En la primera entrega de “En línea recta”, Mijail Lamas reflexiona y dialoga con la obra del poeta brasileño Paulo Leminski (Curitiba 1944-1989).
Reivindicación de lo melódico.
(un breve acercamiento a la poesía de Paulo Leminski)
La poesía del brasileño Paulo Leminski es una de las obras más interesantes de los poetas de lengua portuguesa del siglo XX, su obra nos enfrenta a ese impulso lírico que se mueve por la página sin atiborrarla, mediante un efecto que consigue mediante un eficaz ejercicio de síntesis del sentido y del sentimiento. Lo innato de Leminski es, pues, el minimalismo, un movimiento entrecortado y directo como el de un cuchillo filoso; esto tal vez se deba al atento estudio que el autor realizó de la filosofía zen y la literatura oriental, aficiones que lo vinculan en más de un sentido con los poetas beat que él tanto admiraba.
Leminski es siempre consciente de las posibilidades que brinda la página en blanco; utiliza mecanismos formales que le vinculan con el concretismo, como por ejemplo, la utilización de distintas tipografías y su disposición espacial. Vale la pena recordar que el concretismo se ha erigido como un movimiento de primera importancia para entender la tradición de la poesía brasileña más reciente, pues se ha asimilado como forma dura, según afirmaba Severo Sarduy en uno de sus ensayos. Sin embargo, la poesía de Leminski trasciende esta escuela, ya que el poeta, la mayoría de las veces, no sacrifica el sentido textual (sintáctico-gramatical) ante la sintaxis visual que ponderan sus antecesores. Ejemplo de esta independencia frente al concretismo sería la cita siguiente:
Existe una cierta ilusión de libertad, de expresión, pero es necesario ver en el interior de cuánta esclavitud se da esa libertad. De repente, un pequeño centímetro de libertad va a adquirir un brillo extraordinario, exactamente porque una lengua, un arte, es un código de esclavitudes[1].
El espléndido andamiaje rítmico que Leminski despliega en sus poemas es una reivindicación de las posibilidades melódicas de la poesía. Él mismo fue cercano camarada de notables músicos de su país. Por eso no es de extrañar que su poesía coquetee más de una vez con la canción popular brasileña, aunque frecuentemente no exista en sus versos una regularidad métrica; la paranomasia y la aliteración son elementos que le permiten dotar a muchos de sus textos de una brillante e inesperada musicalidad. Sin embargo, el uso y el abuso de estos elementos retóricos como formas fundamentales de su decir poético le llevan a crear textos provistos de cierta vacuidad e irrelevancia, que si bien son eminentemente musicales, desde la perspectiva de una significación temática o emotiva dejan mucho que desear:
ana vê alice
como se nada visse
como se nada ali estivesse
como se ana não existisse
vendo ana
alice descobre a análise
ana vale-se
da análise de alice
faz-se Ana Alice
ana ve a alice
como si nada viese
como si nada allí estuviese
como si ana no existiese
viendo a ana
alice descubre el análisis
ana válese
del análisis de alice
se hace Ana Alice
Los temas de Leminski son variados: dos de los principales son aquellos que reflexionan sobre el lenguaje y el ejercicio de la poesía, también explorados en su obra crítica. Se creería que por ser un poeta de abierta filiación vanguardista Leminski no se opondría al desmontaje formal y tradicional del arte que han pretendido algunos autores. Pero en Leminski convive el poeta con el especialista en literatura latina y el aplicado lector y traductor de distintas tradiciones poéticas que no deja de considerar a la poesía como un arte hecho con palabras y que su ejercicio nace de un arduo trabajo de indagación e investigación:
Alguien dice así: yo soy un gran poeta, tuve una idea increíble, mi técnica es tomar el directorio telefónico, corto con tijera cada página, lo pego y lo cuelgo todo en la pared, etcétera, son poemas increíbles, yo soy un poeta revolucionario. Entonces tú le vas a decir: discúlpame pero no eres poeta. ¿Pero cómo no es poeta? No, no lo es, porque un poeta no corta páginas del directorio telefónico… y se nombra poeta. Existe una ¿como decirlo?, una convención social en relación con las formas del arte. Todo artista está limitado a priori por una lengua y por un arsenal de formas. Cualquier cosa que hagas fuera o contra eso es por tu propia cuenta y riesgo.
