Presentamos una muestra de Francisco Martinovich (Santiago, 1987) es Licenciado en Letras Hispánicas por la Pontificia Universidad Católica de Chile. Actualmente realiza su tesis sobre la obra poética de Juan Marín, para optar al grado de Magíster en Literatura en la Universidad de Chile. Sus poemas han sido publicados en diversos “pasquines” y revistas universitarias de limitada distribución, así como en el libro Chile mira a sus poetas. Estudios y creaciones. (Paula Miranda y Carmen Luz Fuentes, Editoras). Desde 2006 ha organizado y participado en múltiples ciclos y recitales de poesía. Ha realizado talleres con Rafael Rubio y Juan Antonio Massone. En 2011 fue seleccionado por la Fundación Pablo Neruda, junto con otros nueve poetas jóvenes, para formar parte del Taller de Poesía dirigido por los escritores Floridor Pérez y Jaime Quezada.
Para terminar
Que no se diga más que tú
Que no se diga más que yo
Que no se diga más
que nosotros
que dijimos
que cosas
que matamos
que al otro
que para terminar
que mutuamente
que nos callamos.
Gambeta
Como el café caliente de la mañana
que gambetea a la lengua temerosa
¿Arrancarás, acaso, del destino
irremediable en el que yace nuestro beso?
Escaparás, ocaso
eludirás la carnada
ninguna luz se hará de tu mañana
romperás las piezas por completo
cuando enfundado en el chaleco de mis fármacos
entre otros locos encuentre tu mirada.
Arrancarás, más no podrás de la pregunta
irremediable que persigue hasta mi muerte
Don’t you want me, acaso, baby?
¿Dejarás mis deseos sin morada?
Todo
Bien lo dice
el dicho
aquí no ha pasado
nada
aquí
ha pasado todo.
Vivos
la gente tiene más hambre
la gente tiene más frío
y poco alimentan
promesas de hojaldre
y poco calientan
las aguas del río
que va hacia la muerte.
La sangre en el tejado
y la verdad que fue la historia escrita
la verdad fue una misión de mercado
y la verdad fue una bandera plantada
donde otro antes ya había plantado
la verdad fértil, floreció por años
y por siglos hasta que un dedo apuntó
donde otro antes ya había apuntado
y la verdad es que el destino estaba hecho
regalada la tierra, vendidos los esclavos
derribado el blanco en el centro del negro
chorreada la sangre
donde otro antes ya había chorreado
y la verdad explota en los hospitales
y la verdad explota en las manos
y la verdad explota en las cabezas
y la verdad es la sangre en el tejado.
Mi fiesta
Una vez fui a una fiesta disfrazado de Tortuga Ninja
Una vez fui a una fiesta disfrazado de karateca
Una vez fui a una fiesta disfrazado de cowboy
una vez fui a una fiesta disfrazado de hippie
una vez fui a una fiesta disfrazado de borracho
una vez fui a una fiesta disfrazado de cura
una vez fui a una fiesta disfrazado de triste
una vez fui a una fiesta disfrazado de niño
Todos ellos vienen hoy a mi fiesta
ninguno se queda a limpiar el desastre.