Muestra de poesía canaria. Quinta parte.

El poeta y traductor español Mario Domínguez Parra ha construido una amplia y sustanciosa muestra de poesía canaria contemporánea, posiblemente el mayor mapa de esta tradición en nuestros días. Presentamos la quinta parte de esta muestra que incluye poetas nacidos entre 1960 y 1995.

 

 

 

 

María Jesús Alvarado

(Las Palmas de G.C., 1960)

 

 

Escribe desde muy joven, tanto poesía como prosa, si bien no comenzó a publicar hasta cumplir los 40. Pasó su infancia en el Sáhara, lugar que ha influido considerablemente en su manera de ver la vida y en su obra. Es psicóloga clínica de profesión, pero también editora (editorial Puentepalo), y disfruta transitando por la literatura, el cine y el teatro. Ha publicado: Suerte Mulana (2002), Geografía accidental (2006), Extraña estancia (2010), Al sur de Zagora (2010), Isla Truk (2011), Sorimba (2012), Grietas (2012), además de participar en diversas publicaciones colectivas. Es guionista y directora de documentales, como La puerta del Sáhara (2006), Bailando en el tiempo (2009) o Pilar Rey, pasión por el teatro (2013). Desde Puentepalo coordina actividades y encuentros multidisciplinares, con el arte y la literatura como excusa perfecta para la buena convivencia y la difusión cultural.

1

 

Escribo

porque es mi manera de estar viva.

Porque a veces no entiendo por qué

si tengo tanto miedo, soy feliz.

Porque escribir el dolor lo calma.

Y escribir el amor me hace creer en él.

Porque escucho cada día una canción

que solo suena para mí.

Porque le he dado forma a mi vida

y, sin embargo, añoro lugares y personas

que no conoceré nunca.

Porque la soledad es más bella en un poema.

Porque puedo conservar los instantes felices

si el papel los abraza. Y porque tengo derecho

a desangrarme como más me duela.

Porque muchas veces no sé cómo decir,

y así lo digo de algún modo…

 

Escribo porque la vida no es suficiente.

Y algo tengo que hacer para entender

qué hago aquí, y cómo puedo

acercarme, verso a verso, a la luz.

 

 

 

2

 

Te pienso desde esta isla árida

y extensa como mi mediodía,

y casi no recuerdo

cómo ocurrió que empecé a amarte.

 

Me parece oír tu voz

gritándome silencio

en cada ola que golpea este abril

ventoso y frío,

este abril ciego

que me obliga a mirarme

en el espejo de los abriles olvidados.

 

Agoto así este día de extraña luz,

reconociendo poro a poro

mi piel nueva, desollándome los pies

sobre las rocas negras

para marcar mi huella de sangre

y certezas sobre la arena blanca;

-cuando suba la marea se teñirá de mí-

y, oscuro ya, volveré a casa,

dolorida y cansada,

sabiendo que me esperas

y que en tus brazos puedo

creer que soy la misma de ayer,

y la que nace hoy, y la que aún

no sé qué seré mañana.


 

 

Carlos Bruno Castañeda

(Santa Cruz de Tenerife, 1962).

 

Más de treinta años escribiendo poesía, más de treinta obras poéticas escritas.  No entiendo la práctica creativa desvinculada al entorno personal, social o histórico. Entender el mundo implica expresarme poéticamente. Escribir poesía supone buscar, o construir si es preciso, puentes para su lectura por otro, el lector. Las obras deben estar listas y dispuestas para cruzar esos puentes. Es difícil sintetizar todos los conceptos involucrados en mis obras. A falta de una mejor solución, enumero algunas palabras clave que emparejo por entenderlas complementarias y no contradictorias: oralidad / mestizaje, alteridad / abstracción, curiosidad / investigación, social / político, colectivo / minoritario, ciencia / realidad, histórico / alternativo, referencialidad / diversidad, vanguardia / experimentación, lírica / matemáticas, semántica / ininteligibilidad.

 Desde mis inicios como escritor he estado vinculado a iniciativas editoriales o de divulgación literaria colectivas e independientes. Entre otros: “Cuadernos Insulares de Poesía”, “La calle de la Costa”, “La casa transparente” y, en los últimos años, “Cartonera Island”. Además he ido incorporando las tecnologías de la información y la comunicación tanto a los procesos de creación como a los de difusión literaria. Mantengo el blog de creación “Las hendiduras”.