Tal vez el poema más famoso de Leminski sea el que cito a continuación:
de repente
me lembro do verde
de cor verde
a mais verde que existe
a cor mais alegre
a cor mais triste
o verde que veste
o verde que vestiste
o dia em que eu te vi
o dia em que me viste
de repente
vendi o meus filhos
a uma familia americana
eles tem carro
eles tem grana
eles tem casa
a grama é bacana
só assim eles podem voltar
e pegar um sol em copacabana
de repente
me acuerdo del verde
del color verde
el más verde que existe
el color más alegre
el color más triste
el verde que viste
el verde que vestiste
el día en que te vi
el día en que me viste
de repente
vendí mis hijos
a una familia americana
ellos tienen carro
ellos tienen lana
ellos tienen casa
que el pasto engalana
sólo así pueden volver
y asolearse en copacabana
Este poema fue musicalizado por Caetano Veloso y tiene un particular interés por su temática social, este tópico no es raro en la poesía del autor de Curitiba y salpica constantemente toda su obra. Sin embargo, hay muchos otros poemas que deslumbran por su certera ejecución y la relevancia de su temática: La vida é as vacas es una brevísima y directa reflexión sobre el sacrificio que significa vivir cada día;
a vida é as vacas
que você põe no rio
para atrair as piranhas
enquanto a boiada passa
la vida es las vacas
que pones en el río
para atraer a las pirañas
mientras la manada pasa
O assassino era o escriba (conto semiótico) es de carácter irónico y humorístico, construido a partir del lenguaje utilizado en una clase de morfosintaxis;
Meu professor de análise sintática era o tipo do sujeito inexistente.
Um pleonasmo, o principal predicado de sua vida,
regular como um paradigma da 1ª conjugação.
Entre uma oração subordinada e um adjunto adverbial,
ele não tinha dúvidas: sempre achava um jeito
assindético de nos torturar com um aposto.
Casou com uma regência.
Foi infeliz.
Era possessivo como um pronome.
E ela era bitransitiva.
Tentou ir para os EUA.
Não deu.
Acharam um artigo indefinido na sua bagagem.
A interjeição do bigode declinava partículas expletivas,
conectivos e agentes da passiva o tempo todo.
Um dia, matei-o com um objeto direto na cabeça.
Mi profesor de análisis sintáctico era el tipo de sujeto inexistente.
Un pleonasmo, el principal predicado de su vida,
regular con paradigma de la 1ra conjugación.
Entre una oración subordinada y un adjunto adverbial,
no tenía dudas: siempre encontraba una manera
asindética de torturarnos con una aposición.
Se casó con una regencia.
Fue feliz.
Era posesivo como un pronombre.
Y ella era bitransitiva.
Intentó irse a EUA.
No se pudo.
Encontraron un artículo indefinido en su equipaje.
La interjección del bigote declinaba partículas expletivas,
conectivos y agentes de pasiva, todo el tiempo.
Un día, lo maté con un objeto directo en la cabeza.
Aviso aos náufragos, de eminente ejecución rítmica producto de rimas consonantes y asonantes, demuestra que un poema es tan mutable como la vida misma;
Esta página, por exemplo
não nasceu para ser lida.
Nasceu para ler pálida,
um mero plágio da Ilíada,
alguma coisa que cala,
folha que volta pró galho,
muito depois de caída.
Nasceu para ser praia,
quem sabe Andrômeda, Antártida,
Himalaia, sílaba sentida,
nasceu para ser última
a que não nasceu ainda.
Palavras trazidas de longe
pelas águas do Nilo,
um dia, esta página, papiro,
vai ter que ser traduzida,
para o símbolo, para o sânscrito,
para todos os dialetos da Índia,
vai ter que dizer bom dia
ao que só se diz ao pé do ouvido,
vai ter que ser a brusca pedra
onde alguém deixou cair o vidro.
Não é assim que é a vida?
Esta página, por ejemplo,
no nació para ser leída.
Nació para ser pálida,
un mero plagio de la Ilíada,
alguna cosa que calla,
hoja que vuelve a la rama,
mucho después de la caída.
Nació para ser playa,
quién sabe Andrómeda, Antártida,
Himalaya, sílaba sentida,
nació para ser última
la que aún no ha nacido.
Palabras traídas de lejos
por las aguas del Nilo,
un día, esta página, papiro,
va a tener que ser traducida,
al símbolo, al sánscrito,
a todos los dialectos de la India,
va a tener que decir buenos días
a lo que sólo se dice al oído
va a tener que ser la brusca piedra
donde alguien dejó caer el vidrio.
¿No es así la vida?
Ben no fundo, donde el humor es una agridulce golosina que devela la naturaleza familiar de los inconvenientes:
no fundo, no fundo,
bem lá no fundo,
a gente gostaria
de ver nossos problemas
resolvidos por decreto a partir desta data,
aquela mágoa sem remédio
é considerada nula
e sobre ela — silêncio perpétuo extinto por lei todo o remorso,
maldito seja que olhas pra trás,
lá pra trás não há nada,
e nada mais mas problemas não se resolvem,
problemas têm família grande,
e aos domingos saem todos a passear
o problema, sua senhora
e outros pequenos probleminhas.
Esta breve revisión trata apenas de ser un acercamiento superficial a una poesía de sorprendentes y variados matices, una oportunidad de compartir la voz de un poeta que ha indagado a fondo la magia que pueden generar las palabras en el aprovechamiento y concordancia de los más variados recursos poéticos, a la vez que recoge las atinadas versiones del traductor y poeta mexicano Rodolfo Mata.
[1] Todas la citas y traducciones de Leminski fuero tomadas del libro Aviso a los náufragos, editorial Amigos de Cálamus, Conaculta, INBA, México, 2007, selección y traducción de Rodolfo Mata.