Poesía de Baja California: Marvin Durán

 Presentamos, en el marco del dossier de poesía de Baja California, preparado por Mónica Morales Rocha, algunos textos de Marvin Durán. Ha publicado el poemario Pecados cafetales.

 

 

 

 

 

Poemas.

 

 

 

Esta ciudad necesita una estación de trenes

contemplar la llegada de tus manos

tomando el barandal y la maleta

caminar hacia mí

con los mismos pasos que conté en sentido opuesto

a tu partida

clausurar la visión de la memoria

despertar al tris tras de la ventana

de una lluvia fina en la mañana

una lluvia fría y desvelada

como huyendo de las vías

de los rieles y durmientes

infinitos

inmutados tan poco en los andenes

inmutables una vez sobre la marcha

de la máquina de hierro

de la máquina a vapor comecarbones

de la que máquina que jala toneladas

de la máquina que

zumba

zumba

zumba

como una tetera dilatada

 

 

 

 

 

MI CUERPO SE ALIGERA

 

Sabemos estar tan cerca y tan distantes

y a lo largo del tiempo

no encontramos lugar

donde la brisa nos abrace en secreto

donde no nos descubra tu risa

al borde del abismo

al borde de tus labios

de tus pechos

haciendo malabares, equilibrios

amantes que no se ven

amantes que se ven y no se tocan

inmóviles

pasivos

 

Soy un granito de arena

resoplando en tu boca

 

 

 

 


 

Mario Benedetti está en mi alacena

 

tengo al poeta perdido en la gaveta

el amor ha perdido su camino

encerré por fin esas pasiones

no sabían cuál era mi destino

tengo a don Mario perdido entre las latas

de la sopa de pollo y tallarines

perdí el sabor oculto de los besos

nada sé de damas o catrines

tengo la paz que hace tiempo me faltaba

por haberte metido en la alacena

junto al azúcar quedaste mutilado

nadie sabrá que allí estás escondido

cuando procures escapar me avisas

para dejar la llave en la mesa

ya dejaré que escapen más sonrisas

cuando me libre por fin de ese poeta

que sólo consiguió darme tristezas

antes que me pudiese vender una sonrisa

porque cansado estoy de ser la brisa

que a tus antojos me robaba hasta la fuerza

de conseguir un amor que no endurezca

el corazón más blando de vida

 

 

 

 


 

A una mujer de noches interminables

 

Dulce mujer de noches apacibles

gris tu sonrisa en grises desvelados,

dame a pensar que el cielo oscurecido

quiere creer que sueñas a mi lado

vuelve a soñar con noches dormilonas

vuelve a soñar con días de guardar

sueña que vuelve la paz de medianoche

sueña a volver al sueño del amar

dulce mujer de labios enredados

de letras graves, de poemas precisos

quiero sabernos hoy inseparables

(la amistad, las letras, el amor)

vivir no es un juego de indecisos

dulce mujer de llanto sofocado

quiero en abrazos lavar tu sufrimiento

guarecerte de la lluvia, el viento

cuidarte del noctámbulo, violento

amanecer de ojos deslavados

sabia mujer de precisas expresiones

las noches son de ti interminables,

¿y la cálida mirada que te guardo?

un recurso natural: inagotable

 

 

 

 

 


 

Usted no es de porcelana

 

Tu piel no es de porcelana

es suave, lo es

es dulce al tacto

dulce a mis ojos

dulce, como el silencio

como el silencio que nos funde

como el momento infinito aquel

cuando el ocaso

se funde con la noche

tu piel no es de porcelana

es cálida, lo es

tibia, acaso

tibia cuando mi lengua

recorre

tus párpados

tibia cuando mi cuerpo

aguarda por el tuyo

tu piel no es de porcelana

porque no sos frágil

sos firme, lo eres

firme de corazón y al final franca

cuando el barullo acaba

y queda sólo tu corazón

pendiente

de escuchar los latidos

callados

del mío.

 

 

 

 


 

Géminis

Quién me diría

que llegado el viernes

la botella de merlot que descorché

sería compartida a la distancia

 

Luego entonces

el silencio absoluto

de las horas

(días)

sin tus letras

se acumula en mis lentes

 

Charlar contigo

en algún soberbio respiro

dejó de ser suficiente

cuando

pasada la medianoche

tu nombre me despierta

(atormentado poeta soñador)

 

Supongo

(porque además supongo con certeza)

que todo pasó

si es que pasó

solo en mi cabeza

 

Preocupa

(porque además me preocupa mi certeza)

la situación distante de los años

¿dónde quedaron los días

donde los días eran más estrechos

respecto de nosotros?

 

Pasadas las tres

despierto cansado de soñarte

con tu nombre en los ojos

y con tu signo zodiacal en los labios

 

Entonces

rendido

regreso a la cama

temeroso.

 

 

 

 

Datos vitales

Marvin Durán. Tijuana, año del Dragón. Literatura en la UABC hace varios ayeres. Caza de letras, UNAM. Un poemario: Pecados cafetales. Innumerable cantidad de pasquines. Varias revistas nacionales. Soy muy lento para escribir. Pero lo que escribo va a marvinduran.com. Comida China. Nieve de pistache. Gelatina de frambuesa. 1976 [dragón de fuego]. En todas las historias está escondida una novela.

 

 

 

 

También puedes leer