Obras enteras publicadas: El juego recogido de jugar descalzo (Ed. José Marrero y Castro, 1981), Juerga de recortes en las alpargatas del silencio (Ed. Cuadernos Insulares de Poesía, 1982), Sombras calladas de antes de llegar al mar (Ed. La Calle de la Costa, 1989), Surge el viento (Col. Atlántica, Ed. Idea, 2006), Guardar las formas (Versión digital, 2006), El viaje (Ed. Cartonera Island, 2012) y Ruido o luz (En coautoría junto a Ernesto Suárez y Daniel Bellón, Col. Once, Ed. Amargord, 2013).

 

 

De la obra: Surge el viento, 2006. Col. Atlántica Poesía. Ed. Idea

 

 

Alisios, frío y húmedo, bajo contralisios arriba, cálido y seco.

Más o menos por eso sustenta a esta altura el carácter de ladera norte mojándonos el cogote o lloviéndonos sobre sus pechos.

Penamos y hundimos la nariz, cerramos los ojos y sellamos cópulas sobre el océano de sus tristezas, como islas macaronésicas, que si azores, que si verde, que si madera, que siempre salvaje, que si nadie partió a hacer frente al sureste, que si de un tiempo a esta parte trae tantas humedades como que siempre creímos trajeran sus sexos sellados.

Al menos, en su cama, el desierto estampa un gesto borroso con arena y nos bautiza, de albor a poniente, en el nombre de un padre, de otro hijo y del espíritu del último aire gemido.

 

 

 

 

 

De la obra: Recórreme sin pasar dos veces por el mismo sitio. Inédita

 

 

ya mujeres que cantaban

nicontigonisinmi

 

amando y desamando

de ataduras

 

acarreando ropas a los lavaderos comunales

las sangres del destino del porsiemprejamas

 

amando y desandando

en martirios

 

palanganas sobre las cabezas

equilibrio y cervicales

llenas de sábanas encapotadas grises rojas

de parir, de doler, de enfermedades y muertes

en las camas del memuerodepena

 

amando y desarmando

sobre condenas

 

al agua a restregar a golpear a frotar

y vueltas a enjuagar y aclarar

cantando quedesgraciaditatueres

 

amando y desatando

 con trabajo

 

a orear blancas sobre la hierba verde

jabón lagarto y azul añil

lejía y manos agrietadas duras romas ásperas

sabiendo aunquepordentromuera

 

amando y desvariando

por mandato

 

resignadas con todo el dolordelalma

y al luto por dos años

por cinco diez o por siempre

sin más alivio visto

ni previsto

porque la vida asíescomoes

 

 

 

 

 

 

 

Inmaculada Hernández Ortega

(Barlovento, isla de La Palma en 1962)

 

1º premio de Poesía convocado por la Cadena Ser para la Comunidad Autónoma de Canarias. 1984. Publica su primer libro de poemas Guerrillas de Inconsciencia en 1985 (Editorial Pilar Rey, conjuntamente con La Caja General de Ahorros de Canarias). Colaboradora de la revista literaria El Pájaro de Papel del Instituto Cándido Marante de San Andrés y Sauces, así como del “Circuito Cultural Séptima Soca”. En 1988 publica en los Cuadernos Literarios Canarias Puente entre Continentes, Ediciones Ronda, Barcelona. En este mismo año es finalista del Premio Internacional de Poesía “El León de Oro” Bilbao con el Poemario ANAGRAMA. En 1989 publica en la Revista Literaria Jóvenes Escritores de S/C de La Palma. Fundadora de los Cuadernos Literarios “AZUL” junto a otros dos poetas de la Isla. En 2011. Publica Cuentos para niñ@s con el Cabildo Insular de La Palma, con ilustraciones de Jordy Pallejá. Colaboradora de distintas Revistas Literarias, en la actualidad. Actualmente ha publicado en Idea y Ediciones Aguere con Ernesto Suárez y Nicolás Melini  13 poemas  inéditos en Poetas de una sola Isla. El Grupo de La Palma (1990-2011). Colaboradora en diferentes periódicos como La voz de La Palma, Diario de Avisos, El Día, etc., con diferentes reportajes y artículos de opinión.

