En el marco del dossier, Modelo para armar: 62 voces de la poesía argentina actual, con selección e introducción de Marisa Martínez Pérsico, presentamos a la poeta María del Rosario Andrada. Es poeta y narradora. Nació en Catamarca en 1954. Autora de los libros de poemas: Uvas del Invierno; Casa Olvidada; Tatuaron los Pájaros; Anuin y los Senderos del Fuego; Los Cánticos de Otmerón Profanación en las Alturas; El Último Resplandor;); Los Señores del Jaguar, Huayrapuca, la madre del viento; Suri Patitas Largas; Wanaku. En el género cuento, ha publicado Las Tres Caras de la Herejía.Ha sido incluida en distintas antologías: Poesía de la Mujer Argentina, de María del Carmen Suárez; Antología de Poetas del Noroeste; poemas traducidos al alemán en Amorica Latina editada en Viena, Austria, por la Dra. Erna Pfeiffer (Universidad de Viena, 1992) reeditado en 1994 en edición de bolsillo; Poesía del Noroeste de Santiago Sylvester, 2004, editado por el Fondo Nacional de las Artes; Poetas Argentinas de Irene Gruss, ed Del Dock.
Los señores del Jaguar
La cacería
ha comenzado
un hombre de otra tribu
es el señuelo
va adelante
teñido de sangre
olor a muerte
los gritos estremecen la selva
las garras del felino
trepan sobre
el cuerpo
que yace sobre el suelo
gruñe
coloca las patas traseras
sobre el abdomen
encarna
las uñas en las vísceras
y las arranca.
Llegan los cazadores
no matan al jaguar
atrapan al dios vivo
dejan el anzuelo descarnado
es el tiempo de los
nueve Señores de la Noche.
***
Una túnica amarilla
cubría su cuerpo
tocado en filigranas de oro
y turquesas
máscara disecada
piel de jaguar
envolvía el rostro
aquel hombre
aquel jaguar
orejas
piel de felino
correas de cuero
entrelazadas en los dedos del pie
sostenían los cactles
la cabeza de una deidad
apuntaba
al cielo.
***
Su transformación
la convirtió en pájaro
Cola y cuerpo de dragón
surcó
los cielos más altos
desatando
vientos huracanados.
Quetzacoalt miró desde lejos
la aldea
y decidió
el destino de los hombres
Huayrapuca, Huayrapuca…
su destino es reptar
mordiéndose la cola para que el acontecer
siga envolviendo el mundo
y el existir no sea sólo una palabra.
***
La voracidad de los cuerpos
amándose
dejándonos partir
reptando uno
detrás del otro
y como animales hambrientos
comiéndose la carne
bebiendo uno la sangre
del otro
***
Mi madre entristece
cada día
pero no muere
transmuta belleza ofídica
a belleza india.
Mi madre reza todos los días
y no muere.
***