Presentamos cuatro poemas de Eileen Myles (Cambridge, Massachusetts, 1949). Poeta, ensayista, narradora y dramaturga. Merecedora, entre otros reconocimientos, del Shelley Award (2010), y la beca Guggenheim (2012). Ha publicado más de veinte libros de poesía, entre los que destacan: Skies: Poems. (2001), On my way (2001) o, la más reciente edición de su poesía reunida: I Must Be Living Twice: New and Selected Poems 1975-2014 (2015). Las versiones son de Andrea Rivas (Puebla, 1991).
Arrogante
Caminos alrededor de las montañas
porque no podemos pasar
a través de ellas
Eso es Poesía
para Mí.
Mantequilla de maní
Siempre tengo hambre
y ganas de tener
sexo. Esto es un hecho.
Si te tragas
la nueva
mantequilla de maní
no procesada sabe
a mierda deberías
comprarla en un frasco, como
siempre, en el
supermercado más grande
que conozcas. Y
yo soy enemiga
del cambio, como
ya sabes. Todas
las cosas que
acepto como nuevas
son en
realidad cosas viejas,
relanzadas: nadar,
la sensación de
estar sucia en
cuerpo y alma,
el verano como un
tiempo para no
hacer nada y no hacer
dinero. Rezar
como último re
curso. El placer
como medio,
y luego un
medio otra vez
sin fin a la vista. Estoy
en total oposición
a cualquier tipo de
meta. No tengo
deseo de saber
a dónde, cualquier cosa
me lleva.
Cuando hierve
el agua tomo
una taza de té.
Por accidente
leo todos los
trabajos de Proust.
Era verano
yo estaba ahí
y él también.
Escribo porque
me gustaría
ser utilizada en
los años después
de mi muerte. No
solo mi cuerpo
será composta
sino los pensamientos
que dejé durante
mi vida. Durante
mi vida fui
una mujer con
ojos almendrados. Afuera
de la ventana
hay un silo
torcido. Partes
de tu
cuerpo que pienso
cual franjas
que he tenido que
aprender
a amar. Nosotros
nadamos desnudos
en estanques y
escribo de[1]
trás de tu
espalda. Mis pensamientos
sobre ti no
son precisamente
prohibidos, sino
exaltados porque
son inútiles,
sin intenciones
de atraparte
porque yo
te tengo y tú
me amas. Es más bien
como el recreo
donde juego
con mi reflejo
de ti hasta
que vuelves
y dentro del
tú real yo
hundo mis
dientes. Contigo
yo sé cómo
relajarme. Y entonces
trabajo detrás de tu
espalda. Lo que
es encantador.
La naturaleza
está fuera de control
me dices y
eso es lo que es tan
bueno de
esto. Estoy inmoderadamente
enamorada de ti,
noqueada por todo
tu nuevo cabello blanco
por qué no debería
algo
que siempre he
conocido ser lo
mejor que
hay. Te amo
desde mi
infancia,
empezando ahí
donde
un día
como
el resto, casual
crecimiento y
brisas, amor
constante, un sand-[2]
wich a medio
día,
un paso corto
en el tan
cotidiano
camino del
sol. Yo
bizqueo. Yo
guiño. Yo
aprovecho el
viaje.
El oso de miel
Billie Holiday estaba en la radio
yo estaba en la cocina
fumando un cigarrillo del
paquete que planeo terminar esta noche
la última noche de joven fumadora.
Preparé una taza de un extraño
tipo de té al que he dado muchas
vueltas. Un poco demasiado dulce
una mezcla rara. Mi único impulso
fue hacerlo más dulce.
Ivy Anderson cantaba
muy tarde esta noche
en mi brillante cocina.
Yo estoy cerca del fregadero
sintiéndome un poco más vieja
llegando a los treinta en mi
brillante cocina esta noche.
No soy una mujer fea
supongo ah está muy silencioso
en mi cocina esta noche estoy exprimiendo
este plástico oso de miel un fideo
de miel gotea en el extraño y dulce
té. Es muy tarde
la tapa del oso de miel se ha perdido
y de algún modo la miel gotea
sobre el rostro del oso atascándose
en las grietas bajo
los ojos del oso ah tan triste y dulce
estoy en mi cocina
estoy mirando a la cara del oso de miel.
Serpientes
Tengo 6 años y
perdí a mi serpiente.
La mesa se sacude
puedo hacerlo mejor
que esto
y me arrastro
hacia la cocina
hacia la escena
del crimen
Yo era verde
bajé mi tenis,
pequeño zapato
Sentí la fría
tapa de metal
mi cría
mugiendo y todo
empezó a cambiar.
Tengo 6 años
convertida en rayo
escribí en la noche
A los 6, tenía plumas
escamadas, caí en
el lodo, iluminada
Crees que tienes 6,
gritó. Estoy cara
a cara con una mujer
rana sola
en mi cama. El cubo
en la ventana
permanece. Tengo 6.
El teléfono suena
blamm tiré
un plato. Lo siento.
Ahora las nubes corren
con miedo, despierta
mis pies están fríos
pero yo no tengo miedo.
Tengo seis años.
Abajo
con tapas de botella
y estrellas
adultos y quedos
lamentos, autobuses
frenando de golpe
tengo 6 años
el pastel está iluminado
es redondo
los niños
cantan. Yo nunca
regresaré. Somos
tan pequeños.
Mi esposo gira
su febril
rostro. Yo bajo
la medicina. Click.
Tengo 6 años.
La película sigue.
Pisadas,
música estruendosa
al final de
la guerra. Tengo
miedo
sostén mi mano
El rostro redondo
de la mujer
escaleras arriba, abriendo
los grifos, tiras
de vegetales
deslizándose,
su hija reptil
nunca
regresará. El teléfono
suena. Soy yo.
Tengo 6 años.
Notas:
[1] En el original:
“be
-hind”.
Podría ser un juego de palabras al crear ruptura entre be (ser) y completarlo en el siguiente verso con hind para completar la palabra “detrás”. (N. del T.)
[2] sand: “arena”, wich “cual”. Juego semántico intraducible. (N. del T).