 

 

 

Han llegado de un lugar desconocido

los minotauros amargos del tiempo

sudorosos y fieros, ignorantes, fatales

 

oscurecen las vidas inocentes y son infieles

a la vida que progresa

sortean la lealtad sin rumbo fijo

anidan en la inseguridad y el miedo

 

su única arma

 

como arañas tejen su red

manipulando las patas del odio y

sembrando confusión en los más débiles

 

juegan a sentimientos de culpa, aliados de deseos insondables,

son perspicaces

y anhelan la luz del amor

de manera errónea

 

buscando traiciones que se sumen a su causa

alardean la buena fe de las manos limpias

causan dolores imaginarios en el cuerpo

y

calvarios  profundos en el alma

pero su baza es perdurable

como las flores que cierran sus pétalos

 

en la sombra

 

se abren al sol con apariencia de engaño,

con las bellezas más amables de la tierra

 

pero

 

los que conocemos su causa sabemos

lo que portan en su amarga savia

 

y venceremos aún sin ser vencidos

y tomaremos al toro por los cuernos

 

bailaremos como pájaros alegres

libres

de soportar el pesado truco

la trivial sensualidad de sus oscuras almas

 

 

 

Cuando nace el sol

en mitad de la mañana

las flores

se marchitan

 

y el campo queda  seco de nombres

 

en el temblor de la tierra

cambia el aire

 

se vuelve  tibio

 

en medio de semillas

y entretenidos pájaros

 

cuando el  vientre

declina  por versos y rostros de hierro

no hay  huecos

blandos

ni curiosidad  en tu  quejido

irreflexivo

 

no hay  erizos

ni membranas

en tus dedos

 

entonces

 

distingo tu esfera pálida

 

la cónica de tu cuerpo

 

tú sabes quién es la que

lame tu sonrisa

 

solo una sombra

diáfana y perturbadora

esférica y escandalosa

 

no obstante

 

alegres azucenas

encontré en tu guarida

 

y una selva azul.

 

 

 

 

 


María José Alemán Bastarrica

(La Laguna en 1967)

 

Obtuvo el Premio de Poesía Ciudad de La Laguna en 1985 con la obra “Plasmario”, que fue publicada en el año 2004 junto con el poemario “Mirador” por el Ayuntamiento de La Laguna. Tiene en prensa el poemario “Una familia completa”, que publicará próximamente en Ediciones Idea, en la colección “El mirador”.Desde 1987 ha trabajado como periodista en diferentes medios de prensa y radio, como DIARIO DE AVISOS, Radio Nacional de España o La Gaceta de Canarias. Ha publicado artículos y poemas en diversas revistas literarias y ha escritos textos para diferentes catálogos de fotografía y pintura. Desde 1992 trabaja en el Museo de la Ciencia y el Cosmos.

 

 

 

La pesadilla

 

El cuerpo se sale del cuerpo

sin pedir permiso al cuerpo.

Antes de tiempo y desprevenido

sale del sueño y camina.

Hacia la izquierda atraviesa

una espesa muralla verde

que a media noche crecía

en el borde de su mente.

El cuerpo penetra a tientas

pisando briznas y hierbas

con los ojos del cuerpo cerrados

abiertos los de la muerte.

Pero esa hierba del muro le envuelve

como del sueño que a un niño arropa

y el cuerpo que está dormido

 

se cubre todo de hojas.

 

 

 

 

Alteraciones

 

Es en primavera cuando deja de ser personal

y se transforma en común.

Ya no recurre a la oscuridad del invierno

para obligar a la introspección y al aislamiento,

sino que desinhibida y joven

se derrama en la geografía de las habitaciones y los cuerpos.
*

Porque es la luz una emoción,

es común y es gratuita,

y el que creyó que con el paso del tiempo sería menos intensa

está huyendo de la luz.

 

*

Tiene la tendencia a sentir como real lo que cree, cuando sabe que lo personal no deja de ser una forma de alterar la realidad.

 

 

 

 

Evelyn De Lezcano.

(Las Palmas de Gran Canaria, 1967)

 

Comencé estudios de Filología Hispánica en la Universidad Complutense de Madrid. Estudié Trabajo Social en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y además soy experta en Terapia Familiar, formando parte de la Asociación Canaria y de la Asociación Española de Terapeutas Familiares. Tengo un blog de poesía cuya dirección es http://maevelyn19.blogspot.com.es/

 Actualmente mi blog está enlazado en las siguientes revistas: Cervantes Mile High City, y Portal de Poesía y Red Social de Poesía. Formo parte del Club de Escritores Palabra Sobre Palabra. He publicado poemas  en la revista digital Terminal, Palabras Indiscretas, Resonancias literarias, Palabras Diversas,  Letras TRL y Letralia.  Además formo parte de REMES (Red Mundial de Escritores en Español). En cuanto a mis lecturas poéticas se han centrado en los poetas de lengua castellana, aunque he leído traducciones de autores de otras lenguas. He leído poesía de todas las épocas y estilos, desde las Jarchas hasta la poesía actual.

