62 voces de la poesía argentina actual: María Paula Alzugaray

En el marco del dossier, Modelo para armar: 62 voces de la poesía argentina actual, con selección e introducción de Marisa Martínez Pérsico, presentamos a la poeta María Paula Alzugaray. Nació en Rosario, donde vive. Licenciada en Letras. Publicó Todo llegó por sí solo (poesía, Alción Editora) en 2017, Estampados, haikus con dibujos de María Zulema Amadei en 2014 y Lo albergado  (poesía) en 2008. Compiló, editó y publicó las antologías de poetas rosarinos: Abat-jour Antología poético-nocturna (2014); Fin zona urbana Poéticas sobre el campo (2010), 19 de fondo Poéticas de la construcción (2008), Pulpa Antología poético-gastronómica (2006) y Dodecaedro de poetas (2004). Coordinó el Área Literaria en la Secretaría de Cultura y Educación de la Municipalidad de Rosario desde donde dirigió la revista literaria Boga de 2004 a 2008. Participa del colectivo de trabajo Gatogrillé.

 

 

 

 

 

 

 

 

Todo deseo estancado es un veneno

André Maurois

 

 

 

Error

 

Elegir lo roto por instinto estético, compasivo o de fe

es hundirse en una manoseada noche de tolerancia.

 

Con la delicadeza que se envuelve un vestido con papel, amamos

el pasado de la rotura

queremos volver a cuando antes de su avería.

 

Lo roto no desea hermosearse, no puede componerse.

Hay cosas que son rajadas, les gusta así. Esa es su gloria.

 

Cesante ocio de lo que no funciona.

 

 

 

 

 

Fenómeno  

 

¿Qué va ser de nosotros?

¿Esperaremos la luz como hortalizas cerradas?

Estas máquinas brillosas nada dirán de sentimientos.

 

Entenderán que paralizamos la vida a través del televisor,

habrá animales de amor cotidianos

alguien que llore arrodillado en la vereda?

 

Cantarán insultos los chips,

el ruido de los dientes hincando la manzana

darán un olor potente a languidez?

 

Umbrales cruzando lo ajeno y lo por entrar.

 

Son los lazos los que definen, no esta sensación.

Las relaciones no sus títulos: nuestra historia.

 

 

 

 

 

Mano de obra

 

Fruto de carne amarga,

mano de buena obra, curandera,

sarmienta de yunques. No asqueaba

al endurecer los sexos y hacer el derrumbe

(para el desorden también existe esfuerzo).

 

Enjoyada o agredida como una criatura

agujereaba los surcos, dibujaba la raya con el peine,

operaba tocando, velaba, zurcía, soldaba,

refregaba la frente y el piso,

se agitaba en la tibieza de los ramos…

 

Hoy pienso en todos.

Qué despreciables, no consumamos.

Tecleamos, compramos, desechamos.

Tanta realidad la va a matar          y salvarse no es sanar.

Hoy pienso en todos.

 

Coleccionar no construye.

 

 

 

 

 

Si no fuera por la lluvia

 

Día con día la prenda,

el garabato, el idioma despertado,

el avispero por levantar, temperaturas elegidas,

líquidos exóticos, la arrogancia.

 

Mensajeros químicos. El escándalo,

el dilema de la piel

una ruta comoquiera no importa dónde.

 

El desastre. No te culpo.

 

Tiene la noche un asalto y concentrados dardos,

del sótano una caja, la herencia que regresa.

Tiene una escuela especial, un diosero con permiso …no sé,

lo inmediato destrozado, las hormigas grises de la neblina.

 

Pucha, cómo llueve de exceso de entraña, llueve el desencanto,

el reto y la cosa vacía, el secreto desdichado

la belleza azul a paso de galgo

por las malezas, llueve.

 

El ardiente cadáver, del folclor: el comienzo.

El impasible, los destellos, lo inmediato.

El amor.

 

 

 

 

 

 

Maudite sois la nuit

Charles Baudelaire

 

 

El olor a deseo ataca.

Huye lo concreto.

 

Todo es juguete peligroso a la noche.

 

Ella esquiva tus tensiones caseras

te movés a su ritmo negro.

 

Hay que ceder a su resplandor flotante.

Maldita sea la noche.

Hay que arriesgar en su bulto trágico

o aprender la gratitud en su ceguera.

 

Maldita, si al final todo es

saber vencida la fiera de antemano.

 

Si al final

haber sido conquistado

es el triunfo de la cacería.

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