Today at Círculo de Poesía: Judy Jordan (1961), grew up on a small farm near the border between the Carolinas, was the first member of her family to attend college. Her first poetry collection, Carolina Ghost Woods (2000), was selected by James Tate to receive the 1999 Walt Whitman Award and won the National Book Critics Circle Award. She is also the author of 60 Cent Coffee And A Quarter To Dance: A Poem (2005).
The Spanish translation presented is by Tania Márquez Aragón.
Presentamos la poesía de Judy Jordan (1961), creció en una granja, fue la primera en su familia en asistir a la universidad. Su primera colección de poesía, Carolina Ghost Woods (2000) fue seleccionado por James Tate para recibir el Premio Walt Whitman en 1999, así mismo, ganó el premio National Book Critics Circle. Es autora de 60 Cent Coffee And A Quarter To Dance: A Poem (2005). La traducción al español es de Tania Márquez Aragón.
A Short Drop to Nothing
I can’t say what of this day or its lack
has caused me to weary on this floating dock
in the drift of the water’s warp and wrest,
with the indifferent sun, that seed-heavy sack,
tremulous over the pines, spilling its chaff.
Geese lift from the far hill in the last light,
unfurl above alders, dip and scrape across the pond,
and I don’t know how much longer I can wait
as the wind, smelling of leaf rot and dung,
tugs the evening over this darkening land.
Una pequeña gota a la Nada
No puedo decir qué de este día o de su carencia
me ha hecho tediosa en este muelle flotante
a la deriva del sesgo y arrebato del agua,
con el sol indiferente, saco de pesada semilla,
trémulo sobre los pinos derrama su paja.
Gansos se elevan desde la lejana colina en la última luz,
desplegados sobre los alisos, descienden y rozan la laguna
y no sé cuánto más puedo esperar
como el viento, oliendo a hoja podrida y estiércol,
la tarde se arrastra sobre esta ensombrecida tierra.
Help Me to Salt, Help Me to Sorrow
(fragment)
No, it’s 1969–
The year my mother becomes a wax paste,
or so she looks to the child I was,
and she drips into the pink satin
and I learned the funereal smell of carnations.
That year the moon was still made of green cheese.
That year men first bagged and labeled that moon.
There are no years, only the past
and I still don’t know why Odell Horne
pulled a shotgun on my brother
or how the body contains so much blood.
I still don’t know why Donna Hill went to Myrtle Beach
and three days later came back dead.
For ten years I lived with Louise Stegall,
the lover of my father, one of her four men, all buried–
suicide, murder, drink, again murder.
It was after the second one that she sat stock still
and silent, four years in the asylum.
Now she walks the road all day,
picking up Cracker Jack trinkets
to give to children
brave enough to approach her.
When I was nine, the starling pecked outside her window a whole week.
Somebody’s gonna die, she said
and made me hug Uncle Robert’s neck
as if I couldn’t know he’d be gone in two hours,
as if I hadn’t learned anything about people
and their vanishing.
The last time I saw her she wouldn’t look at me,
jerked her sweatshirt’s hood across
her face and stepped into the ditch,
as though there are some things even she won’t tell,
as though I’ve never known it’s dirt and dust after all–
the earth’s sink and the worms’ castings.
Ayúdame a salar, ayúdame a doler
(fragmento)
No, es 1969-
El año que mi madre se convierte en cera,
mira a la niña que fui,
ella gotea sobre el satín rosado
y yo aprendí el olor funerario del clavel.
Ese año la luna todavía estaba hecha de queso.
Ese año los hombres empaquetaron y etiquetaron esa luna.
No hay años, solo el pasado
y todavía no sé por qué Odell Horne
disparó un arma contra mi hermano
o cómo el cuerpo contiene tanta sangre.
Todavía no sé por qué Donna Hill fue a la playa Myrtle
y regresó muerta tres días después.
Viví con Louise Stegall por diez años,
la amante de mi padre, uno de sus cuatro hombres, todos enterrados-
suicidio, asesinato, alcoholismo, asesinato otra vez.
Fue después del segundo que se quedó
quieta y callada en el asilo, por cuatro años.
Ahora camina por las calles todo el día
recogiendo golosinas
para darle a los niños valientes
que se acercan lo suficiente a ella.
Cuando tenía nueve años el estornino picoteo su ventana una semana entera.
Alguien va a morir, dijo
y me hizo abrazar el cuello de mi tío Robert
como si no hubiera sabido que él se iría en dos horas
como si no hubiera aprendido algo acerca de la gente
y su desvanecimiento.
La última vez que la vi, ella no pudo verme
enredó su capucha cubriendo su rostro
y caminó dentro de la zanja
como si hubiera cosas que incluso ella no diría
como si nunca hubiera sabido su suciedad y polvo,
después de todo
la tierra se hunde y los gusanos la reparten.