 

POEMAS INÉDITOS

 

 

(A Gastón Bachelard)

 

En las noches oscuras

se incendian

restos de un sol

que regresa

a la tierra.

 

Esas noches en lunas

reflejan sueños

claros de los que hablan

Profetas.

 

Noches

de sol y lunas selladas

al ocaso radiante

de algunas estrellas,

 

pronuncian sonidos,

música, inocencia

lanzadas al espacio

por si alguien las encuentra.

 

 

 

 

LLEGARÁS

 

Llegarás con olor

a crepúsculo

entre las manos

y una alfombra

de paciencia

sobre la frente

brotando.

 

 


 

Víctor Álamo de la Rosa

(Santa Cruz de Tenerife, 1969)

 

Ha publicado las novelas El humilladero (1994), El año de la seca (1997, con prólogo de José Saramago y reeditada por Tropo en 2011), Campiro que (2001, novela finalista del Prix Fémina en Francia), Terramores (2007), La cueva de los leprosos (2010), e Isla nada (2013). Es, además, autor de los libros de relatos Las mareas brujas (1991) y Mareas y marmullos (2011), y también ha publicado varios libros de poesía reunidos en la antología Mar en tierra (2002). Estudiosos de las Universidades de Génova, Venecia y Juiz de Fora han presentado tesis sobre su obra literaria, que ha merecido diversas distinciones tales como el Premio Alfonso García Ramos de Creación Literaria, entre otras.

 

 

 

Dos poemas del libro “El equilibrista y los jardines”, Ediciones La Palma, 2013.

 

 

 

Agricultora de los días de calor

(poema planta para poner en lugares húmedos)

 

Oye, que

te me pones rododendra y sarmentosa, que

el pueblo está hecho de gentes y la avenida de olas, que

no soy lo que te crees ni diviso tu congoja bonsái, que

sufro y me comen los bichos, que

espigo y enramo lejos del jarrón de tus labios, que

me pido tu maceta y de paso tu corola, tus pétalos

azules, tu tallo que

es talle de mi talla,

jardinera, ven a regarme, que

la savia me rebrota abundosa y trepadora,

mandrágora y madrépora y madreselva y madre mía,

vértigo se llama el pozo de tu ombligo,

mi licenciosa, agricultora de los días de calor.

 

 

 

 

Ella se trajo un verode de la isla de El Hierro

 

Aclaró la voz, ejem, ejem,

puso la alegría en la bandeja amplia de sus ojos, hizo unos cuantos gestos musicales y, por fin, habló para decir que

se trajo un verode de la isla de El Hierro, que

lo sacó de entre las lavas para regalarle anchura jardín, que

su tallo grueso sería símbolo y vínculo nuestro, que

a fuerza de milagros cuidados crecería hacia la mayúscula y que

sería legado a nuestros hijos, nietos y bisnietos,

como si el tiempo importara, como si de veras importara,

como si el tiempo no fuera en verdad lo que

hay entre el impulso y el impulso del orgasmo, eso que

se remansa en los ojos de las vacas el tiempo, eso que

se aquieta en el fondo de una lágrima el tiempo, eso que

se adensa en el aire del origen el tiempo, eso que

se detiene en el círculo luminoso de la luna el tiempo, eso que

se columbra atrás de atrás del horizonte el tiempo, eso que

tenemos por los siglos de los siglos mientras sea mientras

este lado, este vuelco, este recóndito rescoldo de ardor que

contagia y eleva y que

nos refracta, flor en umbela apretada, silencio mineral del corazón,

terredad enloquecida hasta que

vengan la sequía y

sus grietas y

sus insectos voraces,

hasta que

nos

separen.

 

 


José Antonio Lago López

(Santa Clara, Cuba, 1962).

 

Residente desde el año 2000 en el Puerto de la Cruz, Tenerife. Licenciado en Historia por la Universidad Central de Las Villas, Cuba. Primer accésit del concurso de poesía Emeterio Gutiérrez Albelo (2012) con el poemario Razones para estar despierto, inédito. Tiene otros dos poemarios inéditos: A merced de las palabras y Sin pensármelo dos veces. A este último pertenecen los siguientes poemas.

