables países que hemos sido

 

tú eras mi único alegato

corazón Adonis

para buscar en las horas los galopes vivos

tras la sombra del tálamo

 

Noche 9

Despertemos el ritmo de tu escala incognoscible

la vastedad de un paso

equivale para ti

a una cruzada triunfal

 

Presenciemos el fulgor de las estrellas

cuando muere el sol

adentrándose en penumbras

Día 000

Porque la caída dejó estragos

ya no más ramos marchitos

busco llenarte corazón de rosas

 

[Collage 2]

 

 

 

 

 

Me dicen hazte cargo

 

ponte la cabeza sobre el cuello,

deja que se enfríe,

anula tu pálpito.

 

Cuida a tu mamá, está enferma;

vende tu casa, la de tu niñez,

aunque te desangres​​ 

y decidas ignorar las fábulas

que relatan estas grietas,

las de las paredes blancas,

las del piso marmoleado.

 

Todos a mi alrededor pactan para averiarse.

Mi papá ya duerme en los confines,

mi perra Sara con 16 años en su haber,

incluso los bombillos de las lámparas​​ 

que titilan como exhalando​​ 

un lamento de pérdida.

 

Quienes restan,

me ametrallan con sus ojos de estatua,

sacuden la cabeza de un lado a otro,

me aconsejan que termine con la tesis,

pero en mis zapatos harapientos ya no circulan mis anhelos

después de convertirme en nada más que luto.

 

Me dicen: “Rage, rage against the dying of the light”

¿Cuál luz en primer lugar?

Si tengo un infante herido debajo del pecho

y un colchón cubierto de amapolas.

 

Que “si Pizarnik hubiese pasado menos tiempo

pensando en güevonadas

no hubiese ingerido secobarbital”

 

O liquídalo todo, múdate a Europa,

haz ejercicio una hora al día,

encomienda tu alma a nuestro señor.

¿Por qué fumas tantos cigarrillos?

 

Yo les pregunto en dónde sitúo el yo que no quiere existir,​​ 

el yo que aspira ser algo más,

el yo que ambiciona ser alguien que fui

por mi angustia kierkegaardiana.

 

Nadie puede despertarme de esta pesadilla​​ 

de haberme rendido, de desposeerme, de olvidar.

Solo me queda ese resquicio en donde transcurren los ocasos

y la silla rota en donde espero… ​​ en donde espero.

 

 ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​​​ 

 ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​​​ He tenido suficiente.

 

 

 

 

 

 

 

Ruptura

(Finalista en la octava edición del Concurso Nacional de Poesía Joven Rafael Cadenas)

 

 

 ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​​​ The night isn’t dark; the world is dark.​​ 

 ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​​​ Stay with me a little longer

 ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​​​ Louise Glück

 ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​​​ 

 

Aborrezco el hastío​​ 

por este morar en humo y asfixia,

 

el curso asolado del cielo

​​ hacia la noche,

 

​​ la aridez agónica

en mi torso de pedernales

y arena

 

 ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​​​ cuando cayó

mi peso muerto​​ 

en madrugadas reclusas.

 

 

Repudio

los tres filos que atraviesan el carozo​​ 

y derraman su sangre.

 

El primero fatal,

irreversible,

magro néctar

de epitafio.

 

El segundo felón

quien clava su perfidia

inexorable en el dorso.

 

El último aquel​​ 

que me acompaña empecinado

en un sinfín de horas semanales.

 

Sin descanso​​ 

 

cargo con este costal de entrañas y huesos, con esta lenta y penosa conciencia.

 

Yo que no supe

que los olvidos no suelen durar

 

quise cargar otro nombre, otro cuervo en mis hombros, ​​ un luto distinto.

 

Mas el ayer inalterable se solapa en mi costado,

acechante en la penumbra

emprende su condena

como un depredador

de ojos fríos

 ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​​​ hambrientos...

 

Inerme, cual una criatura desvalida

​​ buscando apaciguar una sed codiciosa

me refugié de la lluvia de hierros candentes

 

y no encontré nada salvo esta derrota lúbrica,

salvo este caudal tan poca cosa.

 

Acaso sí, tal vez, a ti mi ausencia te acompañe

cuando me duela tu recuerdo.

 

 

 

 

 

***

 

 

Andreina Coelho, conocida artísticamente como Circeenluna, es una artista visual y licenciada en letras de Caracas, Venezuela, con cuatro años de experiencia en collage y medios mixtos, tanto analógicos como digitales. Su práctica artística se nutre de la literatura, con un enfoque particular en la experiencia femenina, la​​ reconstrucción de personajes y el lenguaje. Se graduó en Letras en la Universidad Católica Andrés Bello (2017-2022) y realizó un curso sobre literatura latinoamericana escrita por mujeres en Florida Global University (2022). Trabaja, entre otros, impartiendo talleres de collage. Ha sido reconocida en diversas exposiciones, incluyendo una participación destacada en Licuadora Alternativa por el 95 aniversario de la Plaza Los Palos Grandes y en el festival Cusica, así como en la revista universitaria Pasillos, donde publicó su cuento "Eco" y el collage homónimo. Su obra "Dentro se tejen telarañas" fue seleccionada para el tomo de la revista Alkymia titulado Tejidos.​​ 

 

1

​​ Dícese de un porro al que le quedan, por lo menos, tres jalones.

 

 

 

 

 

 

***

 

 

Pamela Rahn / Luis José Glod / Milagro Meleán / Carlos Katán / Jesús García / Érika Manoche Barreto / Yéiber Román / Ana Mirabal Mujica / José Mestre Michela Lagalla / Kaira Vanessa Gámez /  Ricardo Sarco Lira /  Sofía Crespo Madrid / G. Galo / Alejandro Indriago / AnCe Jesús Zamora Maneiro

 

 

 

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