El poeta mexicano Mario Bojórquez (Los Mochis, 1968) está de gira editorial por Italia para presentar dos de sus libros recientemente publicados por la prestigiosa casa Raffaelli Editore. Se trata de Divano di Mouraria en traducción de Gianni Darconza y de Il Desiderio Rinviato en versión de Emilio Coco. La próxima presentación de la gira italiana tendrá lugar este lunes 2 de mayo en Urbino a las 11:00 am. Durante los próximos días, otras presentaciones tendrán lugar en Bolonia, Roma, Milán y Venecia. A continuación, presentamos un poema de cada libro en versión bilingüe.
Divano di Mouraria
[Diván de Mouraria]
CASIDA DELL’ANGOSCIA
I
Un’acida pesca
una bruciata lingua di pesca
una piccante e ardente e amara e piccante pesca
sulla lingua bruciata, oh tristi,
questa è l’angoscia.
Ah!, sorriso studiato, mitigato, provato allo specchio
di ciò che non dico.
Ah!, stupida respirazione strepitata, oppressa, sillabata
veleno innocuo
ulcerazione.
Che fragile il cuore di chi soffre d’angoscia
che lenta macchina, che disastrata
e lenta macchina è il cuore.
II
Non conobbe la febbre
la mia lingua non conobbe la febbre
non si alzò infiammata per un canto febbrile
solo un cantare allegro
oh! tristi
solo un cantare allegro
cantava la mia lingua nella sua canzone.
III
Questo veleno era già dentro di me
nel mio sangue
davanti a me, il mio sangue arse,
davanti a me, il mio sangue avvelenava altri,
mio padre e suo padre e i loro nonni, tutti feriti
fino al principio primordiale.
Tutti ardevano come me
tutti ardono con me.
IV
Ma il veleno infiamma la lingua più felice
oh, tristi!
Parlo di me, soltanto di me.
Versión italiana: Gianni Darconza
CASIDA DE LA ANGUSTIA
I
Un ácido durazno
una escaldada lengua de durazno
un picante y ardiente y amargo y picante durazno
en la escaldada lengua, oh tristes,
eso es la angustia.
¡Ah!, sonrisa estudiada, aligerada, ensayada en el espejo
de lo que no digo.
¡Ah!, estúpida respiración despepitada, oprimida, deletreada
veneno inocuo
ulceración.
Qué frágil corazón para el que sufre angustia
qué lenta máquina, qué desastrada
y lenta máquina es el corazón.
II
No conoció la fiebre
mi lengua no conoció la fiebre
no se alzó enardecida para un canto febril
sólo un cantar alegre
oh tristes
sólo un cantar alegre
cantaba mi lengua en su canción.
III
Este veneno ya estaba en mí
en mi sangre
antes de mí, mi sangre ardió,
antes de mí, mi sangre envenenaba a otros,
mi padre y su padre y sus abuelos, todos heridos
hasta el principio primordial.
Todos ardían como yo
todos arden conmigo.
IV
Pero el veneno escalda la lengua más feliz
¡oh, tristes!
Hablo de mí, sólo de mí.
Il Desiderio Rinviato
[El deseo postergado]
CANTO
Dammi, Signore, pietà per me stesso
E che la mia opera ti risponda
FRANCISCO CERVANTES
I
Con la pesante piaga senza più corda al collo
Con il capestro vuoto e con l’eretta pena che ormai più non implora
Che più non sferza l’osso roso, né la visione ultima
Qui e ovunque
Comincio a ricordare moli dell’aria dove attraccò l’ombra di un altro tempo
Comincio a ricordare e dico
Sette parole senza brillantezza di raccolto per la tua crudele memoria
Che al di là del fiume
Dove la città si adagia con lucente scafandro
Dove sognai un giorno di tornare per rimanere
Svaniscono pian piano i desideri
E di me solo resta una vaga sostanza che più non mi nomina
Che non contiene tutto il vigore, il fuoco di un altro tempo acceso.
CANTO
Dame, Señor, piedad para mí mismo
Y que mi obra te responda.
FRANCISCO CERVANTES
I
Con la pesada llaga ya sin cuerda en el cuello
Con el dogal vacío y la enhiesta pesadumbre que no implora ya más
Que no tunde ya el hueso carcomido, ni la visión postrera
Aquí cerca del junto
Me pongo a recordar muelles del aire donde atracó la sombra de otro tiempo
Me pongo a recordar y digo
Siete palabras sin brillo de cosecha para tu cruel memoria
Que allende el río
Donde la ciudad reposa con luciente escafandra
Donde soñé algún día volver para quedarme
Se van desvaneciendo los deseos
Y de mí sólo queda una vaga sustancia que no me nombra ya
Que no contiene todo el vigor, la lumbre de otro tiempo encendido.
Versión italiana: Emilio Coco