En una nueva entrega de Albalá, el poeta, crítico y traductor José Manuel Recillas nos presenta la poesía de Ernst Stadler (1883-1914). Este poeta, en palabras de Recillas, “introdujo el llamado Langzeile, o verso largo” en la tradición alemana. Murió en el frente de batalla durante la Primera Guerra Mundial.
El poeta alsaciano Ernst Richard Maria Stadler fue un consumado artista y literato que introdujo el llamado Langzeile, o verso largo, y que dio lugar a elaboradas y en ocasiones trasnochadas teorizaciones sobre la influencia de Whitman en la poesía alemana. Sin embargo, fuera de la extrema longitud de sus versos, la influencia del poeta decimonónico estadounidense es bastante discutible. Si bien a Stadler se le ubica dentro de la generación del expresionismo, como en los casos de Trakl, Benn y Lasker-Schüler, sólo lo es de manera periférica, circunstancial. No compartió jamás ninguna de las dos posturas básicas, que suelen denominarse activismo y eternismo. Como las voces mayores del periodo, su poesía responde más a una búsqueda personal, que a postulados teóricos de tipo general. Sin embargo, sin el influjo del expresionismo, como en los casos de Kafka y el primer Broch, su particular voz lírica no se explicaría.
In Dir
Du wolltest dir entfliehn, an Fremdes dich fortschenken,
Vergangenheit auslöschen, neue Ströme in dich lenken –
Und fandest tiefer in dich selbst zurück.
Befleckung glitt von dir und ward zu Glück.
Nun fühlst du Schicksal deinem Herzen dienen,
Ganz nah bei dir, leidend von allen treuen Sternen überschienen.
En ti
Tú quieres de ti huir, escapar hacia lo lejano,
el pasado aniquila, nuevas corrientes te conducen –
y hallas más hondo en ti mismo el regreso.
Profanación de ti provino y enclaustró la dicha.
Ahora sientes al destino tu corazón servir,
tan cerca de ti, sufriendo por todos los leales astros entablados.
An die Schönheit
So sind wir deinen Wundern nachgegangen
wie kinder die vom Sonnenleuchten trunken
ein Lächeln um den Mund voll süßen Bangen
und ganz in Strudel goldnen Lichts versunken
aus dämmergrauen Abendtoren liefen.
Fern ist im Rauch die große Stadt ertrunken
kühl schauernd steigt die Nacht aus braunen Tiefen.
Nun legen zitternd sie die heißen Wangen
an feuchte Blätter die von Dunkel triefen
und ihre Hände tasten voll Verlangen
auf zu dem letzten Sommertagsgefunkel
das hinter roten Wäldern hingegangen—
ihr leises Weinen schwimmt und stirbt im Dunkel.
A la belleza
Así hemos tus milagros perseguido
como niños que del brillo solar ebrios
una sonrisa en la boca llena de dulces miedos
y totalmente en el remanso de luz dorada sumergidos
salían crepuscugrises de los portales del albor corriendo.
Lejos está en el humo la gran ciudad ahogándose,
tiritando, la noche asciende fresca desde pardos abismos.
Ahora ponen temblando las ardientes mejillas
en húmedas hojas que de oscuridad gotean
y sus manos llenas de anhelos tientan
sobre el último fulgor del día estival
que tras los rojos bosques desapareció —
su silente llanto nada y muere en tinieblas.
Form ist Wollust
Form und Riegel mußten erst zerspringen,
Welt durch aufgeschlossne Röhren dringen:
Form ist Wollust, Friede, himmlisches Genügen,
doch mich reißt es, Ackerschollen umzupflügen.
Form will mich verschnüren und verengen,
doch ich will mein Sein in alle Weiten drängen–
Form ist klare Härte ohn’ Erbarmen,
doch mich treibt es zu den Dumpfen, zu den Armen,
und in grenzenlosem Michverschenken
will mich Leben mit Erfüllung tränken.
Forma es placer
Forma y cerrojo deben primero romper
y el mundo por abiertos caminos penetrar:
forma es placer, paz, satisfacción celeste,
pero a mí me atrae el terruño .
La forma me quiere atar y constreñir
y yo quiero mi ser hacia toda amplitud llevar –
Forma es claro rigor sin compasión,
pero a mí me atrae lo bronco, lo indigente,
y en mi ilimitada entrega
quiere la vida en mí su plenitud imbuir.