 

 

SIN PENSÁRMELO DOS VECES

 

Pudiera escribir

que hiervo bajo el sol,

que la mañana sobre mí

es un remolino incandescente.

 

Pudiera incluso

adoptar una pose distinta,

meditabunda,

sin ser implacable

con las cosas que me ponen a

hervir,

ya no refiriéndome al sol cayendo,

o al insobornable furor de la

mañana

por existir a pesar de.

 

Pero esta suerte

que se instala en el cuerpo

como de eterno ocupa.

Esta amarga suerte,

marco de ventana

donde debo anclar la frente.

 

Esta casa que empobrece

y ve iluminarse otros palacios.

 

Esta torpe costumbre

de transportarla al hombro

a no sé donde

con perros incluidos

ladrando su intemperie.

 

Y tantas cosas que el papel

aguanta,

a pesar de todo hervor,

merecen ser leídas.

 

 

 

 

SOBRE LA PÉRGOLA UNA LLUVIA ÁCIDA

 

Sobre la pérgola una lluvia ácida

que mi mano no consigue

almibarar.

Tintineos forzados por el ojo

con que el cielo se desprende

hacia los mortales techos del

hombre.

 

Vienen quejidos de Dios.

Con el agua

innumerables cenizas

que anteceden muertes.

 

Golpear en la madera, desde

adentro,

es percibir su largo silencio

como de duna

empotrada en el lodo.

 

Quién fuera otro lugar

salvado por la luz,

otra pérgola

donde la lluvia no incinere.


 

 

 

Fernando Herrera

(Mar del Plata, Argentina, 1976)

 

 

En 1990 se trasladó a Las Palmas de Gran Canaria; cursó estudios de Traducción e Interpretación (ULPGC, Las Palmas, España) y de literatura francesa (UFR, Tours, Francia). Fue profesor auxiliar del Instituto Superior de Teología de las Islas Canarias (ISTIC), y se desempeñó como crítico en la prensa cultural de las Islas. En la actualidad es asesor, en el Senado de la Nación (Buenos Aires, Argentina), del cineasta y político Fernando “Pino” Solanas. Ha publicado ensayos en revistas especializadas. Publicó Miseria de la poesía (2006) y es coautor de Todos somos periferia. Conversaciones con Juan Jiménez (2009).

 

 

 

PIEDRA

 

Estamos rodeados, pero no hay nadie.

 

La belleza que apunta al cielo apenas perturba

a la multitud latina.

 

Eso es todo.

 

Lo que principalmente nos ocupa,

lo que discurre.

 

Cerca del cuello, la malaria, dormitada de cuajo.

Amortajada, de cuajo.

 

Un zumbido, quizá,

un estruendo que nos halla desnudos, piedra

de corazón.

 

Nada temes ya.

 

La vida está ausente.

 

 

 

 

DE FIN A PRINCIPIO

 

No estamos preparados para lo que vendrá.

Día a día, los huérfanos son más, numerosas

las masas en la orilla, lívido el temor

de no poder decir una palabra sin espanto.

 

Afuera el pescador aguarda:

viene de lejos

a la proximidad de los que estuvieron aquí.

 

Hay otra voz en él, sí, oscilante,

es el polvo nuestro que sangra

por todas las generaciones vencidas.

 

Vine a Transnistria a buscar mis restos.

 

No los encontré.

 


 

 

 

Diego Mille Notario

(1978)

 

 

Ha publicado un solo libro de poemas: Poemario para un extraño (Ediciones Idea, 2011). También ha participado en la autoedición colectiva La nación de los olvidados (2012), con un relato breve y en las plaquettes editadas por el café literario de Santa Cruz, “La Gramola”. También ha realizado numerosas exposiciones en galerías de arte y diversas cafeterías de la capital, siendo sus estudios superiores relativos solo a la disciplina de la ilustración. Por su libro Poemario para un extraño recibió un voto al mejor libro de poemas del año en el blog Crítica y contracrítica, ampliamente visitado por la mayoría de lectores de poesía contemporánea en España.

 

 

 

 

Noche cerrada

 

Hay un momento para la miseria, el filo, la sombra acristalada del silencio. Un lugar que solo alcanzas tú cuando eres viento y en la noche juegas a asombrarme. Ahí también te pienso. Ahí soy también niño. Niño inconsecuente que no sabe si pretende reencontrarte o dolerte en todos los parajes que el azar devuelve a su apariencia. Imagina que ese niño te contara su secreto y que el mirlo más oscuro consiguiera comprenderlo. Imagina tan solo ese momento, y dime: ¿qué conservas todavía de esos días en que el sol se pone tras de nadie y una fuente se desborda de tanto sostenernos? ¿Y qué sabemos nosotros del amor, dime, de la flecha que, una vez arrojada, debemos perseguir a diario para razonar su movimiento?

