Presentamos una breve semblanza, traducción de poemas, notas críticas, entrevista en video y fotos de la poeta brasileña, Marília Garcia, invitada al Encuentro Internacional de Poesía CDMX 2015, a celebrarse del 26 al 29 de noviembre de 2015 en la ciudad de México.
#poesíaCDMX
Marília Garcia nació en Río de Janeiro en 1979. Es autora de los libros 20 poemas para o seu walkman (Cosac Naify, 2007) y Engano geográfico (7letras, 2012). Actualmente vive en São Paulo. Traductora y coeditora de las revistas Modo de Usar & CO e Inimigo Rumor.
Estoy de acuerdo, sí, con eso de que traducir un poema es crear. Existe un proceso material de construcción con el lenguaje para intentar encontrar formas de decir algo que no sabemos exactamente qué es y acabamos, al final del proceso, encontrando eso que no esperábamos, que no estaba ahí antes, dicho de ese modo en esa lengua.
-Marília Garcia en entrevista con Antonio Jiménez Paz
«Como lector me he dejado llevar, me he asumido en el engaño que [García] arma: engaño que, al momento de decirse, es todo verdad, pues genera una especie de pacto entre quien lee y quien escribe»
– Carlos Augusto Lima, Revista Pessoa.
«Operando con minuciosos dislocamientos ideáticos y sintácticos, los poemas de ritmo infartado de García dan al lector la sensación de una multiplicidad informativa, como la de un extranjero buscando información entre transeúntes que le despliegan una gran cantidad de opciones»
-Fabiano Calixto, Revista Trópico.
En un día Blanco
prendida al borde de la mesa con
el cabello rojo vámonos
para Polonia y veamos
la nieve
así estaba yo dispersa
él nunca conoció a la familia deseando
el frío. siempre aquél
movimiento
debería leer otras
cosas la frase
cortada en el mismo
punto grieta de luz
donde expresa una carcajada
asomada a la ventana cuando
lo ve del otro lado de la
calle indagando el palacio. cabello
corto, prendida en la punta
de la mesa ella mastica sílabas
en su propia
lengua.
Apéndice a “En un día Blanco”
la cortina ondeando en la
sala semicírculos de luz
que reciben calor, poco
a poco
en una imagen recurrente: “dehors
maintenant…” pero no sabe,
un pedazo de tierra varado en aquél
océano qué es vivir
ahí: su nombre no viene
del lugar del destinatario no viene
de más de 100 kilómetros de escucha y
la caja de correo quebrada puede dejar
la llave que encontrará el inquilino
tiene ojeras y la chaqueta azul
y los cabellos cortos, está
echada en el sofá amarillo. todos
hablan alguna lengua eslava (ella sabe
que para siempre ha perdido
a alguien). cuando acabe el año,
cruzaremos el estrecho. iba por ahí
tan dispersa por el movimiento ella nunca
vio
la nieve.
Traducciones de Sergio Eduardo Cruz