Benjamín Prado (Madrid, 1961), figura fundamental en la poesía española contemporánea, se presenta hoy en el festival de poesía Las líneas de su mano 6 en Bogotá. Ha merecido los premios Hiperión, Internacional de Poesía Ciudad de Melilla y el Generación del 27. Sobre sus poemas dice Joaquín Sabina “intenten leerlos en voz alta sin emocionarse y verán cómo no lo consiguen”. Presentamos un contundente y maravilloso poema suyo.
El enamorado (IX)
Me acusas de quererte demasiado,
de que mi amor no ceda su sitio a la costumbre,
de desearte igual que el primer día.
Me pides más frialdad y el mismo fuego;
menos palabras dulces
y a la vez
que recuerde
que sin ti el sol / son / sólo
las tres primeras letras de la soledad.
Y yo,
que fui aquel cínico
para el que la certeza
no era más
que una de las opciones de la duda
y la verdad un cabo suelto de la mentira;
el que se conformaba con mujeres
de las que hoy sólo importa saber que no eran tú,
hoy no quiero otra cosa que amanecer contigo
cada día
con llamas en los ojos,
sin besos burocráticos,
seguro
de que nada urge tanto como no cambiar nada
y seguir junto a ti.
Pero no te confundas:
yo te ofrezco
avanzar sin llenarnos de caminos andados;
no ser nunca
los que al llorar escriben su nombre sobre el agua,
los que al reír
convocan
la tristeza a sus labios;
los que sienten el frío debajo de la piel.
Yo te lo ofrezco todo.
Pero no pidas menos,
mi amor,
ni te equivoques:
si me das a elegir entre perderte
por completo o estar conmigo en parte,
voy
a decirte
adiós.