Intenta contener la luz que necesita este misterio.

Y ahora dime qué sabemos.

 

(Inédito, 2011)

 

 

 

 

 

Primera luna

 

Porque eclipsa la razón de quien la mira,

temo la común belleza de la luna.

 

Su visión hace hermoso el arrebato,

y como arte verdadero nos revela

cualquier modo soñar lo inverosímil.

 

No tiene edad su forma,

ni hay explicación que pueda delatar

la misión que asigna su esplendor absorto.

 

Mirarla es negarse a ser testigo

de toda la miseria que arrastran estos días.

 

 

(De Principio de intimidad, inédito)


 

 

 

 

Javier Hernández Fernández

(Islas Canarias, 1979)

 

Tras comenzar su formación académica en las áreas de la informática y las telecomunicaciones cursa, finalmente, la licenciatura de Traducción e Interpretación en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Es en ese tiempo cuando toma forma y acepta su vocación literaria e investigadora, motivada por un afán de conocimiento y una curiosidad perpetuas. En 2005, escribe su primer libro de poemas, aún inédito, pero no será hasta el año 2007 cuando, tras asistir a un curso de creatividad literaria con el escritor Francisco Ramírez Viu, tome contacto con la reflexión y la crítica constantes de la propia obra como herramientas fundamentales para el desarrollo del poeta. Una vez finalizado el curso, crea el colectivo literario 9Puertas, junto con varios de los asistentes, y desarrolla durante 3 años diversas actividades que finalizan con la publicación del libro antológico del colectivo titulado “Confluencias” (Anroart, 2010).

 Traductor de profesión (La guerra como experiencia interior, de Ernst Jünger; Las palabras prohibidas de Eugénio de Andrade) ha sido finalista en el I Certamen de Poesía Erótica Canaria 2013, ganador del I Certamen de Poesía “Día de la Mujer 2013”. Actualmente, trabaja en dos libros de poesía y una antología crítica de poesía canarias de los años noventa, mientras escribe como colaborador literario en las revistas digitales www.elalisio.es (sección Opinión, El Desvelado) y www.mundoacoriano.com (artículos “La isla inabarcable” y “Cuanto más se camina en la Ysla más se acrecienta la propia desnudez del que avanza” ); además, mantiene el blog de crítica literaria mierdaperro.wordpress.com (poesía canaria y reflexión literaria).

 

 

 

 

Semana Santa

 

En el bar.

Tú hablas de Buda mientras Manolo

te pregunta por las procesiones.

Entonces te imaginas siguiendo a la marea humana,

toda bien vestida, casi toda en colores negros,

y piensas: me voy a beber.

Y vas y entras en un bochinche. Y pides vino hasta reventar.

Y al salir a la calle,

te asalta desde arriba la imagen de un hombre,

de unos treinta y tantos, medio desnudo,

cargando una cruz que no le pertenece,

sangrada toda su cara y con una expresión de dolor

que nunca has visto.

¿Qué es esto?

¿Por qué pasean el sufrimiento de este hombre?

¿Por qué este sacrificio?

Das unos pasos, te caes al suelo sobre un charco

y te sorprendes al ver como se apresura

una perra abandonada a limpiarte la cara y las manos:

“Deja que limpie tus manos y tu rostro cansado”-dice ella.

Y tú contestas:

Por haber amado tanto… por haber amado tanto y siempre

con fe, tú no tienes ningún pecado.

 

 

 

 

 

Lugares maravillosos

 

Desuellas del amor sus tripas, sopesas

su hondura en una hoja de papel milimetrado, delimitas

la simetría perfecta de nuestras sombras contra la puerta…

 

…Una vez más te descubro a contraluz,

fuera de tu boca,

lamiendo un eje de coordenadas

ahora flácido y sin uso

y pienso…

 

… A veces pienso que sólo derribamos

lugares maravillosos.

