España en su poesía: Paula Bozalongo

Paula Bozalongo

Presentamos el trabajo de una poeta de la última promoción en España, una poeta nacida ya en los años noventa del siglo XX, Paula Bozalongo (Granada, 1991). Es estudiante de arquitectura en la Universidad Politécnica de Madrid. Es antóloga y prologuista de A las órdenes del viento, de Raquel Lanseros.  Ha colaborado en la organización del Festival Internacional de Poesía de Granada.

 

 

 

 

 

 

LA VIDA BREVE

                                                                            ¡Malhaya el hombre, malhaya,

                                                                             que nace con negro sino!

                                                                            ¡Malhaya quien nace yunque

en vez de nacer martillo!

(La vida breve, ópera de Manuel de Falla,

libreto de Carlos Fernández Shaw)

 

La percusión del tiempo es una fragua

al final del pasillo,

ya no la escuchan más los hijos del herrero,

tan solo la perciben cuando para:

cuando el tiempo descansa

ellos paran también,

por si acaso al sacarle a la prisa ventaja

solo encuentran la muerte.

 

Las nubes de la tarde

resuenan en la lluvia de esta noche.

 

Los gritos de la casa

tiemblan en el eco de un llavero que cae

en el salón vacío.

 

En el ruido metálico de un andamio

se quejan las reformas

de lo que ya no existe.

 

El invierno te grita en el deshielo,

el verano cruje en las hojas que pisas

ahora que ya es octubre,

fue entonces cuando alguien pensó en ti,

y hoy susurra una carta debajo de la puerta.

 

Si se escucha un disparo,

hay redoble de lágrimas

en el cuarto del huérfano

y un suspiro entre sueños

despierta al asesino.

 

 

 

En este llanto estallan nuestros sueños,

y no llora el pasado,

el futuro se queja de no ser quien creía.

 

 

La prisa nunca prometió ventaja,

si bailas con el eco

pero no con su causa,

el tiempo de la música no es tuyo todavía.

 

 

 

 

 

 

UN INSTANTE DE LLUVIA

I

but come, girl, get your raincoat,

let’s look for life in some café behind

tear-streaked windows,

perhaps the fin de siècle isnt really finished,

maybe there’s a piano playing it somewhere

Un instante de lluvia,

¿es esto lo que quiero?

¿era lo que esperaba?

Y después la tormenta,

poemas metro cuadrado.

 

La fuerza incontrolable sobre el mundo

y las palabras justas para seguir nadando

por los charcos que la calle ha escondido

debajo de baldosas

que quedan despegadas de la tierra,

son el mejor lugar

para gritarle al tiempo adormecido

de cielos despejados;

empaparse de miedo,

de nuestra propia historia

llena de conjeturas, teóricas y desveladas.

 

Sorpréndeme buscando el amor en el frío

en el tráfico lento de los días de lluvia.

Las manchas de humedad que muestran

el camino vertical de los puentes

nada tienen que ver con la vida

que el agua arrastra por sorpresa.

 

Vamos a ser, al menos este instante,

anfibios de ciudad, vivir de las palabras.

El agua entre nosotros ya es inevitable.

 

 

 

 

 

II

Well, goodbye, then,

I’m sorry I’ve never gone

to the great city that gave Vallejo fever.

                               Piano practice, DEREK WALCOTT

 

Sé que nunca leerás este poema.

 

Soñar es acertar en el pasado.

Una vez nos cruzamos por la calle,

hemos estado juntos en París,

¿recuerdas aquel día que un poeta contó

que siempre hay en el mundo sonando algún piano?

Nos dimos cuenta entonces

de que cada momento sin mirarnos

se perdía igual que cualquier nota

lo hace con la siguiente.

Y nos dimos la mano.

 

No soñé tus sonrisas,

yo sé que las viví y serán mías

mientras suene en el mundo algún piano.

 

Si vivir va a ser siempre un buen pronóstico

es hora de contarte que también una vez,

en esta habitación, hicimos el amor.

 

 

 

 

 

EL HOMBRE QUE NO QUISO SER DESTINO

 

El hombre que no quiso ser destino

se prometió a sí mismo

no fallarle al presente,

no acertar en pasado

ni prevenir errores

que su piel no pudiera imaginar.

 

Aún así, cada día, cuando iba a la oficina,

evitaba las calles con andamios,

le aterraba mirarse en el espejo

y cruzaba los dedos cuando los gatos negros

pasaban por delante

con ojos amarillos que decían:

-¿por qué nos tienes miedo?,

si tú nunca has querido ser destino.

 

-Tenéis razón, pensaba,

maldito el adivino que se sentó a mi mesa:

serás lo que decidas y no tendrá el azar

nada que ver contigo.

 

En un papel guardaba la promesa

que ahora le asustaba.

Que mis pasos no sigan un camino,

mejor que sean mis manos

las que busquen tu amor.

 

 

 

 

 

Datos vitales

Paula Bozalongo (Granada, 1991) Estudiante de Arquitectura en la Universidad Politécnica de Madrid, nunca ha descuidado su formación literaria, desde que a los quince años publicó su primer relato; y combinando ambas disciplinas en la realización de proyectos de escenografía de La vida breve, de Manuel de Falla, y El gran teatro del mundo, de Calderón de la Barca, en cursos organizados por la Universidad de Granada y el Festival Internacional de Música y Danza, también de Granada, y como antóloga y prologuista de A las órdenes del viento, de Raquel Lanseros.

 

 

 

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