En el número correspondiente a abril de 2013, y en conmemoración a “A few don’ts by an imagiste” de Ezra Pound, publicado en 1913, la revista Poetry de la Poetry Foundation ha llamado a varios autores a actualizar la poética del autor de los cantos. Presentamos, en versión de César Bringas, el magnífico texto que propone al respecto la poeta y ensayista Marjorie Perloff (1931).
TOMEN CINCO
El por qué la más ligera pérdida de atención lleva a la muerte
“No uses palabras superfluas ni adjetivos que no revelen nada. No uses expresiones como “oscuras tierras de la paz”, entorpece la imagen… No seas “abigarrado” – deja eso para los autores de pequeños y lindos ensayos filosóficos.” – Ezra Pound, 1913.
“No seas aburrido, no seas flojo, no seas trivial y no seas orgulloso. La más leve de las distracciones lleva a la muerte.” – Frank O´Hara, 1964.
“No más superioridad de esa innatural trinidad interior del yo, tú, nosotros, nuestros dientes sólo tocan su respectiva lengua.” – Vanessa Place, 2013.
Plus ça change (cuanto más algo cambia) la amonestación de Frank O´Hara de “no seas aburrido, no seas flojo, no seas trivial” hace eco de las prescripciones de Ezra Pound sobre la exactitud y la precisión; no malgastar el tiempo de los lectores llenando todo un almacén de clichés (ejemplo: “oscuras tierras de la paz”) o produciendo “pequeños y lindos ensayos filosóficos”. “Nuestros dientes” después de todo “sólo tocan su respectiva lengua”.
La más leve de las distracciones lleva a la muerte. El aforismo de O´Hara es un mínimo honor en estos días en los que todas y cada una de las demandas sobre la poesía como forma de arte son desechadas por elitistas, antidemocráticas o simplemente tomadas como una broma de mal gusto. Para declararte como poeta hay que ser poeta ¡Basta ya! ¿Quién se atrevería a decir lo contrario, y arruinarte la fiesta? Una vez más me remito a Pound:
“El dominio de cualquier arte es a través del trabajo de toda una vida. No debería haber discriminación entro lo “amateur” y lo “profesional”. O quizá debería hacerse a menudo a favor de los amateurs, pero se debería discriminar entre el aficionado y el experto. Es cierto que el actual caos perdurará hasta que el arte de la poesía haya sido predicado por la garganta de los aficionados, hasta que haya una comprensión general de que la poesía es un arte y no un pasatiempo.”
Y Pound agrega:
“Si alguna vez se dijo algo que fuera cierto en la Atlántida o en Arcadia, en 450 antes de Cristo o 1290 después, no es tarea de los mordernistas ir diciendo superficialidades o ir oscureciendo la memoria de los muertos diciendo lo mismo pero con menos habilidad y menos convicción”.
O al menos el sentido común nos lo diría. En “Al Infierno con eso” O´Hara declara:
(¡Cómo odio ese problemático tema! melancolía
que se inmiscuye en un vigoroso corazón.
El alma va diciéndose,
no has sufrido lo suficiente ((Hyalomiel))
Y todas las cosas que no cambian
Fotografías
Monumentos,
Recuerdos de Bunny, Gregory y yo disfrazados.
La palabra “Hyalomiel” arriba entre doble paréntesis es el nombre de un lubricante vaginal francés, una especie de miel. Demasiado para el llanto de un alma que va sufriendo y para un “elevado” problemático tema. Cuando O´Hara dice “No seas orgulloso” se refiere a que no se debe ser tan presumido. O en lo dicho por Place “No más muerte sin estar moribundo- de inmediato.”
Para el centenario de 1913, el annus mirabilis , para la vanguardia poética que nos dio el primer volumen de “Gedichte” de Georg Traklr, el “Alcools” de Apollinare, “La Prose du Transsibérien” de Blaise Cendrars y el “Chekti” (Rosario) de Anna Ajmatova, he elaborado algunas prohibiciones al estilo Pound pero también, espero, apropiadas para el 2013.
1. No asumas que el verso “libre”, el modo más común ahora de la poesía, es el equivalente a la mera práctica de la alineación. Tarjetas de felicitación, copias de advertencias y mantas políticas también están alineadas. “No imagines que algo puede “ir” en un verso sólo porque es muy aburrido para ir en prosa”(Pound). Por el contrario si usas los instrumentos tradicionales de la poesía como la rima recuerda “que la rima debe tener un elemento mínimo de sorpresa si es para dar placer” (Pound). O en palabras del poeta-escultor Carl Andre “el verso debe tener esa cualidad de sorpresa que… dota a lo familiar de extrañeza y hace lo de extraño algo familiar- una tensión entre lo irregular y lo habitual”.
2. No te tomes tan enserio. En la era de las redes sociales, la información sin fin y la desinformación, la “sensibilidad” y la “verdadera voz del sentimiento” se han convertido en las más accesibles de las necesidades básicas. Recuerda lo dicho por Wallace Stevens “La vida es una jalea agridulce. No estamos/ al centro de un diamante”.
3. Como corolario de #2, no desestimes la importancia del sentido del humor, de un poco de ironía. Recuerda la sátira, la parodia, la épica burlona y el burlesque son apenas formas “inferiores” de la poesía. Hay que dejar de adular al Poeta, con P mayúscula (ejemplo Heidegger y Hölderlin) y releer a Swift y Pope. El cómico Byron de Don Juan, para éste punto, fue sin duda un poeta tan serio como la Shelly de Prometeo Desencadenado.
4. No juegues la carta de la víctima, que se ha convertido en la grapa que ensambla mucho de lo que pasa ahora en la poesía. ¿Dónde, al fin y al cabo, se encuentran todos esos sabios y virtuosos que están fuera del sistema capitalista y se niegan a aceptar sus regalos? ¿No somos sus cómplices? La actual oposición del 99% (nosotros) contra el 1% (ellos) es un buen slogan de acción política pero no para una poesía desafiante, cerrando, como es el caso, la puerta a la sorpresa.
5. No lo olvides, ya sea de manera consciente o inconsciente, todos los poemas son escritos con un ojo (y un oído) a lo anterior de la poesía y que para escribir poesía primero debes leer muchas de eso. Así que, a riesgo de sonar cuál filistea, diría que pongas abajo ese Agamben y recojas a Auden, a Ashbery, a Rae Armantrout. Baja ese Badiou y lee a Beckett, a Bernhard, Bachmann, a Bök.
La traducción, adaptación, la cita, la comparación, la re-creación de los “Algunos No” de Pound sigue siendo el mejor mapa que tenemos para comprender los caminos de la poesía. Aunque la nuestra se trate ya de una poesía no retinal, como dice Place, (aunque no esté de acuerdo con su despedida de le mot juste, Duchamp pudo haberlo denominado como belle haleine) sigue siendo tan cierto, como lo fue para O´Hara a principios de los sesentas, que la menor distracción lleva a la muerte.