 

Poema inédito (2012)


 

 

 

 

 

David Guijosa Aeberhard

(Suecia, 1981)

 

Es Licenciado en Filología Inglesa y Magisterio por la Universidad de La Laguna. Ha llevado a cabo trabajos en prensa escrita colaborando en las secciones culturales del Diário de Avisos y La Laguna Mensual. Ha publicado el cuadernillo de poemas contar x descontado (Círculo Artístico Cálamo, 2005) y los libros de poemas Traduciendo a Mnemósine (Idea, 2007) y naufragar consistió en: (Alhulia, 2008). Asimismo, ha participado en las antologías poéticas El oro líquido (El País, 2008) y La llama silenciosa. Poetas canarios en El Hierro (Cabildo de El Hierro, 2012), y en la antología de narrativa corta Riqui-Raca 1.0. Cuentos del fútbol canario (Nectarina, 2010). Como traductor ha publicado El alba en pedazos (Alhulia, 2007), libro de poemas escogidos de la autora sueca Anne-Marie Berglund, y una selección de poemas de los poetas suecos Tomas Tranströmer y Lasse Söderberg incluidos en el libro Ars Poetica. Versiones de poesía moderna (Pre-textos, 2011), en colaboración con el Taller de Traducción de la Universidad de La Laguna. Los premios más recientes con los que ha sido galardonado son el primer premio del «XXVº Premio de Poesía Juventud y Cultura» del Gobierno de Canarias (2010), con el segundo accésit del «XXVº Premio de Poesía Emeterio Gutiérrez Albelo» (2011) y con los Accesits de Traducción (Catalán) y Narrativa de los «XXIIº Premios de Creación Literaria y Traducción de la Facultad de Filología de la ULL» (2012). Es integrante del proyecto interdisciplinar «Leyendo el Turismo, 3 Poetas» junto con Acerina Cruz y Samir Delgado (www.leyendoelturismotrespoetas.blogspot.com), publicado por Amargord Ediciones en 2014.

 

 

 

 

 

totem

 

: quien no ha conocido la muerte en los ojos

de su amante,

en el momento exacto,

sobre el indicador pendular de un tempo di vals

a cuerpo terso ®

: quien no ha conocido la zozobra,

la vulnerabilidad del músculo tambaleante

que se derrumba y acude a la muerte

sonriendo conmocionado ®

: quien no ha conocido el temblor de un labio

al filo de la demencia, jugoso,

abrochando en los estertores

el ojal convulso del ombligo y abrazando la sed ®

: quien no ha construido en su paladar

la anatomía del otro

no conoce la sutil densidad de la sangre,

ignora como logramos vencer al mundo

para continuar sobreviviendo a corazón abierto

 

 

    (del poemario: en televisión)

 

 

 

 

 

 

 

el nombre que hay en mi pasaporte

 

¿qué es esa tranquilidad que se desliza sobre el raso verde oscuro del lago, un bosque remoto a orillas del báltico, con cierto brillo de haber dejado este mundo.

siempre tengo más preguntas que respuestas, la maleta más llena de vuelta y los ojos cansados de investigar los ojos ajenos. aunque

a la vez pienso que demasiados detalles son pasto de los desagües instalados en las duchas de los hoteles. puede ser cualquier cosa, no estoy seguro.

la gente habla. pero nunca te llevas nada de los lugares que visitas:

ni las toallas robadas ni la camiseta con la palmera de colores, nada vuelve contigo. ni siquiera los pasos vuelven, siempre son pasos nuevos. nada revela tu historia.

a veces creo que es posible, si enterraran nuestros dientes por separado, que nazcan de su materia los dragones que incendien la tierra

y pongan cada cosa en su lugar. el hambre es obstinada y jamás abandona su presa, el fuego devora lo que ama. puede que eso al final purgue un pedazo de eternidad para los nombres como el mío, que se han escrito en la arena. pero no estoy muy seguro. quizá haya un hombre bueno, uno que pueda verlo todo sin odiar. es algo en lo que pienso de forma circular.

¿haremos algo más que la supervivencia. nada es estable en el cuerpo:

uno como el tuyo: te pudres de camino a la respuesta y lloras

el día que nos abandonas. como lloro yo sin entender ni una sola

de mis lágrimas. allí, sobre el abismo, ante la despedida, querrás decir aún una última cosa, un gesto…

pero entonces ya sabrás que si hubiera una última palabra siempre querrías decir una última palabra. trucos viejos. tu propia vida está formulada

sobre una montaña de subterfugios que te sostengan.

más tarde pensarás contra esto y aquello, y desearás no haberle dado propina al camarero desconocido de aquel café, el que visitaste en las postales para turistas amontonadas en tu casa. te darás cuenta de que no querías, justo cuando empezabas a sentirte bien frente al bocado que te vendía tu pedazo de singularidad, allí junto a todos los diferentes del mundo, como tú. al final sólo te habrás paseado por tu vida,

no eres especial,

y los demás tampoco.

