José Antonio Olmedo López-Amor traduce un texto del poeta portugués João de Mancelos (Coimbra, 1968), nombre profesional de Joaquim João Cunha Braamcamp de Mancelos. Tiene un doctorado en Literatura Norteamericana, un postdoctorado en Literatura Comparada y una agregación en Estudios Culturales. Es profesor de educación superior. Tiene trabajo en el campo de ensayo, poesía y narrativa. Entre sus libros destacan Las hadas no usan lápiz labial (2ª ed.), Introducción a la escritura creativa (5ª ed.), El polvo de las sombras, Cuentos de amor, deseo y pérdida, y Luces distantes, voces perdidas. Olmedo López-Amor publicó este año el poemario Actos sucesivos.
HAY DEMASIADA BELLEZA EN TI
te conocí, todavía dibujabas
corazones de tiza
en el muro de la escuela vieja.
en ese tiempo, dios existía todavía
y todo cuanto era frágil respiraba
locamente.
había siempre música
para los cleptomaníacos del amor
cada niña, una canción.
los niños crecían
con ojos plateados
y tótems erguidos en las dunas.
debajo de la falda de las chicas
había flores rasgadas
y sueños de caballos libres.
tan joven, solo el viento
y la revolución
que, beso a beso, construíamos.
toda la belleza de ese tiempo adormece
en mí, su corola intacta,
en un otoño de pájaros muertos.
y es por esa belleza que he de ir
al encuentro del viento
y de ti,
para devolverte la inocencia,
la llamarada, el perfume azul
de las lilas,
y la mirada de todas las niñas
que erradamente amé
en vez de a ti.
HÁ DEMASIADA BELEZA EM TI
conheci-te, ainda tu desenhavas
corações de giz
nos muros da escola velha.
nesse tempo, deus existia ainda
e tudo quanto era frágil respirava
loucamente.
havia sempre música
para os cleptomaníacos do amor
cada menina, uma canção.
os rapazes cresciam
com olhos prateados
e totens erguidos nas dunas.
debaixo da saia das raparigas
havia flores rasgadas
e sonhos de cavalos livres.
tão jovem, só o vento
e a revolução
que, beijo a beijo, construíamos.
toda a beleza desse tempo adormece
em mim, a sua corola intacta,
num outono de pássaros mortos.
e é por essa beleza que hei de ir
ao encontro do vento
e de ti,
para te devolver a inocência,
a labareda, o perfume azul
do lilás,
e o olhar de todas as meninas
que erradamente amei
em vez de ti.