Poesía e historia: Memorial de Ayotzinapa, de Mario Bojórquez, por Adalberto García López

Hoy que se cumplen 3 años de la desaparición de los normalistas y aún no hay respuestas claras, presentamos un texto de Adalberto García López sobre Memorial de Ayotzinapa, de Mario Bojórquez, libro que aborda el ominoso crimen de Estado que sufrieron los normalistas de Ayotzinapa.

 

 

 

Poesía e historia: Memorial de Ayotzinapa, de Mario Bojórquez

 

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Desde la invención de la historia, ésta ha mostrado que precisa de la literatura al relatar, recopilar, explicar los hechos. Mientras que la literatura también ha dado señas de dependencia al necesitar temas (tramas) para sus escritos, no sólo en la prosa, sino también en la poesía.

Una de las funciones de la poesía es la de dar testimonio a nuestro paso por el mundo; el tiempo que ocurre en cada época acaso quede fijado en un poema. A este respecto, Antonio Machado en las lecciones de Juan de Mairena sostenía que: “La poesía es –decía Mairena- el diálogo con el tiempo, de un hombre con su tiempo.” (Machado 46) Siguiendo al heterónimo del poeta español, la poesía convierte un instante en siempre, es decir, se plantea como eterno pues al ser nombrado por el poeta, se convierte en materia de diálogo, en un logos que puede ser interpretado o resignificado.

Se piensa también que la poesía es un acto subversivo al poder político por su carácter revelador. Michel Butor, por su parte, dice que: “La tarea del poeta es demostrar las insuficiencias de todo programa político actual.”  (Butor 118) Entonces si la tarea del poeta es lo dicho por el poeta y crítico francés, el poema será un signo que ponga en crisis otra serie de signos (instituciones, gobiernos, figuras públicas, ideologías) que se encuentran aparentemente blindados. Si en el siglo XIX la forma de alzarse contra tales esferas podía ser con una nueva lengua, que suponía un nuevo régimen y un nuevo modo de sentir el mundo, a partir del siglo XX habrá una nueva forma de rebelarse, de poner en crisis dichas esferas.

 

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La escritura que supone el Memorial de Ayotzinapa, modificará la relación del poema social o histórico: si el autor debía tomar un acontecimiento histórico y relatarlo, con lo sucedido en Ayotzinapa, Mario Bojórquez (Los Mochis, 1968) reconstruye él mismo los acontecimientos a partir de pequeños fragmentos discursivos. El indignante suceso se vio seguido de una serie de mentiras y manipulaciones por parte del Estado para ocultar lo sucedido. La labor en la que se ve involucrado Bojórquez en este libro ya había sido explorada en su ensayo La poesía del resentimiento:

La palabra escombros nos remite inmediatamente a esta noción fragmentada del discurso poético actual, el hombre recoge pedazos de realidad para construir, reconstruir la totalidad de su ser íntegro, sabiendo, anticipadamente, que el arduo ejercicio de ensamblar los pequeños fragmentos para lograr una cierta identidad, no necesariamente nos darán el rostro pleno que nos confirme la vida. (Bojórquez, La poesía del resentimiento 296)

En este caso, la labor del poeta pasa a ser muy similar a la labor del historiador: Bojórquez se sabe consciente de la distancia que debe mantener con todas las fuentes de información que toquen el tema para una lectura con un horizonte más extenso. La narrativa que propuso el estado fue fragmentaria, por eso puede leerse en el canto XLII:

En el centro un pódium

a la derecha una gran pantalla

que muestra imágenes de los hechos

la prosa cansina del Señor del Mictlán

va relatando con crudeza

“la verdad histórica”:

testimonios de los matones

fotografías de la escena

cada uno de los sucesos

se van acomodando a la versión oficial

de un crimen de Estado

Así se relata un crimen de Estado –pensé

Así consta en autos –Me dijo mi nahual (Bojórquez, Memorial de Ayotzinapa 52)

El poema pone en crisis el concepto de “verdad histórica”, pues recrea lo sucedido. Atina en poner interrogantes, en satirizar las acciones que se cometieron desde el Estado para ocultar el ominoso hecho. La atenta mirada de Bojórquez intuyó correctamente un aspecto posible de cómo escribir poesía en estos tiempos: de los escombros de Ayotzinapa, logró conjuntar una compleja narrativa que nos conduce a una relectura del hecho histórico.