sin haber ido a ningún lugar en realidad, serás todos los demás continuamente. te escucharás diciendo: un día di un salto hacia el mundo pero él no saltó hacia mí.

si tienes suerte, puede que otro día comprendas para qué te ha servido respirar todo el tiempo mientras caes hacia la nada con los brazos abiertos.

sin embargo, yo creo que llegarás a casa. nada nuevo.

seguirás pensando en comprar billetes para otra vida y seguirás volviendo a los aviones, a

los barcos, a

los trenes,

    y un día, te quedarás dormido en el aeropuerto,

protagonizando una salida o una llegada hacia ninguna parte

y ya no hará falta que regreses. apagar la televisión

 

(del poemario: en televisión)

 

 

 

 

 

 

Laura Muñoz Vaquero

(Galicia, 1995)

 

Desde muy pequeña se crió en el clima de las Islas Canarias, en Tenerife. Estudia Periodismo en la Universidad de La Laguna y ansía llegar a ser una gran profesional de la información. Su sueño: publicar un libro con sus escritos. Ha participado en numerosos recitales y cuenta con un grupo poético que organiza eventos por la ciudad universitaria, “Houston tenemos un poema”. Asimismo procura compaginar sus estudios con la actualización de su blog personal, Freedom is in the words (freedomisinthewords.blogspot.com), en el que cuenta ya con algunos seguidores.

 

 

 

 

Un poema surrealista

 

Paisajes al tacto,

melodías del sabor,

susurro de olores,

caricias de amor.

 

Un noche de bestias

a dos espaldas,

y un alba que desvanece,

de suspiros embriagada…

 

Un desayuno de besos,

y en este amanecer

yo te escribo.

 

Papeles doblados,

sábanas revueltas

-blancas-

tintadas de letras a miles,

manchadas de versos de pasión.

 

Pequeñas figuras,

envueltas de esencias.

Cuatro letras. Un mundo.

Un sentir.

Mi vida, un par de versos…

 

Minas quebradas,

plumas sin gota,

en el papel derrochan.

 

Folios espejo,

reflejan las almas.

Almas aturdidas,

almas sonrientes,

tímidas o silenciadas,

almas enamoradas

 

Somos tú y yo.

 

 

 

 

 

Fumarse la vida

 

Tomar aguja e hilo, y coser cada herida. Enmendar cada derroche en lágrimas, hacer un remiendo de tu cuerpo. Prensar los dolores, hacerle un torniquete al corazón para que no nos abandone. Arropar el alma, anestesiarla si hiciera falta. Apretar los puños hasta enrojecer sus nudillos, ahogar tus pensamientos en gritos vacíos de silencio. Fumarse la vida, quemar los momentos agrios y tirarlos a las colillas.

Coger una bocanada de aire y rechazar su alivio sincero. Sentir como el viento te dice sin más “hasta luego”. Viendo el sol esconderse, viendo las nubes moverse, viendo a  las estrellas apagarse, encontrándote en una nebulosa, densa y espesa, casi asfixiante.

 

Preferir respirar la nicotina de la vida, preferir empaparte del alquitrán de los recuerdos. Preferir morir en una calada, que vivir de un aliento lleno de lamentos, aunque quizá sólo sean pensamientos. Fumarse la vida, como una asquerosa colilla, estrujarla contra algún cenicero fantasma, en el que arrastrar las cenizas de la cobardía.

Y de repente llueve, y el cenicero se inunda, las cenizas se empapan en una pasta grisácea como tu corazón enfermo, cancerígeno de tus miedos. Entonces, la lluvia cesa, y entre tus húmedos harapos descubres la caja de tabaco, desperdiciada en el clima inesperado, inservible. Y ves como tus lágrimas, sin embargo, permanecen en las arrugas del pañuelo de tu bolsillo derecho. Te das cuenta pues, que las lágrimas lograron secarse y hacerse un acomodado hogar entre el tejido de tu pantalón y las fibras de aquel pañuelo, pero la deshonra de tu caja de tabaco, tus penas, lamentaciones y martirios, ya no servían, porque su lugar no era tu mano, ni tu bolsillo. Fue tan sólo un peso innecesario, una carga sin destino, un consumirse sin sentido; un sinfín de inseguridades que no se funden en ninguna colilla…

También puedes leer