Carmen Berenguer, merecedora del Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda 2008, reseña brevemente el volumen Poemas y testimonios del poeta panameño Javier Alvarado (Santiago de Veraguas, 1982). Además de participar en numerosos festivales, Alvarado ha merecido distinciones como el Premio de Poesía Pablo Neruda 2004, Premio de Poesía Stella Sierra en el 2007, Premio Internacional de Poesía Rubén Darío de Nicaragua, etc.
Javier Alvarado de Panamá: abundancia de peces y mariposas, su poesía
La primera observación de este libro es su título: Poemas y Testimonios, entrecruzado por dos géneros literarios. Esto es una presentación de varios libros presentados en concursos literarios como testimonios escritos en prosa. O podría ser una Antología Pre-Meditada y / o Selección original.
Y mi inquietud inicial es de qué manera estas formas tan contrapuestas se disputan el discurso general, siendo el discurso canónico la gran poesía que lo habita.
De que manera entonces, sus formas contrapuestas entre versos y prosa interpelarán al lector de poesía, al lector de prosa.
Hoy, fundir discursos, cruzar lenguajes diversos, es parte de los discursos que indagan otras formas el decir literario.
Para mí, han sido formas de ampliar y extender la lectura de la poesía, hacia otros lenguajes, visual u oral.
En la propuesta de su autor Javier Alvarado, el testimonio con el que anuncia el porqué y qué es el libro y sus anticipaciones autorales, modifican la lectura que nos propone, rediseña un otra forma poco convencional de mostrar los poemas. Este diseño testimonial, le permite dialogar el sentido de sus libros, su reflexión: “Ese lenguaje que aprendí”, La cita: “Los poetas no tienen biografía. Su obra es su biografía.”
El libro, Poemas y Testimonios: está estructurado por una docena de libros de poemas que se han presentado a concursos varios y han salido ganadores es decir: son poemas destacados y son rotundos en si mismos.
Poemas y Testimonios: es un testimonio tremendo, narrado en las entrañas de su entorno del paisaje literario que el poeta ha conocido y leído y que al mismo tiempo nos invita a releer, por medio de citas y guiños la gran poesía Hispanoamericana y Universal: Unamuno, Walt Whitman, Miguel Hernández, Efraín Huerta, Gonzalo Rojas entre otros.
Es un poemario de iniciación literaria de un autor y que su poesía es un testimonio de su propia ejecución como discurso literario.
Es lo que llama mi atención en este joven autor que es Alvarado, que su presencia la realice lúcidamente, como un estudiante de discursos de la gran poesía que cruzan el siglo pasado, con autores contemporáneos.
Por ello destaco, lo que propone Alvarado, su guiño y lo leo así, como una propuesta de iniciación a la poesía, su relectura, en el que se oficia pertinaz oficioso, acucioso de reescribir y reinscribir sus lecturas.
Es decir: Si en un principio, Javier Alvarado, pudiera predisponernos a leer sus atributos propios ya ganados, que pueden hacer pensar a un lector desprevenido, como un autor consagrado por sus premios y su propio talento muy merecidos por cierto.
No obstante, se presenta como un lector disciplinado atento a sus propias falencias diciendo que este oficio se gana con talento, al mismo tiempo, infiere que es un gran lector y escribiente de la gran tradición literaria. Pero, muy atento al contexto literario. Que este es su presente y su futuro como un autor subyugado por el ramaje de sus motivos en su frondosa apuesta poética.