 

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En el libro se superponen dos momentos: el mito creacional prehispánico que canta el viaje de Quetzalcóatl al inframundo en busca de los huesos preciosos que habrá de moler y mezclar con su sangre para otorgarle la vida al hombre, con lo ocurrido el 26 y 27de septiembre de 2014 en Iguala, donde 43 alumnos fueron desaparecidos en lo que fue un crimen de Estado. Entre estos dos espacios fundidos se crea este breve drama en 43 cantos.  Claro que el tiempo se ve afectado puesto que entre estos hechos hay una separación histórica de más de dos mil años; el relato fluye en ambos sentidos: hacia adelante, hacia atrás. El yo lírico del poema también sufre una modulación en esta superposición de planos temporales y espaciales ya que en ocasiones quien se manifiesta en el poema es Quetzalcóatl y su nahual (parecido a la consciencia) o uno de los “43 surianos”.

La simultaneidad permite trazar de manera adecuada la argumentación del libro: el ritual chamánico se ve entorpecido por la crueldad del hombre que puede realizar acciones tan oscuras y violentas. A pesar de concluir lo requerido para dar vida al hombre, ya no importa más: el hombre no merece la vida. Y aquí podemos entrar en una reflexión más cercana a la emoción: ¿cómo vivir cuando ocurre algo de esa naturaleza?, ¿con qué esperanza tejer el día de mañana?

Acuclillados

mi nahual y yo esperamos

por los huesos preciosos

muchas horas

hasta que la carne era ya ceniza (Bojórquez, Memorial de Ayotzinapa 48)

La mención de estos elementos nos configura la complejidad con la que se elaboró el poema. Se trata de un alto nivel de pathos que cancela el discurso panfletario y más bien obliga al lector a contemplar una delicada joya que conserva dentro de sí un duro testimonio.

 

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Merece una mención el apartado Cuaderno de perdedores, los poemas incluidos en esa sección no guardan una relación con lo ocurrido en Ayotzinapa, se trata de una colección de poemas de amor y sufrimiento. Bojórquez nos muestra las posibilidades de su poesía. Aquí el poeta mexicano deja constancia de por qué es uno de los poetas más finos de su generación en la lengua española: el dominio del verso, la potencia verbal, la conmoción emotiva, son cualidades del poeta. Los poemas surgen tras la fatalidad amorosa:

Cuando ya toda verdad

Se ha dicho

Cuando enumerados han sido todos

Los requiebros

Cuando las progresiones

Los ajustes

La infinita retórica

Adelgaza (Bojórquez, Memorial de Ayotzinapa 65)

En este apartado aparecen un par de poemas que antes habían sido publicados en diversas revistas y que representaban –desde entonces- poemas claves de la obra bojorquiana como Naufragio en Gláphyras, Del otro sueño y De Abelardo a Eloísa. Se confirma, pues, Bojórquez como uno de los poetas actuales más finos de la lengua española.

 

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No hace falta decir más del poeta que es Bojórquez. Acaso agregar que sigue sorprendiendo a los lectores pues la diversidad de su obra se expande con este libro pues ahora el poema interroga el presente político y social es parte de su variadísima obra. Como dijo Mijail Lamas en el prólogo de sus primeras letras:

“A lo largo de esta breve introducción a las primeras letras de Mario Bojórquez hemos podido constatar esa búsqueda de multiplicidad a la que su temperamento lírico le ha ordenado dirigirse, no sin una constante revisión de los materiales y recursos poéticos que le ofrece la tradición y que se ha propuesto tener muy a su alcance.” (Lamas 19)

Esa constante búsqueda del poeta continuó en los libros siguientes de Bojórquez y, en este último, vuelve a sorprender su preciso ingreso a la escritura del poema social, histórico.

 

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Pensar la historia desde la literatura, y en este caso en particular la poesía, es sin duda alguna, un camino fecundo para establecer los diversos momentos que constituyen el pasado, un pasado múltiple, cuyas lecturas son de una diversidad proporcional a la riqueza de las preguntas que permite formular. Es así como Mario Bojórquez con Memorial de Ayotzinapa nos ocupa en poner la vista atrás para interrogar a nuestro pasado inmediato. He ahí el valor de esta obra.

 

 

Bibliografía

 

Bojórquez, Mario. «La poesía del resentimiento.» Calderón, Alí. Reinventar el lirismo. Problemas actuales sobre poética. México: Valparaíso México, 2016. 287-298.

—. Memorial de Ayotzinapa. España: Visor, 2016.

Butor, Michel. La utilidad poética. Ciudad de México: Aueio / Conaculta, 2012.

Lamas, Mijail. «Bajo el signo de la multiplicidad poética.» Bojórquez, Mario. El rayo y la memoria. Primeras letras (1991-2005). México: Gobierno del Estado de Puebla / Consejo Estatal para la Cultura y las Artes del Estado de Puebla, 2012. 9-19.

Machado, Antonio. Juan de Mairena. España: Espasa-Calpe, 1986.

 

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