Judith Margot Bravo Asenjo estudió Diplomado de Filosofía con mención en Ética y Política en la Universidad Antonio Ruiz de Montoya. Estudió Literatura por la UNFV. Ha sido publicada en Bajo la misma luna Antología de haiku (2024). Sus poemas han sido publicados en el blog de escritura femenina mexicano Sonámbula (2024) y en la plataforma de periodismo La Mula (2021). Mención Honrosa en el Concurso Nacional de Poesía Femenina Scriptura 2013, con el poemario Retrato de familia. Mención Honrosa en el Concurso Nacional de Poesía Femenina Scriptura 2011, con el poemario Goces.
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Retóricas del cuerpo
Bajo tu mirada
soy camino y pierdo
tibia es la piel mientras se sonroja
cálida
dorada
amanezco
soy el verde de otros ojos
el púrpura de los latidos
Soy la tarde
libre de arrepentimiento.
Proceso de evolución
Mi libertad
se ve coartada
ante la imposición del poema
me sometes
eres brisa que olvida
amarras mis manos
y yo
irrespetuosa a la deriva
soy cuerpo
cuatro partes
en movimiento de traslación
en sentido oscilante
los ojos
hablan despacio
ahí
donde el lenguaje es ininteligible.
Una vez a la semana
¿Cuánto puede aguantar el amor
de tanto darse?
de tanto
estrellarse
contra la pared
que hace de cara
se arañan los ojos
se rasga
entre tiras la espalda
como si no hubiera mañana
al parecer no existes
cuando de amar se trata
la línea de vida se hace extensa
no se puede acabar
justo a la mitad
algo me detiene
la distancia se hace de palabras.
Estado de emergencia
Si me nombraras
la luna se caería
rota no viviría en paz
letra tras letra
se correría sin dilación
el nombre
a lo largo de un día
por un tiempo escondida
bajo las sábanas del invierno
olvidaría la escritura
y el placer en las manos
perdida
vocal adentro
ante la incapacidad
negaría la pronunciación de la carne
me sucedería boca
alunada
ojerosa
cuatro esquinas hacen la habitación
y yo no puedo
vocal abierta hasta que me puedas pronunciar.
Se vacía el mar
El séptimo día
me sabe a domingo
lo sé porque padre no ha partido
son las diez de la mañana
y escucho como trina el agua con la escoba
no quiero despertar
la frente suda
el cuerpo arde
entonces sé que no debo despertar
padre con sus gritos
madre en la cocina
el café por la mitad siempre se ha endulzado con sal
por eso esta casa me ha dejado de gustar
y es que los alimentos
con tanto grito saben mal
la casa se ha levantado de la mesa
mientras yo no me quiero cambiar
es una suerte para todos que haya alcanzado la comida
aunque a mí
me continúe
doliendo la barriga.
Granos de sal
Una piedra cae por la ventana
sobre mi cuerpo
la premura y el ruido
en esta casa desfrutada
no se endulzan las mañanas
el café se sirve y lo toma mi padre
mi madre es una sopa
el mantel que nunca se coloca en la mesa
y que esta demás
Rueda la piedra por el piso encerado
lo escucha padre y empieza a gritar
madre lo escucha corre y resbala
madre llora sentada en su rincón
y padre
enojado muerde su primer trozo de pan
madre empieza a rezar
pide al cielo
que alguien la venga a levantar
yo sigo troceada
padre enciende la radio y empieza a cantar.
Presentimientos
Sobreviene la noche
de habitaciones vacías
cruza la puerta
entreabierta
y me observa dormir
en esta madrugada
donde se sacrifica hasta la última gota de agua
mi cuerpo
extinto en sentidos
no puede comprender
la fallida pronunciación de tu nombre
Despiertan
las esquirlas en el suelo
del roce bajo mis pies.
Para no caer en tentación
He de curarme de ti padremadre
evitaré tus apellidos al nombrarme
no corregiré tus faltas
y escucharé tus llamados de atención
He de callar madre
muda hasta que puedas amarme
no pronunciaré palabras
que no puedas comprender
olvidaré el hambre que aparece con el día
y aprenderé a comportarme
Quiero ser una buena hija madre
He de respetarte padre
aunque no hables
aunque veas a través de mí
y no me permitas acercar
embadurnaré con sangre mis fosas nasales
no hablaré con nadie
me llamaré rincón
cerraré la puerta y ocultaré las llaves
Aprenderé a ser la buena hija que no soy.